miércoles, 23 de febrero de 2011

SIERRA CRESTELLINA- CERRO LAS CHAPAS (946m)


Amancio Prada tiene mucho de Trovadores, Místicos y Románticos cuando canta los poemas de Agustín García cuando dice “ libre te quiero, como arroyo que brinca de peña en peña. Pero no mía..” y allí nos fuimos a la peña de Casares y la peña de Las Chapas.
La ruta de estos dos cerros comienza en el mismo pueblo de Casares (Málaga), en su parte alta, por la carretera de circunvalación,  a la altura de un restaurante, se localizan los carteles indicativos de la Junta. La ruta está indicada para hacerla circular, pero nosotros nos desviaremos por un sendero alternativo, para ascender al cerro de Las Chapas (946m).
Los primeros Kms transcurren por una pista-carril, de suave pendiente, entre asfaltada-cementada y rodeada por un espeso bosque mediterráneo. En todo momento podemos ir divisando toda la cuerda, de gris plomizo, que le confiere la caliza y que se extiende a lo largo de toda la sierra Crestellina, cuyo nombre hace referencia a la forma de cresta que tiene esta montaña y que une el cerro de Las Chapas, en su vertiente más al norte, con el Pico de Casares más al sur. Cuando llegamos al Puerto de las Viñas el carril se convierte en camino.

Puerto de Las Viñas
Desde este punto por su margen derecho podemos divisar todo el valle del Genal, con sus pueblos, Jubrique, Algatocín y Benalauría (ruta descrita en este blog).
Seguimos ascendiendo unos cuantos metros y nos encontramos con una barrera, de prohibido el acceso a vehículos, la seguimos y, poco a poco, nos vamos adentrando en un bosque de encinas, brezo, quejigos, acebuches, alcornoques, pino resinero y matorrales.

Brezo en flor
Una vez que hemos avanzado unos metros nos encontramos con un poste indicativo de la ruta a la izquierda, en este punto, parte un sendero hacía la derecha, que no tienen ningún tipo de indicación. No es un sendero establecido por los agentes del Paraje Natural de Sierra Crestellina sino que es un camino de trabajo que han realizado los empleados para las labores de mantenimiento y desbroce.

Vistas del cerro de Las Chapas
Este sendero se sale de lo que es el itinerario de la ruta establecida por la Junta, para realizar el recorrido de sierra Crestellina, esto quiere decir, que el sendero encierra cierta dificultad para las personas que quieran ascender al cerro de Las Chapas, ya que, una vez se sale de la zona boscosa y nos adentramos en la zona de risco y grandes bloques conglomerados de calizas del jurásico, el camino está indicado solo por hitos y la

Bloques de conglomerados
senda transcurre por una minúscula vereda con bastante inclinación y llegado un momento hay que ascender campo a través. Casi en la cima nos encontramos con un bloque de cemento que posiblemente albergó alguna antena.

Cerro de Las Chapas
Y ya, sólo, queda trepar por las rocas calizas que nos lleva a la parte más alta del cerro de Las Chapas. Desde esta zona podemos disfrutar de las vistas de toda la crestería de la sierra Crestellina.

Crestería de la sierra Crestellina
Una vez que hemos disfrutado de las vistas, de la confluencia del río Genal con el Guadalhorce, del Peñón de Gibraltar, del valle del Genal, del Paraje Natural de los Reales de Sierra Bermeja y de las cumbres nevadas de la Sierra de las Nieves, comenzamos la bajada despacio por la fuerte inclinación y el terreno arcilloso resbaladizo, llegamos al punto de unión con el sendero oficial y que nos llevará al Refugio, por un camino frondoso de vegetación mediterránea. Desde diferentes ángulos podemos ir disfrutando del vuelo de los buitres leonados que se elevan sobre nuestras cabezas o venciendo al viento desde las laderas rocosas de la Sierra.
Nos desviamos para subir al mirador del Buitre desde donde se divisa perfectamente el pueblo colgante de Casares, cuyos orígenes se remontan a los íberos y debe su nombre al emperador Julio César. En este pueblo de casas sencillas, encaladas de blancas calles inclinadas y escarpadas nació el padre del nacionalismo andaluz, Blas Infante, que decía de su pueblo: “Sierra de Ronda. Mi pueblo está allí, en el extremo levante de una vertiente meridional, anidado como un aguilucho sobre lo alto de un avanzado peñón, mirando de frente eternamente los escarpes de África, sobre el Estrecho, percibiendo en su costado el alentar del mar interior que muge dulcemente durante los días de calma …”

