Todas las semanas salimos a pedalear por el entorno
de la Bahía. Es tan sencillo como vestirte de romano y sacar la máquina por la
puerta. Tras ocho días de levante fuerte, me decido a poner rumbo a la colada
de los Hardales, para comprobar in situ
una dantesca imagen que se repite cada vez que nos azota el viento de
componente este.
Salgo hacia Chiclana, desde San Fernando, por el
camino del tranvía, y pincho la rueda trasera antes de alcanzar la quesería.
Una vez alcanzada la colada de los Hardales, y tras comprobar que han
terraplenado el carril que une Puerto Real con Medina Sidonia, giro bruscamente
a la izquierda para pasar por “Los Toboganes” y arribar al vertedero de
Miramundos.
En esta zona, la Ghost se defiende bastante bien,
interpretando el terreno a su antojo, pues la doble suspensión hace mantener
las ruedas de 26 pulgadas siempre en contacto con el suelo, permitiendo que me
concentre únicamente en la conducción y en disfrutar de la trazada… abro a tope
el amortiguador trasero y me relajo sintiendo el viento en la cara mientras
bajo a toda velocidad… es como un baile, sujeto a mi bici y buscando los
peraltes para aprovechar al máximo el camino sin tener que tocar las manetas de
freno… I´m Shakin´ , ya lo refleja Jack White en un blues sublime,
junto a un coro de voces femeninas sencillamente bestial.
Antes de Miramundos, compruebo, como otras veces,
que el viento desplaza los plásticos a kilómetros del vertedero, destrozando
alambradas, contaminando tierras de cultivo, ensuciando arroyos, y deteriorando
un paisaje de campiña que da de comer a unas cuantas personas.
Entonces me pregunto: ¿de que sirven iniciativas
como Coge3 o las campañas de recogida de residuos llevadas a cabo por
voluntarios de SFK? La verdad es que no sirven de mucho, pues por otro lado, la
administración no mete baza en la actitud de los responsables del vertedero,
que bien nos cobran la recogida de residuos.
Como dije al comienzo, el panorama es dantesco.
Rodeo la Sierrezuela por carretera, pues la ascendí
hace dos días, y no me gusta repetir camino
en la misma semana.
Rumbo a Puerto Real voy pensando en la libertad que
me proporciona la bici, y la facilidad de su uso. Está claro que vivimos en un
país de ciclistas; en todas las casas hay, al menos, una bici, pues es un
vehículo básico y el más ecológico de cuantos existen. Habría que construir más
carriles bici, para que la población pueda disfrutar sin riesgos del mejor de
todos los deportes, el que más emociones provoca, sin malos rollos de rivales
ni contrincantes… un mundo de camaradería y salud. De hecho, lo primero que te
manda el médico de familia cuando se avecinan problemas cardíacos es muy
simple: Monte usted en bici… que quien mueve las piernas, mueve el corazón… y
el regalo que todos recordamos con cariño y emoción desde pequeños, fue nuestra
primera bici.
¿Quién no se ha emocionado viendo pedalear a Marco
Pantani?
Oído cocina...ensuciemos menos todos y me alegro que podáis pasear en bici tan fácilmente, donde vivo ahora lo tengo mas complicado, verdad que donde vivía antes, era lo mas fácil del mundo y no lo hacia, no tengo excusas.
ResponderEliminarGracias Salva. Es un placer disponer por estas campiñas de tanto cordel, vereda... y demás.
ResponderEliminarCuando voy por ahí, cambio el chip, y no voy metiendo envases en la mochila... jajaja... necesitaría un mes... y un camión...
Rocanrolll