En
los ´70, Steely Dan era una banda bastante virtuosa, compuesta por músicos de
calidad. Músicos de la categoría de Mark Knopfler han pasado por sus filas, y
temas como Reeling In The Years, ofrecen un solo de guitarra excepcional, a
cargo de Elliot Randall. Recordar esta magnífica banda, nos parece
imprescindible. Y recordar otras cosas también.
Según
la R.A.E., Ventisca:
Borrasca de viento, o de viento y nieve, que suele ser más
frecuente en los puertos y gargantas de los montes.
¿Dónde
está el límite de la capacidad mental? A veces… muchas, cuesta entender que
estamos a punto de sobrepasar una línea que va a comprometer la seguridad. El
hombre es un animal que responde al estímulo de la adrenalina y la
testosterona… por eso, la mujer, desde tiempos inmemoriales, ha sido siempre
mucho más sensata que el hombre. En todo grupo montañero es conveniente que
exista matriarcado. Una mujer debe ser, en casos extremos, la que tome el
bastón de mando… pues si dejamos que las hormonas masculinas lideren la
situación, probablemente vamos a conseguir avanzar hacia una muerte segura.
El
sentido común no debe ser cosa de mujeres, de hecho, todo homínido debería
practicarlo en situaciones que pueden llegar a ser muy comprometidas, con el
simple hecho de que alguien se tuerza un tobillo.
La
nieve polvo recién caída y arrastrada por vientos que superan los 110 km/h, en
la montaña, puede llegar a tener un fatal desenlace si alguien sufre el mínimo
percance. No puedes avanzar con comodidad, no vemos bien, se nos congelan las
partes de nuestro cuerpo que están expuestas a la intemperie, no podremos
trabajar con el plano en caso de necesidad, si soltamos un guante podemos
perderlo, por lo tanto hay que llevar otros en la mochila, así como unas gafas
de repuesto. El tubo de hidratación se congelará, cuando estemos desfallecidos,
el simple hecho de parar a comer algo, se convertirá en una labor complicada,
incómoda y de riesgo de hipotermia, por haber parado la actividad.
La
euforia se hará dueña de nuestras sensaciones, y tomar la decisión correcta,
puede que no sea nuestra prioridad, arrastrados por esa falsa sensación de
control, sobre todo, de control masculino, ya que como dije antes, las mujeres…
suelen estar al tanto de la situación en todo momento.
Recomendamos
a todos los montañeros que tengan la oportunidad de vivir una situación de
ventisca, que la vivan, pues es muy emocionante, pero rogamos a todos esos
montañeros, que nunca se dejen llevar por la testosterona y sepan renunciar al
placer de ese caramelo meteorológico a tiempo, pues de la felicidad al
desastre, sólo hay un paso.
Foto tirada a más de 500 de velocidad. Se observan los trazos que describen las partículas de nieve. |
¿Adonde intentasteis subir? Yo fui a la Maroma y en el tramo final me tuve que bajar, que jartá de aire!!!!
ResponderEliminarHola compañero, pues intentamos ascender por tercera vez el Calvitero, con nuestro primo, pero el viento era incomodísimo, a parte de que al terminar el tramo de carretera, había zonas donde te hundías hasta la ingle... lo que se conoce como "nieve inglesa", y era bastante tedioso. Subir, lo que se dice subir, se podía haber subido... pero no merecía la pena. Mi primo nunca había estado y le gustó mucho, y nosotros ya hemos estado en la cumbre en 2 ocasiones.
EliminarAl bajar, nos dimos un paseo por el bosque de rebollos que hay cerca de la presa, y estaba muy bonito con tanta nieve. En Candelario también había nevado.
Un saludo, y gracias.
Bueno, bueno, la lectura de vuestra odisea me ha traído recuerdos de la primera vez que hicimos el Chamizo (Villanueva del Rosario) o la vez que hicimos la cordada del pico Bermejo (Subbéticas cordobesas). Efectivamente, aún con condiciones meteorológicas más benignas, el frío intenso hace incluso que no razones adecuadamente, si paras a comer, te hielas los dedos y comienzas a temblar, hay que seguir andando a toda costa, que el corazón no pare de mandar sangre a todos los miembros. Bravo compañeros, mucho cuidado con las rutas que aún nos quedan miles y miles por realizar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Juan José.
Gracias Juan José. A mi la sensación de la ventisca, aunque incómoda, me gusta. Solo que tiene el problema de que si sucede algún percance, lo vas a pasar muy mal. Recuerdo una vez, hace unos 6 años, subiendo el canuto del Veleta. Yo iba por arriba, y no me enteré que un compañero se había caído. Llegué al collado entre Veleta y Salón, donde han rescatado a unos chavales este finde pasado, y me pude comunicar con mis compañeros. Como el que se había caído se asustó un poco, montamos reuniones para asegurarlo y que ascendiese con seguridad. Yo estuve más de una hora en la reunión, esperando, a -3º y con viento... lo pasé fatal. Cuando empezó a entrarme hipotermia... empecé a dar pioletazos y patadas al suelo, para calentar... hice un nido de águilas de casi 2 metros cuadrados, tirando para la Sur, toda la nieve, evitando que le cayese a mis compañeros. ¡Que mal rato allí parado! Desde entonces, llevo en la mochila unas manoplas de expedición de 150€.
EliminarUn abrazo, y gracias por comentar.
No me había percatado de esta entrada. Zona de mucho viento casi siempre ese lugar, ya es la segunda vez que teneis problemas por ese lugar. Yo visto lo visto tuve suerte cuando fui pues tuve un dia magnifico. En fin, a lo que comentais, estoy con vosotros, la mujer es mas comedida... aunque yo tambien suelo ponerle sentido comun a estos asuntos.
ResponderEliminarSaludos, nos vemos.
Hola Salva, es verdad que hace unos años, subimos al Calvitero con nieve, y la ventisca no nos dejó llegar al Canchal de la Ceja. Aquella vez la nieve estaba más alta, y más dura... se progresaba muy bien con crampones. Esta vez no hemos usado crampones, pues era nieve polvo recién caída.
EliminarMenos mal que estaba Isa, que si no, Juan Carlos y yo tiramos para arriba... ya sabes, aquello de mejor morir que perder la vida...
Un saludo, compañero. Quiero ir pronto por Grazalema... y descender el Boyar con el patinete, cuando acabe la excursión.