Llevamos tres semanas de octubre y el calor no se quiere despegar de
nuestras latitudes… pero sí que lo hacen algunas personas… esas personas que
han sido imprescindibles en el avance del Rocanroll, acelerando el blues y
rodeándose de otros músicos importantes de la escena de New Orleans, y que
incluso pasaron por el trance de la diferenciación racial. Persona, que incluso
sirvió de inspiración a los cuatro de Liverpool. De hecho, Lady Madonna era un homenaje
al gran Fats Domino… “El Gordito”, que murió dos días después de esta
fantástica ruta que llevamos a cabo al Sur de Badajoz.
El Club Ciclista Puerto Lobo, de Cabeza la Vaca, organizó este recorrido
que discurre entre fincas de castaños, rebollos y pinares. Tremendas subidas,
técnicas, difíciles… de hecho muchos las hacían caminando, y vertiginosas
bajadas que ponían a prueba el equilibrio y la capacidad de trazada y frenada.
Todo un reto, que en un principio estuvieron a punto de desaconsejarnos cuando
les dijimos que íbamos en tándem.
Al final, no fuimos un tándem, sino tres. Se consiguió congregar a más de
una centena de intrépidos “bicicleteros”, enamorados de la afición al pedal, de
la naturaleza… y del compañerismo.
La mañana era fresca… aunque poco a poco se fue disipando el frío. El
ambiente, jovial y confortable, incluso invitaba a pedalear cuesta arriba con
alegría, sobre todo al inicio… aunque la apreciación fue, que estuvimos todo el
día ascendiendo… ya que las bajadas son tan rápidas, que ni las notas.
Cabeza la Vaca, aparte de una rica gastronomía y unas gentes muy
acogedoras, tiene, entre otras muchas más cosas, una almazara, Tentuoliva, que
nos va a deleitar la mesa durante los próximos seis meses. Un placer para el
paladar.
Hubo tramos con porcentajes que llegaban al 22. Fue un verdadero reto
realizar el recorrido que nos prepararon, de tan sólo 40 kms, pero con más de
1150m de desnivel, en el cual, sólo una vez tuvimos que poner pie al suelo. Un
26% de rampa con piedras y chavales parados en medio, fue imposible de pasar a
lomos del tándem.
Sincronizar el movimiento en un sendero estrecho, de bajada, con escalones,
piedra suelta, cruzando un arroyo… fue una verdadera prueba de equilibrio. Una
gozada.
Hemos descubierto, que por aparatoso que parezca, el tándem es capaz de
bajar por vericuetos que ni nos imaginábamos, y que sabiendo gestionar los
desarrollos y la coordinación, se puede subir casi cualquier cosa.
Esta ruta nos ha enriquecido mucho, gastronómica, cultural y técnicamente
hablando. Ha propiciado que la confianza en el tándem haya aumentado.
Si no te gusta la bici, que también es muy normal, en Cabeza la Vaca se
organizan rutas de senderismo entre castaños, fáciles de llevar a cabo, con una
buena oferta gastronómica y un entorno inigualable. Atentos para el año
próximo.
Se da la salida y nosotros con la charla, mirando hacia atrás. |
Una de las rampas más duras. |
Parada para reunificar. Cerca del Monasterio. |
Avituallamiento a cargo de la organización. |
Entrada a Cabeza la Vaca. |
Plaza del Rollo (s. XVI) |
Nada... que habeis cojido la bici y no la soltais. Que pena que desde hace tiempo yo no me encuentro agusto en ese medio y tuve que desistir, sino alguna de esas salidas vuestra me hubieseis tenido a vuestra vera. Me alegro mucho por vuestras salidas en tándem. Saludos.
ResponderEliminarHombre, Salva, muchas gracias. Si te digo la verdad, el entorno de la bahía de Algeciras es muchísimo más atractivo para la bici que la otra bahía. Lo dice uno que pasó la mitad de la vida en una y lleva la otra mitad en la otra... no hay parangón.
EliminarLo de Cabeza la Vaca, fue algo que no sabíamos... nos enteramos 5 días antes, nos lo pensamos, y entre que hacía calor para ir a caminar a la montaña, entre lo cercano que está el Yacimiento de Capote, y que en Badajoz se come mejor que en Cádiz... no nos lo pensamos mucho.
Ya volveremos a las botas y las mochilas, no te preocupes... lo de la bici es pasajero.
Un saludo.