martes, 26 de noviembre de 2013

Berrueco y Chiclana en BTT

Un recorrido muy habitual, del que se suele hacer el miércoles de cada semana, en solitario para entrenar un poco las piernas y algunas habilidades, pero que hoy lo hemos hecho en petit comité y dando forma circular para investigar un poco por algún carril no conocido.
El día anterior había estado lloviendo (por fin) hasta bien entrada la noche, y la mañana amaneció muy fría, pero aun así, la cantidad de ciclistas que nos hemos cruzado, ha sido buena.
Primero hemos tomado el carril que une San Fernando con Puerto Real, por las marismas de la Bahía que discurre paralelo a la vía férrea, desviando nuestro rumbo por el puente que cruza hacia la Barriada Meadero de la Reina, (llamado así desde 1862, cuando la reina Isabel II en su viaje para conocer  las provincias del sur, asistió a un despesque de estero que son típicos en la zona y le entraron sus ganas fisiológicas por lo que se retiró, como cualquier persona aunque en este caso real, detrás de unos arbustos a satisfacer sus necesidades y un fiel fijón que la vio denominó al lugar con este topónimo), y por aquí, tomamos el corredor Verde Dos Bahías, hasta la cantera de El Berrueco, pasando junto a la quesería Los Hardales, y conectando con la carretera que une Chiclana con Medina Sidonia.
Hubo que cruzar el arroyo del Zurraque, con bastante barro, y el arroyo de las Salinetas, que casi nunca presenta problemas. El primero, dentro de unos cuantos días más de lluvia, ya se hará impracticable, como todos los años, y habrá que dejar esta cañada en barbecho hasta bien entrada la primavera… pero Puerto Real, tiene una buena red de caminos ciclables para entrenar casi todo el año.
Al alcanzar la carretera de Medina, ya había algún miembro del pelotón, que acumulaba cansancio demás, por lo tanto, tras un bucle de reconocimiento carrilero que nos dejó en el mismo punto… paramos a avituallarnos en condiciones.
Tras unos kilómetros de carretera, llegamos a Chiclana, a Venta Agustín, y ahí tomamos el trazado del nuevo tranvía que dentro de unos años (o eso dicen) unirá esta población con Cádiz… por ahora sirve para que nosotros circulemos en bici. Arribamos a La Isla, cruzando el Puente Suazo, lleno de pescadores a diestro y siniestro… y hablando de Siniestro… Total, recordemos Miña Terra Gallega, ingeniosa versión del Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd, en la que se describe la morriña que se siente cuando se tiene uno que ir lejos de casa… con lo bonito que es regresar a ella pedaleando.

                         

 








sábado, 23 de noviembre de 2013

SURF

A la llegada de los días fríos de otoño, es un placer llegar a la playa, embarcar, surfear... y quitarse el frío neopreno bajo la lluvia a toda velocidad, para conducir hacia casa mientras escuchamos en la radio al gran Freddie King.