Casares
Blas Infante defendió desde todos los ámbitos, su ideología política y humana, basada en el repudio al centralismo frente a un federalismo, la solución al caciquismo, la reforma del complicado sistema electoral, de la economía y de la justicia, la libertad  de enseñanza… eventos que estaban muy arraigados y oprimían cada vez más la vida en el sur peninsular. Como muchos andaluces fue asesinado por un grupo de falangistas por ser propagandista de un “partido andalucista”.
Desde el mirador del Buitre seguimos bajando, desde aquí, el descenso se convierte en más pronunciado teniendo que ir salvando grandes desniveles del trazado y al final del trayecto vamos bordeando los diferentes huertos y parcelas de pueblo. Al final vamos a dar a la carretera A-7150- Km 2.

Mirador del Buitre
Casares es un pueblo como he dicho de calles inclinadas por  la orografía del terreno, y se encuentra muy bien conservado, guardando una idiosincrasia de pueblo colgante muy bonito, pero a veces no vale que el Ayuntamiento se esfuerce en tener los mejores acondicionamientos para los ciudadanos del pueblo si estos no colaboran con ellos. A lo largo de dicha carretera el municipio ha acondicionado un carril bicicleta y


posiblemente un paseo peatonal para que la gente pueda disfrutar de un paseo divisando las vistas que le ofrece la vaguada sobre la que se erige el pueblo, en dicho carril lo han dotado de unas  pequeñas farolas de luz solar (+ de 40) y estas han sido arrancadas (robadas) para posiblemente establecerse en otro lugar.


Sin lugar a duda es otro caso más de vandalismo urbano. A veces la ignorancia, no nos deja pensar que, quién roba al pueblo se roba a sí mismo...

 Ficha Técnica:

Localización: Paraje Natural Sierra de Crestellina
Población: Casares (Málaga)
Altitud: 946 ms
Distancia:11,6  Km
Desnivel:  716 ms
Dificultad: Media
Trazado: Circular


sábado, 19 de febrero de 2011

PEÑÓN DE LOS ENAMORADOS Y LA PEÑILLA DESDE PUERTO DEL SAUCILLO


No tengo a quien rezarle pidiendo luz, ando tanteando el espacio a ciegas
No me malinterpreten, no estoy quejándome soy jardinero de mis dilemas
Hermana duda, pasarán los años, cambiarán las modas, vendrán otras guerras,
Perderán los mismos y ojalá que tú sigas teniéndome a tiro, pero esta noche, hermana duda, hermana duda, dame un respiro.
No tengo a quien culpar que no sea yo, con mi reguero de cabos sueltos,
No me malinterpreten lo llevo bien o por lo menos hago el intento

Estas y otras letras que no tienen desperdicio, la canta Jorge Drexler en su álbum “12 segundos de oscuridad”. Yo siempre tengo dudas, y por supuesto en la montaña siempre se me plantean muchas, como en esta ruta, que en principio había planteado un recorrido y a medida que fuimos avanzando, decidimos cambiar la derrota.
Iniciamos esta en la serrana población de Yunquera, desde donde parte un carril de acceso al parque Sierra de las Nieves, aquí se puede aparcar el vehículo, aunque este aparcamiento es para unos 10 coches, y se colapsa los días en los que la nieve atrae a muchos senderistas o “turistas de la montaña”. Esta vez, al llegar al puerto del Saucillo, tomamos la vereda de la izquierda, que es el histórico “Camino de la Sierra de las Nieves”, que era usado por los jornaleros que bajaban el hielo en primavera y verano desde los pozos de

Subiendo hacia el Puerto del Cuco
nieve ya mencionados en este blog, en rutas anteriores realizadas, en estas maravillosas montañas. Este sendero asciende y recorre la meseta de quejigales, lugar de faena, pues estos árboles, que hoy  tienen una función más bien paisajística, antaño eran usados para obtener carbón, es decir, que el uso de este sendero ha ido cambiando a lo largo del siglo XX, pasando a ser de un camino de labranza, a un camino de uso recreativo-deportivo, pues las leyes dispuestas restringen cada vez más algunos aprovechamientos forestales, como el pastoreo y otros de recolección.
Vamos atravesando la cañada del puerto del Saucillo, inmersos en un bosque de pinsapos y pinos, esquivando las placas de hielo transformadas a lo largo de la gélida semana anterior, hasta acercarnos a la altura de la loma del Picacho, desde donde hay unas extensas vistas de parte de la sierra, pueblos, y la capital malagueña, y a partir de aquí la nieve hace acto de presencia bajo nuestros pies, decorando la subida y haciéndola delicada, pues el manto níveo estaba demasiado endurecido y no llevábamos crampones. Una vez se sale del bosque, cerca de la peña del Cuco, y antes de llegar al puerto del mismo nombre, había un paso

