He
llegado a comprender, por fin, el vínculo que sin saber, teníamos con la isla
de Gran Canaria, y es que a partir de ahora voy a amar más, si cabe, todas las
plantas ornamentales que heredé gracias a la gran pasión y esmero con el que
mis progenitores, especialmente ella, cuidaban y criaban… y yo sin saber todos
estos años, que el 95 por ciento de ellas, son especies autóctonas de esta
ínsula.
Tanto
si tomamos la GC-60 o la GC-65, llegamos a San Bartolomé de Tirajana, y a partir
de aquí continuamos ascendiendo por la C-815 en dirección a Ayacata, hasta
llegar a un collado bien marcado, que es el Paso de la Herradura, o Degollada
de Cruz Grande. En Gran Canaria, nos tendremos que acostumbrar a llamar
degolladas a los pasos o collados de montaña.
Aquí
dejamos aparcado el coche, y buscamos un sendero que parte a la izquierda, si
bajamos unos metros por la carretera en dirección a San Bartolomé. El camino
asciende cuasi sin pausa, por la misma arista, hacia los Caideros Altos, rodeados
de una variada vegetación de porte bajo y de apariencia cactácea. Las
sensaciones no tardan en llegar, pues el paisaje volcánico que nos rodea es
sublime, algo, para nosotros, mucho más
atractivo, por exótico, de lo que estamos acostumbrados a recorrer por nuestra
geografía más cercana.
Las
fragancias nos envuelven sobremanera, pues lavándulas, romero, hinojo, y otras
aromáticas tapizan el elevado y escarpado terreno por el que nos desenvolvemos
como peces en el agua.
El
camino está muy bien elaborado, y por aquí pasa la Trans Gran Canaria, de hecho
vimos a varios corredores, entrenando por la zona… es un placer verles correr
por estos terrenos; cada uno va al ritmo que puede, está claro… si nosotros
pudiésemos, iríamos volando… Este camino fue restaurado el siglo pasado, y no
tiene pérdida ninguna, pero no esperemos ver señalizaciones de hacia donde
vamos caminando, de todas formas, casi siempre te encuentras a algún amable
lugareño al que puedas preguntar: poca gente tan agradable y paciente hemos
visto como los canarios.
Al
cruzar el Paso de La Plata, atravesamos un altiplano en el que la lava se ha
enfriado efusivamente, formando basalto en grandes cantidades, y un
conglomerado volcánico espectacular, nos sirve ahora de alfombra para nuestros
pies. La sombra en esta zona, nos la proporcionan enormes pinos canarios de los
que podemos disfrutar. Este pino se caracteriza por resistir el paso del fuego…
además de tener tres acículas en cada braquiblasto.
Vamos
ascendiendo por este confortable pinar, y nos cruzamos con chavales que bajan
vertiginosamente en bici… y el sendero tiene zonas muy aéreas y estrechas… me
reitero: cada uno baja o sube como sabe o es capaz, ¡que envidia!
Al
llegar a la Degollada de los Hornos, vemos a un grupo que descansaba, y les
preguntamos, pero no conocían bien el lugar, aunque llegamos a la conclusión de
que nuestro rumbo debía cambiar de NE a SE, para subir al Campanario, risco
volcánico con grandes escarpes, de 1917m de altitud, que se yergue como una
atalaya sobre el barranco de la Culata, y formando parte del Monumento Natural
de los Riscos de Tirajana, bien visibles desde donde nosotros teníamos el campo
base: Vecindario, a 0 msnm.
Justo
en la cumbre hay un hito del cabildo, de 1953, que separa las lindes de los municipios
de San Bartolomé y Vega de San Mateo, como los que hemos visto jalonando
nuestro avance desde Cruz Grande.
Desde
esta vertiginosa cumbre, pues el fondo de los riscos está más de 600 metros
hacia abajo, bajamos con delicadeza hasta un lugar soleado y poco venteado
donde poder disfrutar de un té y unos frutos secos, combinación que nos
reconforta bastante y nos proporciona la energía suficiente para continuar
hacia el objetivo principal del día 29 de diciembre: El pico de las Nieves, de
1951m, y que por 5 metros no es el techo de Gran Canaria, pero al Morrón de la
Agujerada, no se puede subir si no es salvando una tapia con pasos de V+, para
los cuales es necesario tener los conocimientos y técnicas apropiados, cosa de
la cual puedo presumir, pero la escalada es cosa de dos, y además, a la isla no
hemos traído el material apropiado. Hay que aclarar, que en el avión no se
pueden facturar sustancias explosivas, por lo que si traemos nuestro quemador,
como siempre, podemos comprar aquí la carga de gas pertinente y así poder
seguir disfrutando de nuestra bebida caliente en montaña.
Al
pico o Pozo de las Nieves se puede subir en coche, de hecho, hay unas instalaciones
militares, con la EVA Nº 21 en la misma cumbre, pero si lo que queremos es
caminar… además, si no nos gusta el frío
extremo y las condiciones invernales, Gran Canaria en diciembre, es una
interesante opción, pues hay que añadir, que el día anterior estábamos en manga
corta… pero no olvidemos, que a dos mil metros, hace frío.
En
estos días cumple 35 años Slowhand, el álbum de Eric Clapton, que hace
referencia a su apodo cariñoso por el que es conocido este artista… así es como
hemos venido a la isla, con la ironía de parecer lentos, pero sin pausa…
Tras
haber disfrutado de unas panorámicas envidiables, con Maspalomas a un lado, el
Teide a otro… el Roque Nublo, Agüimes, Arinaga… se contempla toda la isla, y
también Tenerife, por lo tanto, al rato
de haber comenzado la bajada, nos entró
hambre, pues la vista había trabajado lo suyo… y la contemplación precisa
energía, la cual repusimos al pasar de nuevo por la Degollada de los Hornos, y
solo nos quedaba para completar la ruta, asomarnos a la Ventana del Nublo, junto
al Cuchillón,
recomendada por unos chavales con los que intercambiamos unos
pareceres, y el camino se intuye bien al cruzar el frondoso pinar, y desde
donde se puede disfrutar otro rato, de rincones que no se otean desde la
cumbre.
Tras
más de 7 horas, llegamos a nuestro nuevo coche, y decidimos continuar por la
carretera hacia las cercanías del Roque Nublo, Monumento Natural, al cual se
accede por un sendero que nos ocupará
menos de una hora caminando, ida y
vuelta, desde el aparcamiento. La sombra del Roque al atardecer, proyectada
sobre el Paisaje Protegido de las Cumbres, es espectacular.
Nos
sobraba poco tiempo de luz, por lo que salimos en dirección al Pico de las
Nieves, en coche, y pudimos captar las últimas luces, con una imagen de fondo
que todos reconocerán.
Había
merecido bastante, el gasto y el esfuerzo de viajar a Gran Canaria, en estas
fechas tan… (adjetivar al gusto).
Preciosa ruta la que habéis hecho y excelente tierra la de tus ancestros. Espero veros pronto. Saludos.
ResponderEliminarHola Salva, no son mis ancestros los canarios, si no las plantas que cuidaban, que ahora cuido yo.
EliminarLa ruta estuvo muy bonita, ha merecido la pena viajar a la isla, que en realidad, está casi tan cerca como Granada (en tiempo).
Si quieres el track, lo hemos dejado en la web de wikirutas, que la conocí el otro día.
Salud, y a por hielo... que es lo que toca.
Me temo que Canarias tendrá que esperar... hace 20 años fui y espero volver de nuevo, a ser posible a Tenerife. Seguimos en contacto...Saludos.
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