La hora exacta no la recordamos, pero reinaba la oscuridad en Hoyos del Espino
cuando nos pusimos a trastear con el desayuno. Tostadas con aceite, té en taza
enorme, algo de fruta… vamos, como en casa. La temperatura exacta no la
recordamos, pero para tratarse de un 13 de julio, nos pertrechamos con manga
larga y chaqueta, y todavía no habíamos salido de Hoyos. En el aparcamiento,
unos montañeros iruñeses nos piden un mechero… no lo encontré, pero di con una
caja de cerillas en una de las maletas… y se la entregué para que pudiesen
desayunar… Nos vamos hacia la Plataforma. No había salido el sol cuando
comenzamos a caminar por el empinado empedrado que te facilita el acceso a los
Barrerones. Nos cruzamos con el Prado de las Pozas, y titubeamos, porque la
senda estaba muy difusa y empapada… hacía frío, pero la luz era hermosa… ya ni
nos acordábamos del calor veraniego y otras historias, ahora lo importante era
disfrutar de la montaña, de la gente… sin miedos, sin manipulación. Decidimos,
aunque nos pesó, rodear Cuento Alto por los Barrerones… vaya, hacía dos días
pasábamos por ahí mismo… pero la diferencia era asombrosa. El día 11 hacía
calor, había muchísima gente por el camino, y vimos una muchacha haciéndose
selfies con una pamela en lo más vertical del mirador de los Barrerones… nos
acordamos bien de ella, ya que fue quien nos acercó a Navalperal en su coche,
con su pareja… pero hoy, dos días más tarde, la mañana es gélida y solitaria en
absoluto. ¡No hay nadie! Sólo algunas cabras, ignorantes de la que se ha montado
en el mundo capitalista a consecuencia de un virus… un virus que dicen que ha
llegado a nosotros por culpa de un animal… ¡que ironía! La ascensión al Morezón
es muy sencilla, y la parte final va emocionando poco a poco, hasta que te
asomas a su vertiginosa caída a la Laguna Grande, donde tienes frente a ti lo
más granado del Circo Central. Es realmente bella esta panorámica. Creo
reconocer el corredor por el que bajamos hace unos 17 años en un frío diciembre.
Nos encontramos a un padre con su encantadora hija, vecinos de Navalperal… una
verdadera montañera como pocas hemos visto con esa corta edad. Hacía frío,
viento, y una luz sin precedentes. El muchacho nos explicó toda la orografía, y
le confesamos nuestra idea principal, que era dirigirnos a La Mira… pero cuando
vimos donde estaba… desistimos de inmediato… no queríamos llegar muy tarde, el
calor podía apretar. Vimos llegar a un par de montañeros, que no nos
reconocieron, pero yo a ellos si: Los del mechero. Los pamplonicas. Buenos ratos
se echan en esas solitarias cumbres con personas que ni conoces, y con los que
intercambias palabras y aparatos de fotografiar, para llevarte un recuerdo…
vamos, que te olvidas de pandemia, de distancias… al rato largo piensas: ¿no nos
hemos acercado demasiado?... bueno, ya está hecho… un asteroide se iba a
estrellar contra la tierra unos días más tarde… ¿Qué mas da el virus? Este
hombre de Iruña estuvo en Cádiz, subiendo el Torreón, en su proyecto particular
de ascender todos los techos. Sólo le falta uno, en una isla. Es un tipo con un
conocimiento sobre geografía y montaña, realmente sorprendente. Aprendimos
muchísimo en el Morezón. Después de unos frutos secos reconfortantes, y buscar
la paz interior contemplando la lejanía de las tierras extremeñas, nos metimos
con el Cerro de la Cagarruta, cuyo bucólico y atractivo topónimo no hacía más
que llamar nuestra atención. Desde este enorme cerrete, se viaja cómodamente
hasta el refugio del Rey, en ruina total, y tomado literalmente por los machos.