Llegando a Los Ventisqueros
expuesto debido a la nieve dura, ya que hacia el norte, la caída es vertiginosa y termina en el fondo de la cañada de la cuesta de los Hornillos. Con precaución y sigilo fuimos pasando, hasta que el 50% de la parte femenina del grupo se sublevó contra la decisión mayoritaria de seguir y decidieron prudentemente dar media vuelta y hacer una ruta alternativa. En la montaña hay que tener los conceptos claros, como son: ir equipados con el material necesario según la estación,  conocer tus limitaciones y actuar con prudencia, que junto con la paciencia son las madres de la ciencia. Una vez pasado el puerto del Cuco ya no había riesgo de caída, pues no estaba tan dura la nieve ni el suelo tan inclinado, y con los sentidos abiertos y con las vistas de la inmensa meseta de quejigales nos fuimos acercando al inconfundible Peñón de los Enamorados, topónimo que ha

Frente a la gran Atalaya (Peñón de los Enamorados)
cambiado en algún momento de la historia, ya que aquí hay que hacer una aclaración: Si nos fijamos en la fisionomía del Peñón de los Enamorados (1777m), este se parece a una torre (Torrecilla), pero el que hoy conocemos como Torrecilla (1919m), o Cerro de la Plazoleta, le ha “robado” el nombre al anterior, ya que

Cumbre de los Enamorados
antes se pensaría que era el más alto (el peñón de los Enamorados) y cuando más tarde se hicieron los estudios de agrimensura, en el pueblo se referían al más alto como Torrecilla, quedándose al final el Cerro de la Plazoleta con el nombre.

Vistas desde el Peñón
 La subida al Peñón (antiguo Torrecilla) quizás ha sido la más multitudinaria de todos los tiempos, no sé, pero tras el recital de cámaras de foto en la cumbre nos buscamos cada uno un “nido de águilas” y nos alimentamos correctamente como manda la tradición montañera y los manuscritos alpinistas, coincidiendo en el momento gastronómico con otros comensales venidos de Algeciras, y concretamente del club Camino y

Romántica imagen de los Quejigos
 Jara. La helada subida al cerro de la Plazoleta se divisaba desde nuestro confortable puesto de observación, y pensamos que sería mejor volver evitando los Ventisqueros y la helada trocha, para ello, retrocedimos un

Bajando hacia la Peñilla
kilómetro y nos desviamos hacia la Peñilla, pasando junto a un pinsapo solitario situado en un plató cubierto de un manto blanco impoluto y con la placentera sensación de caminar en la más absoluta soledad, fuimos avanzando entre los cercados de protección de las repoblaciones forestales hasta alcanzar la segunda cumbre del día, cerro Alto de Yunquera, o la Peñilla. Desde esta atalaya tenemos la mejor vista aérea del Peñón deRonda, del Puerto del Hornillo, y de toda la cañada de la cuesta de los Hornillos; también se divisa El Burgo, donde se erige un monumento al que parece fue el último bandolero, Juan José Mingolla Gallardo, y apreciamos todas las formaciones de geosinclinales y anticlinales de la zona norte de la Sierra de las Nieves. Tras el disfrute que supone estar en la cima de una montaña con unas espectaculares vistas, empezamos la bajada por una vereda que discurre pedregosa entre aulagas y esparto buscando con la vista el próximo paso clave del recorrido: El Puerto del Hornillo, que separa la divisoria de aguas del Pinsapar de Cubero y la Cañada de la Cuesta de los Hornillos, que es por la cual bajaremos hoy, hasta el Puerto del Saucillo (aparcamiento), coincidiendo el recorrido con el tramo final de otra ruta descrita en el mes de noviembre de 2010 (ver Puerto del Hornillo al Puerto del Saucillo).