miércoles, 20 de noviembre de 2013

Algatocín – Benalauría – Jubrique – Genalguacil – Benarrabá – Algatocín


Esta preciosa circular la hicimos hace tres años, pero esta vez la hemos empezado en otro punto, para hacer noche en otro precioso pueblo y disfrutar de otra manera del entorno. Esto es como cuando escuchas la misma canción interpretada por distintos artistas…cada uno añade su sentimiento particular aunque se trate del mismo mensaje.
Había tramos que no recordábamos exactamente, pero hay que comentar que los caminos están bien definidos y señalizados, casi todos. No hay pérdida, además siempre podemos consultar con las gentes del lugar que se prestan muy amablemente, para corroborar nuestra derrota, ya que se trata de caminos que discurren entre fincas y poblaciones.
Este año se ha notado bastante la sequía, y aunque ha habido una buena cosecha de castañas, veremos a ver que pasa con la aceituna, pues el campo pide agua a gritos.
En Algatocín empezamos a caminar, buscando la zona nororiental del núcleo urbano, donde tomaremos una calle que baja hasta una cancelita, a nuestra izquierda frente a una casa, junto a una gran encina.
Ese camino no tiene posibilidad de pérdida, y por él llegaremos a una pista, que tomaremos un rato ascendiendo, hasta una portilla, a la izquierda, por donde cruzamos y ascendemos hacia Benalauría. Es finca privada, por lo tanto debemos ser muy respetuosos.
No entramos al pueblo, y junto al parque de ejercicios físicos habilitado por diputación, bajamos por el carril buscando las indicaciones del río, y de esa manera llegamos al molino “Máquina Quemada”, en el río Genal, donde cruzamos a la otra orilla por un par de troncos dispuestos a modo de puente.
Al cruzar, vemos una fuente a nuestra derecha de la que tomamos agua sin problema. Lo bueno que tiene esta zona es que puedes ir cargando agua, cada poco tiempo, evitando, así, ir con sobre peso en nuestras mochilas.
Este camino nos dejaría en Jubrique, no sin antes haber parado a reponer fuerzas bajo un bellotero que daba bellotas como puños… parafraseando a los Mojinos Escozíos.
En este momento se acercó la tormenta, amenazante y cumpliendo predicciones, pero por desgracia sólo hizo el amago de llover… mientras nos quedamos con las ganas de recibir un buen chaparrón, que buena falta hace.
Tras un cafelito de bar, pusimos rumbo al siguiente pueblo, bajando al río Monardillo, que se cruza por un bonito puente de madera, y cruzando bajo grandes castaños de hojas ocres, verdes y amarillas que daban un toque otoñal al fabuloso paisaje que empapaba nuestros sentidos de espléndido colorido, arribamos a Genalguacil. Podemos decir que, quizás, Genaguacil sea el pueblo con más encanto de todo el valle del Genal, gracias a sus concursos de esculturas cada rincón de sus estrechas calles se encuentran adornados con pequeñas tallas, bien de madera, hierro, piedra, etc, que nos dejan ver a través de ellas el entorno que te rodea, la naturaleza en estado puro. También hay que elogiar la labor de estos ayuntamiento que a pesar de sus pequeños presupuestos han sabido apostar por un turismo sostenible, y además no nos costó trabajo localizar un lugar para pasar la noche al calor del hogar y con esa tranquilidad como es costumbre en este valle, que te deja descansar y reponer el cuerpo para afrontar la segunda parte de la travesía, a la mañana siguiente.
Amaneció despejado, la temperatura era baja, pero pronto el sol, que brillaba como de costumbre hizo olvidar que estuviésemos a mediados de otoño.
Saliendo del pueblo, junto a unas pistas deportivas, hay una indicación hacia Benarrabá, que marca tres horas, pero que nosotros, a ritmo lentísimo tardamos dos… no suelen estar bien cronometrados estos recorridos.
Al llegar a la localidad, preguntamos por el camino que llega a Algatocín, que no tiene pérdida, y donde podremos hacer una pequeña provisión de castañas, de las que aún quedaban por los suelos del camino, no es conveniente adentrarse en las fincas para cogerlas, ya que, los castaños tienen sus dueños.
Creemos que sería más acertado hacer este recorrido en nuestra BTT, ya que siempre hay posibilidad de buscar un itinerario ciclable, es más hay caminos que están marcados para hacerlos en bici, y ello nos ayuda a recorrer muchos más kilómetros en una jornada y disfrutar más aun del paisaje, ya que en las bajadas nos relajamos y avanzamos gratuitamente. Como muestra de nuestras intenciones, este fin de semana se celebrará la 2a salida en BTT por el Genal, entre Jubrique y Genalguacil.




















domingo, 10 de noviembre de 2013

SAN BARTOLO

Para estar a 10 de noviembre, el calor ha sido sofocante. 4 vías de escalada en Bordillos y Mosaicos han sido suficientes para quitarnos un poco el miedo escénico a lo vertical y tras pasar la mañana acalorados en la pared, decidimos bajar al coche, soltar cuerdas y quincalla, y emprender un paseo dominguero por toda la cresta de la Sierra de San Bartolo.
Las luces eran perfectas para contemplar el paisaje, casi no hacía viento, el camino es muy cómodo hasta la cima de San Bartolomé, de 442m y con una posición estratégica asombrosa para vigilar el estrecho, de hecho, muy cerca de la cumbre hay un bunker, que por su posición, debería ser declarado bien de interés cultural, ya que es la atalaya perfecta para el avistamiento de todo… se mueva o no se mueva.
Esta construcción militar, se sitúa en la Loma de San Bartolomé, a más de 400m de altitud y sobre la misma playa de Valdevaqueros.
Bajaremos hacia el Sur, hasta llegar a una roca grande con una gran fisura muy atrayente. Aquí giraremos a nuestra izquierda y bajaremos hacia los carriles que llegan al restaurante El Tesoro, desde donde nos dirigimos hacia las Placas Grandes, al norte (cuantas veces he escalado esas placas… hasta hemos vivaqueado en hamacas colgados a más de 80 metros del suelo), y buscando por allí, se haya un maltrecho camino, que se está perdiendo debido a su poco uso… ¡reivindicamos su uso!... igual que reivindicamos las notas de guitarra de Guadalupe Plata, grupo jiennense con un marcado estilo del blues más añejo y rancio.
Desde las placas Grandes, se busca el gran Gendarme de piedra, y hay una vereda guapísima que pasa por La Habitación y el Cancho y te devuelve a Betis, donde dejamos aparcado el coche. Un paseo muy agradable, muy fácil, y muy protegido de los vientos de Norte y Poniente. 










