No todo lo que salió de las entrañas de la tan mencionada borrasca ha sido
catastrófico, pero las comarcas afectadas, sobre todo por el potente oleaje del
Mediterráneo, han pasado una mala semana, sin lugar a dudas.
Es domingo, un día poco habitual para acercarnos a la montaña, a no ser que
amanezcamos en ella, pero como la borrasca estuvo insistiendo hasta la noche
del sábado… no tuvimos otra opción sensata. Siempre habrá tiempo para pasar un
mal rato.
Agrada dar un paseo por las Cañadas del Cuerno y las Ánimas, y encaramarse
a un nevado Peñón de los Enamorados, que justo en el momento en que lo
coronamos, nos obsequió con unas preciosas imágenes a los cuatro vientos.
Minutos antes de llegar, prácticamente no se veía tres en un burro, de hecho,
no tenía ni huella abierta…
Hay una banda gallega, The Soul Jacket, que tiene una calidad musical digna
de mencionar. Los ritmos, la técnica de sus componentes, la imaginación a la
hora de dar cuerpo a las canciones… todo en general desprende muy buen
ambiente. Se nota el trabajo que le dedican y la emoción con la que se reúnen.
Eso es algo muy importante para que un grupo se convierta en un buen grupo.
Tuvimos la suerte de verlos en directo hace unos meses… pero hoy no queríamos
hablar de música, sino de lectura. Recibimos en navidades un libro muy
relacionado con nuestro modo de vida: la práctica del montañismo. Lo vamos a
aconsejar, porque no tiene desperdicio. El título es: La virtud en la Montaña.
Vindicación de un alpinismo lento, ilustrado y anticapitalista. Su autor es
Pablo Batalla Cueto. La editorial: TREA. Una lectura que cambiará la manera de
sentir tus escapadas al medio natural.
Hablando de medio natural, precisamente el déficit de naturaleza es la
enfermedad más grave a la que se enfrenta el ser humano, y hoy día, muchas,
cada vez más personas, acuden a la naturaleza con un simple objetivo: Mirar el
cronómetro. Vivimos rodeados de “influencers” que por un selfie en una cumbre
son capaces de cualquier cosa, incluso de dejar tirados por el camino los botes
de agua, porque se han rajado, y los envoltorios de sus “barritas energéticas”
azucaradas que lo único que les va a aportar es colesterol y triglicéridos a “punta
pala”, con el gravísimo riesgo de infarto que ello supone. De hecho, mueren “atletas”
todas las semanas… cuando se supone que el deporte es salud… la actividad física
es salud… caminar por la montaña es salud.
Caminar por la montaña nunca había sido tan peligroso como ahora… desde que
esos geles y relojes “georeferenciados” abarrotan las estanterías de ciertas
tiendas de deporte, provocando el insomnio de miles de “montañeros” capaces de
endeudarse por lucir en su pulsera, Gopro con palo de selfi en mano, en la cúspide
de alguna cima de la cual algunos incluso desconocen el verdadero topónimo,
pero a la cual, un anónimo “track” les ha llevado.
Algún día, caminar por Sierra de las Nieves con medio metro acumulado (de nieve),
será un placer… mientras, la basura seguirá adornando veredas, cañadas,
collados e incluso cumbres. Como dice Pablo Batalla, un montañismo más lento e
ilustrado, es necesario.
Durante esta misma semana, hemos viajado de nuevo a El Burgo, para recoger
un accésit del concurso de fotografía sobre Sierra de las Nieves, al cual nos
presentamos con una de las mil fotografías que tenemos archivadas en nuestro
ordenador, que refleja un momento espléndido de una copiosa nevada en la Cañada
de las Ánimas, y que acompañará el mes de septiembre del calendario 2020 del
Parque Natural. Damos las gracias a la organización de tan atractivo evento.