En la cima de Cerro Alto de Yunquera
                                 

domingo, 13 de febrero de 2011

SIERRA DEL CAILLO - NAVAZO ALTO 1395m


Bienvenidos a la época iconoclasta es uno de los álbumes del grupo Los Delinquentes donde nos invitan a descifrar la vida.. “de que vale abrir la boca sino dices nada.., de que vale despertarse todas las mañanas, de que vale dormir entre flores sino sueñas nadas.., ¿Quién es más poderoso el aire o el fuego?.. Nosotros encontramos la solución de la canción subiendo al macizo montañoso del Caíllo, que es un complejo kárstico que se levanta a lo largo de toda la manga de Villaluenga (Cádiz) siendo el Navazo Alto su cumbre principal.
La ruta se inicia frente al aparcamiento del pueblo que subimos por la calle inclinada y giramos a la derecha dirección NE para tomar la cañada empedrada que va bordeando la sierra del Caíllo y unos Kms antes del

área recreativa de Las Covezuelas giramos a la izquierda por una angarilla, una vez la pasamos, ascendemos por un camino histórico bien marcado y una vez pasamos un torcal tenemos a nuestra derecha el Encinar y Pardeja, con su enorme pared caliza difícil de escalar debido a la descomposición de la roca, y el cortijo de

Recordando antiguas escaladas: El Encinar y Pardeja
 Los Chozos. En este macizo montañoso encontramos muchas formaciones calcáreas con todo tipo de morfologías, así, nos encontramos con simas con bastantes profundidades, dolinas y lapiaces. Después de superar una buena inclinación el camino nos lleva a la primera nava, dentro de la finca Los Navazos, a la cual podemos acceder mediante una vieja cancela de hierro color beige. En esta primera nava podemos disfrutar de la presencia de un contador de ganado.
Una nava es un terreno llano situado entre montañas y no dispone de árboles y a veces es pantanoso, antiguamente se utilizaba para la agricultura, hoy día se utiliza para la ganadería, aquí encontramos diversidad de ganado entre vacuno, porcino y caprino.
Paisaje de la primera nava
La terminología de Navazo viene de que es un lugar fácilmente encharcable debido a la superficialidad de pequeños acuíferos que permite la consolidación de charcas, como en esta zona encontramos dos navas superpuestas posiblemente le diesen el nombre de Navazo alto por la altura donde se encuentra la segunda nava.
Una vez que atravesamos la primera nava, la niebla hace su aparición debido a la baja altura de las nubes, y se espesa hasta no ver apenas nada, seguimos subiendo y llegamos a un pilón para que el ganado beba y una vez bordeamos el complejo calcáreo vamos a dar a la segunda nava repleta de Majuelos o Crataegus monogyna y con unas formas bastantes verosímiles, pues tenían formas de pequeños montículos perfilados por un lado y otro por la acción del viento.

Nava alta llena de Majuelos y agua
Desde la segunda nava el tiempo nos da una tregua y las vistas son fantásticas entre niebla y sol, los intervalos se entremezclan y hacen del lugar un sitio fantasmagórico…


Una vez llegamos al Puerto del Ahorcado encontramos un corredor interior, totalmente de piedra, que nos va a conducir por una vereda de guijarros y nos va a llevar por un camino a la cima que se encuentra a la derecha y que tenemos que buscarla ya que el camino no nos conduce a ella, ya que este trayecto es un camino de trabajo. Bordeamos la zona de lapiaces y al fondo se encuentra el vértice geodésico pintado con los colores de la bandera republicana.

Cima del Navazo Alzo
Ante estos acontecimientos hay que hacer una pequeña reflexión, sabemos que los vértices según la legislación, no está permitido ser pintados, sin embargo, hay que pensar que debajo de esos colores se percibe una persona que tiene unos preceptos y valores, es decir, una ideología por la que soñar, podemos estar o no de acuerdo con ella, pero al menos hay unos principios, actitudes de la que carece nuestra actual sociedad. Creo que lo que no se puede consentir son los fines lamentables que nos encontramos en los vértices con

¡¡ No mas grafitis en la montaña !
pintadas horripilantes, que según el dicho popular que suele ser sabio “el nombre de los tont@s se encuentra escrito en todas partes…”  Esperemos que las nuevas generaciones tengan ideales por los que soñar y debatir, y no sean esclavos consumistas y con mentes vacías…
La bajada la realizamos por la cara SE una vez llegado al Puerto del Ahorcado giramos a la derecha y comenzamos el descenso por un vía arcillosa que hay que tener cuidado no realizarla los días lluviosos porque resbala mucho y la inclinación es fuerte.