Bebimos en su fuente, que mana a más de 2000m un agua estupenda, sin cloro,
sin potabilizadores… agua pura. Decir que días atrás bebimos bastante agua de
las 5 Lagunas, y ninguno de los dos tuvimos problemas gástricos. Esto es un dato
importante para otras personas, por eso lo aclaramos aquí. Seguramente ya hemos
hablado algo sobre Peter Green, pero hoy nos sentíamos con la emoción de
mencionar a uno de los mejores guitarristas del género Rock y Blues. Un hombre
que hizo un pacto con el diablo, que desfiló en los Bluesbreakers con el
octogenario John Mayall, que no nos cansamos de repetir que lo vimos en Málaga
hace ya 3 años. Un hombre que compuso Albatross… que no es poco. Un hombre que
fundó Fleetwood Mac (Mick Fleetwood y John McVie son quienes dan nombre a la
banda)… banda importantísima en la escena británica y mundial, que ha pasado por
varias etapas, todas especialmente atractivas. Un hombre que vivió una confusa
época en la que su cerebro se diluía en ácido y tuvo que ser ingresado y
sometido a aquellos ancestrales tratamientos psiquiátricos a base de
electroshocks… Así, que sirva este pequeño párrafo como despedida de Mr. Green,
que con 73 años nos dejaba para siempre este 25 de julio. Entre el Refugio del
Rey y el fantástico Puerto de Candeleda, nos cruzamos con otro montañero. Venía
desde Guisando, por La Mira, y se iba para La Galana. Nosotros giramos en
Candeleda, buscando en esa zona de pastos una buena sombra para comer, y dimos
con el sitio clave, porque había restos de latas, envases… la gente usa la
montaña, pero no la siente. Si todo el mundo sintiese la naturaleza, no habría
basura en ella. Desde la divisoria Norte Sur, entre la Cagarruta y Puerto de
Candeleda, hay unas panorámicas indescriptibles, tanto al Tietar como al Circo
de Gredos. Un rico paseo de bajada nos lleva a las cercanías del antiguo remonte
diesel, abandonado, y que hoy no representa más que un montón de desagradable
chatarra pidiendo a gritos que alguien la lleve a un vertedero… o chatarrero.
¿Cuándo va a tomar una determinación la dirección del Parque Regional de la
Sierra de Gredos en acometer la limpieza de este delicado y sorprendente
entorno? La sociedad que gestionaba ese remonte, ya desapareció… creemos que ya
es hora (o año, más bien… o década, incluso) de coger la cabra por los cuernos,
que luego a la hora de cazarlas, no hay dudas. Damos por terminada otra visita a
este maravilloso Parque del Sistema Central, donde reina la paz y el granito,
donde los pueblos ofrecen una gastronomía rica y variada, donde la gente es
acogedora, donde no falta agua… donde nace el Tormes… que no es poco.
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El camino empedrado que sale de La Plataforma
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Prado de las Pozas
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Asomándonos al Circo Central
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A juzgar por el aspecto de todo, parece que está abandonado.
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Creemos que fue una tesis de 2013. Hay bastante material de repuesto.
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Una mirada hacia el infinito |
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Laguna Grande de Gredos. El refugio, a la izquierda de la imagen
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Refugio
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En la cumbre del Morezón con el Almanzor de fondo
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En el Cerro de la Cagarruta, que roza los 2300m
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Refugio del Rey. Donde las dan, las toman.
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Fuente del Rey.
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Entre Puerto de Candeleda y el refugio. De espaldas al Tietar.
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Y que vistas tiene esta pequeña elevación.
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La Cagarruta y el refugio.
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La infinita Extremadura.
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El Puerto de Candeleda.
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Pequeño hito.
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Praderas enormes.
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Ya me extrañaba a mi que estuvieseis quietos tanto tiempo!
ResponderEliminarY no, no es así. Seguís buscando caminos, caños y picos por los mundos de Dios.
Enhorabuena y saludos.
Dobleerre
Compañero forero, un saludo.
EliminarGracias por entrar aquí y participar. Si, hemos estado haciendo algo... poco, como todos, pero al menos nos hemos ido unos días a la maravillosa Sierra de Gredos, capeando el calor. Después de esta, intentamos subir al Canchal de la Ceja, por el Trampal... pero empezó a apretar la temperatura y se nos hacía imposible... nos dimos la vuelta. Pero Gredos estuvo muy bien. Hizo fresco. Amanecíamos a unos 8 o 9 grados por Hoyos del Espino... está muy bien.
Un saludo, y esperemos que este año sea más normal... que sea como siempre... con eso nos conformamos. Un abrazo.
Acabamos de venir de allí. Estoy trabajando las fotos. En cuanto pueda las subiré a mi blog. Saludos.
ResponderEliminarGracias, tocayo... a la espera estoy, deseando de ver ese buen reportaje que estás preparando.
EliminarLa zona es muy atractiva, desde luego... el granito es muy agradecido.
Saludos.
Subida la ruta al Blog.
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