lunes, 4 de noviembre de 2013

VEREDA DE LA ESTRELLA


Una vez llegamos a la bella población de Güejar Sierra, solo tenemos que seguir las indicaciones que nos invitan a acercarnos a Maitena. La carretera es bastante estrecha, de hecho, en la mayor parte del recorrido no pueden cruzarse dos vehículos de más de 3 ruedas.
La nocturnidad nos confundió y aparcamos antes de lo debido, y es que hace casi una década que no me dirijo al Barranco de San Juan para recorrer la famosa Vereda de la Estrella, que recibe este topónimo por que era el camino que servía a las minas del mismo nombre, hoy día abandonadas.
Dejamos el coche al final de esta estrecha carretera, y cruzamos un puente que nos hace el favor de no tener que meternos en el cauce del río Genil. El camino está indicado y no tiene pérdida alguna.
Vamos caminando por la cabecera del mencionado Genil, rodeados de castaños, chopos, almendros, robles y bastante vegetación ripícola, típica de los barrancos de baja montaña, por donde discurre la senda.
Tenemos muy poca luz, pues hemos comenzado la travesía bien temprano, ya que es bastante larga y desde el cambio de hora, ya se sabe.
Al cruzar el puente del Barranco de Guarnón, vemos como el “couloir” del Veleta todavía tiene nieve, y disfrutamos de un buen aporte de agua al río Genil, que aunque nos parezca el mismo río, a partir de esta junta pasa a llamarse Real, y por el mismo camino, observando como se va perdiendo poco a poco la frondosa vegetación, vamos buscando la junta del Valdeinfiernos y Valdecasillas, que son los principales argumentos del río Real, y con ello, vamos entrando en el clima de media montaña, donde predomina la vegetación más rastrera.
Pasando las Minas de la Justicia ya nos queda poco para llegar a Cueva Secreta, pero nosotros no nos acercamos a la cueva.
Cruzamos el Valdeinfiernos, que desde aquí vemos como baja de Laguna Larga, y descansamos un poco, comimos, y nos refrescamos los pies. Subimos hacia la Majada del Palo, y rodeamos la Loma de las Casillas, para adentrarnos en el río Valdecasillas y seguir su curso hacia su nacimiento. Este camino está peor para caminar que el que sube hacia el collado de la derecha, por el que bajamos a la vuelta, pues es más transitado.
Ya estamos a 2000m de altitud y todavía parece que la ruta se esté eternizando, y es que vamos entrando en la alta montaña Nevadense, a la sombra del gran Juego de Bolos, y el paisaje se alza ante nosotros como una infranqueable pared, dejando a la izquierda el espolón de la Alcazaba.
Hace unas horas, desde el Viso de las Nortes, parecía inalcanzable la silueta de la dama y el gran Rey, y con insistencia nos vamos colando hasta las puertas de su palacio.
Hemos cruzado con muy pocas personas en todo el recorrido, y salvo tres montañeros salobreñeros que ascendían, los demás todos venían para abajo.
El mayor desnivel del recorrido, se salva en las Chorreras de la Mosca, donde las piernas van a dar todo su rendimiento para poder llegar a donde nace el río Valdecasillas; hacía bastante frío, aunque viajábamos en camiseta, con nuestro casco, por si acaso, de hecho, unos metros por delante de nosotros, se desprendieron algunas piedras y trozos de hielo de una de las Chorreras, que en este día de los muertos, estaban totalmente congeladas.
Casi 10 horas después de haber comenzado a caminar en el Barranco San Juan, arribamos a nuestro objetivo, La Laguna de La Mosca, bajo la gran Norte de Sierra Nevada, y con media laguna todavía alumbrada por el gran astro.
No perdimos tiempo y montamos nuestro vivac, consistente en una pequeña tienda, junto a la orilla de la helada laguna, a la que tuve que golpear el hielo para abrir un hueco y poder tomar agua para cocinar.
Ha sido, probablemente la noche más tranquila y silenciosa que hayamos pasado en alta montaña, y aunque el termómetro bajó hasta 0°, en nuestra tienda estábamos a 4°, motivo más que suficiente para pasar una noche cálida en nuestros mullidos sacos, situación que provocó sueños profundos típicos de una noche espléndida en la naturaleza; sorprendentemente estábamos solos a los pies del Mulhacén.
Hubiese sido un momento fabuloso para escuchar Grandes Huesos Negros, último trabajo de J. Teixi Band, el grupo de blues de Javier Teixidor, pero cada cosa en su momento.
Antes del amanecer estábamos trajinando por los alrededores de la laguna, bien descansados, y dispuestos a deshacer nuestros pasos, disfrutando de la sombra hasta casi las 11 de la mañana, parando a descansar nuevamente al cruzar el Valdeinfiernos, en Cueva Secreta, y arribando al coche en 6 horas y media… había ganas de llegar para comer.
Era domingo, y no nos cruzamos a nadie durante la bajada, pero al llegar a la Vereda de la Estrella, el gentío es incesante. Probablemente sea la vereda estrella de Andalucía.