Por este lado podemos divisar perfectamente la formación del poljé que lo conocemos como la “Manga de Villaluenga”, que en esta época está preciosa pues destaca su verdor, con las blanquecinas laderas de las sierras que la bordean y con el brillo del agua que baja.
Atravesamos el corredor de calizas, así, como la cueva de la Raja que debido a las lluvias está muy

Cueva de la Raja
 agraciada con todos sus colores a flor de piel (manganeso, hierro…) y el último tramo nos conduce a la plaza de toros del pueblo, realizada aprovechando los recursos naturales, en piedra caliza, todo un ejemplo de sostenibilidad que junto a su forma entre rectangular y circular, le confieren una personalidad propia.

Ficha Técnica:
Localización: Parque Natural Sierra de Grazalema
Población: Villaluenga del Rosario (Cádiz)
Altitud: 1395 ms
Distancia: 10,52 Km
Desnivel:   700ms
Dificultad: Media
Trazado: Circular

viernes, 4 de febrero de 2011

LOS BONALES (Huelva) y TENTUDÍA (Badajoz)


Enciendes el televisor, las noticias del tiempo te alertan de una ola de frío para el fin de semana, de fondo, el cantautor Silvio Rodríguez, que tantas veces nos ha alentado con sus canciones a soñar con estados más libres, canta su canción Testamento, que nos habla de no más fronteras y de banderas comunes que vuelen con la Historia (ojalá que nuestras futuras generaciones llegué el día que sólo conozcan una sola bandera que nos unan a tod@s).
Como nosotros no concebimos las fronteras desafiamos a la ola de frío y nos fuimos a la frontera de Bonales-Tentudía (Huelva-Badajoz). A las nueve de la mañana nos encontrábamos en Arroyomolinos de León, un pueblo que fue extremeño hasta las reformas provinciales del s. XIX que pasó a formar parte de Huelva. El termómetro marcaba -3ºC, nos dirigimos a la Iglesia de Santiago y accedemos al camino por la calle del Cerro que nos conduce al cementerio, una vez pasado éste, se inicia el camino histórico de la Cuesta de los Olivos, que une Arroyomolinos con Badajoz.


Es un camino empedrado y flanqueado por muros de piedra que son las antiguas lindes entre fincas que se extienden por toda Extremadura. Estas lindes son muros de piedra que se recogían del campo y se aprovechaba tanto para limpiar el campo de piedras, para así ir construyendo las dehesas, como para separar una parcela de otra y no romper con el entorno. Estas debían ser acopladas por el tamaño y formas, vemos que su construcción es perfecta no llevan entre ellas ningún tipo de mortero para su sujeción excepto en sus partes altas para que no se caigan. ¡Qué trabajo¡ Es una pena que este trabajo tan laborioso y tan pesado que han realizado las manos de muchos peones se vaya perdiendo, bien por el deterioro o cambiarlo por las espantosos vallas de alambres espinosos que en la mayoría de las veces son armas mortales para algunos animales.
Bien, avanzamos por el camino que cada vez más va subiendo la cuesta y gracias a ello vamos soportando el gélido viento que corría, así como las pequeñas gotas de aguanieve que a veces hacía su presencia. Desde el inicio del camino se empieza a divisar bastantes señales de “PR-A-43”, así que no hay problemas, hasta que se llega al cruce de caminos del Puerto de Gila (798m), aquí el ayuntamiento lo tiene mal señalizado porque si giras hacia la izquierda te sigues encontrando las señales de PR pero el camino te conduce a la carretera que te lleva al pueblo de Cabeza la Vaca, así que no nos vale, más que nada es utilizado por los ciclistas según nos comentó Cecilio el dueño de la finca el Robledal, por la que pasa el camino, que después de echar unas charlas sobre el aprovechamiento de los recursos naturales proseguimos nuestro camino, esta vez por el camino de la derecha. Este acceso como he comentado antes es histórico, es muy frecuentado por arrieros de la zona para realizar sus tareas agrícolas y ganaderas.

