Salir
de casa con la intención de pasar la noche fuera, sin alejarse demasiado, con
poco esfuerzo, aunque tampoco regalado. Como si fuese un blues… tocado por el
maestro Satriani. Slow Down Blues, donde poco a poco, la guitarra va tomando
fuerza… la fuerza necesaria para hacer avanzar la bici en las subidas… como en
las subidas por el mástil. A veces la guitarra se asemeja al camino… hay que
respirar, descansar, bajar la intensidad y relajar el cerebro… para volver a
subir mas tarde. Los deportistas, cuando van avanzando en edad, se dan cuenta
que ya no tienen el brío de la juventud… van perdiendo zancada y ganando
experiencia, al igual que muchos músicos, que son muy virtuosos en la juventud,
pero con los años, no pueden interpretar sus propias canciones, pues no
alcanzan las pulsaciones necesarias.
Aunque
nuestro campo de acción es algo monótono, pues tampoco nos podemos alejar tanto
a base de darle a la biela, siempre habrá alguna manera de abarcar un poco más…
fraccionando la etapa, por ejemplo.
Las
lluvias han sido generosas estos días atrás, por fin, y la opción estaba clara:
¿para que empantanarse? Tomamos el terraplenado carril que une San
Fernando con Chiclana; nos acercamos a Medina Sidonia por carretera;
disfrutamos de la solitaria carretera de Los Naveros hasta Vejer; y por la
carretera que comunica esta última localidad con Trafalgar, pusimos ruedas en
Zahora.
Zahora
en noviembre es un paraíso para ciclistas y senderistas que buscan un rincón donde
descansar las alforjas, estupenda para dormir sin escuchar un alma y con buenos
espacios para alojar las monturas. Podremos contemplar la ráfaga del faro
arrojando luz al infinito en la oscuridad.
Olas
de casi tres metros en El Palmar, por la mañana… y tomamos la carretera de
Conil; pasamos por El Colorado, Barrio Nuevo, Pago del Humo, Chiclana, El
Marquesado, La Chacona, y al llegar a casa, 126 kilómetros más tarde… la
sensación de haber aprovechado el “finde”, nos ha provocado una enorme tensión
muscular en los rostros ( lo que viene siendo una sonrisa de oreja a oreja).
Slowdown (ralentizado), esa es la manera de darle
al manubrio cuando se viaja cargado, pero también se disfruta más del paisaje y
del momento.
Ermita del Berrueco |
Iglesia de Los Naveros |
Ganadería de Nuñez del Cuvillo |
Surf en El Palmar |
Hoy he descubierto tu blog, como casi siempre sucede en estos casos, por casualidad. Me ha gustado tu estilo en las descripciones de los recorridos, así como las fotografías que los ilustran. También, especialmente, las referencias musicales que introduces. Me lo apunto para futuras visitas. Un saludo. Lidia. lamaladeta.blogspot.com.es
ResponderEliminarMuchas gracias Lidia por pasar y quedarte unos minutos con nosotros en este pequeño rincón. Pasaré por tú blogs.
EliminarUn saludo