La
emoción de caminar a oscuras por la montaña cambia radicalmente cuando
enciendes el frontal. De pronto, te invade una falsa sensación de seguridad, es
como si tu mundo se redujese a esos escasos metros que alcanza el haz de luz
que sale de tu cabeza. Parece que no estás allí, rodeado de lapiaces y escarpes
que incomodan tu avance… parece que no estás allí… cargado con el peso
suficiente para hacerte desequilibrar a cada instante… realmente si que estás
allí.
Montamos
la tienda en la más absoluta oscuridad, y disfrutamos de nuestros pequeños
manjares en el interior… dispuestos a alcanzar el sueño en una noche
estrellada, en la que pudimos disfrutar de la Vía Láctea… el otoño ha llegado,
y nuevamente retomamos la actividad de subir montañas… sin sentido… la
comunicación se rompe por completo en el momento del orto: Communication
Breakdown (Led Zéppelin) retumba en la imaginación, aunque la realidad es otra:
nace un nuevo día y estamos vivos para poder disfrutarlo por encima de las
nubes. Es un momento incomparable.
Qué gozada. Bellas palabras.
ResponderEliminarGracias a ti Dani por pasar por aquí. El otoño viene con calor aunque en la sierra hacía fresquito.
ResponderEliminarSaludos.
Lo del fresquito, ya lo imaginaba yo. Pero fresquito el que estamos pasando nosotros. Por cierto espero poder apuntarme a una nocturna pronto. Saludos.
ResponderEliminarSalva, este comentario deberías haberlo puesto en inglés... deja de entrar en Caminos y Caños y vete a Piccadilly Circus...
ResponderEliminarUn saludazo socio...
Vaya fotos bonitas!!!!! envidia sana. Saludos
ResponderEliminarJorge, pues a ver cuando coincidimos... Sierra Nevada está a la vuelta de la esquina... ¿te apuntas?
EliminarUn saludo, socio.