Arriero
A nuestro alrededor se van extendiendo las dehesas extremeñas con sus alcornoques y encinas, también se divisan bonitos prados. El camino nos va a dar un giro a la izquierda que tras superar una cancilla se convierte en una vereda hasta que bajamos al molino la Mora que se encuentra ya derruido, el ascenso se

Molino La Mora
realiza por un robledal despojado ya en esta época de sus hojas, al final de esta vereda cruzamos un amplio camino y en vez de seguirlo recto donde lo indica las señales nosotros atajamos hacia la izquierda por lo que empezamos una fuerte ascensión por una zona de rebollos o melojos (Quercus pyrenaica), que nos va a
Bosque de rebollos o melojos
conducir a una senda de pequeños robles y vamos a desembocar al primer cerro de los Bonales (1055m), un hito de piedras con un palo clavado en vertical nos indica que hemos llegado al techo de Huelva, a un

Cima de Bonales (Huelva)
lado del camino se dispersa los robles y al otro una zona de pinares. Si seguimos la senda unos metros más adelante ya en la provincia de Badajoz nos encontramos con otro pequeño cerro el Bonales este de 1062 m de cota, de ahí, que se conozca como Los Bonales. Desde este punto ya podemos divisar el Monasterio del Tentudía.
Empezamos a bajar por la cuerda del cerro que nos conduce a la carretera que va de Calera de León hasta Tentudía, hay que caminar por la carretera hasta el último tramo que te desvías hacia la derecha por una pista que te lleva hasta el mismo Tentudía, salvando antes claro está una inclinación de unos 200m de desnivel entre bajada y subida. Y te encuentras en el vértice geodésico que se alza sobre una cruz forjada en hierro (1105m), el techo de Badajoz, la provincia más grande en extensión de España.

Cima de Tentudía (Badajoz)
El Monasterio del Tentudía del s.XIII, conserva un hermoso claustro mudéjar, así como su retablo policromo y con una rica historia medieval en sus muros que es interesante conocer.

Monasterio de Tentudía
A pesar de la mañana tan frígida, el sol brillaba y, pudimos saborear nuestra comida contemplando a lo lejos las hileras de montañas que configuran la cordillera de Sierra Morena, que se van superponiendo, y a nuestro alrededor se extiende la dehesa extremeña. La dehesa es uno de los ecosistemas más equilibrados que existe hoy día en el clima mediterráneo, es un bosque, donde el hombre lo ha ido elaborando, agasajando paso a paso, lo ha limpiado de malezas, de matorrales, de arbustos, es decir, transformándolo a sus necesidades, a los biorritmos de un clima de fríos inviernos, a sus abrasadores veranos, a unos otoños lluviosos, como a una primavera exuberante de colorido. Por eso se me viene a la cabeza los versos del poeta extremeño Luis Chamizo cuando dice:

"Cuando con el jacha
Descuajo en la jesa,
Las ramas se runden,
La jacha se mella,
Y yo, que soy juerte,
Me queo sin juerzas…

Por eso, a través de los años el hombre ha sabido conservar, cuidar, mimar esos árboles centenarios de alcornoques y encinas para obtener unos recursos y aprovechamientos tanto ganaderos, agrícolas y forestales. El hombre y la dehesa siempre han vivido en sintonía. Si paseamos por medio de una dehesa, donde los espacios vacíos se suceden, el pasto es una alfombra vegetal que se extiende por el entramado del bosque, y así, podemos disfrutar en medio de un silencio estático de verdaderos monumentos naturales, donde cada árbol es único, cada rama es sublime y cada tronco es solitario, sólo es interrumpido por el gruñir de los cerdos, guarros, puercos, gorrinos, verracos, lechones, cebones que aprovechan sus exquisitos

Dehesa extremeña con cerdos ibéricos
frutos y nosotros, a su vez, vamos  aprovechando los suyos.. ¿pero hoy día conservamos y protegemos debidamente estas dehesas? ¿Respetamos el gran esfuerzo que ha tenido que realizar el hombre para llegar a tener esos ecosistemas tan ricos? La mecanización, deforestación, peste porcina, pesticidas, centrales nucleares, sobreexplotación agrícola, especulación urbanística… están haciendo que la dehesa, un día no muy lejano, quede reducida a lo que es un Parque Nacional más, al que hay que proteger.

Ficha Técnica

Localización: Límite del Parque Natural de la sierra de Aracena y Picos de Aroche y Sierra Morena
Población: Arroyomolinos de León (Huelva)
Altitud: 1118 ms
Distancia: 26,09 Km
Desnivel: 1274 ms
Dificultad: Media
Trazado: Lineal