Habíamos
decidido repetir experiencia en el río Alhorí, pues la última vez que subimos
al Picón de Jérez, la visibilidad era nula, y las condiciones de viento insoportables.
Una
copiosa cena en el refugio Postero Alto (1890m), y quedamos cargados de energía
para afrontar el desnivel de la exigente subida que nos espera a primera hora.
Primero, avanzamos por el cortafuegos, rodeados de pinos Carrasco, Laricio,
Negral y Silvestre, atacados por la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa), que está
desfoliando todo el extenso bosque y con la que debemos extremar las
precauciones. Vamos a dejar un enlace a la página de Encorda2, de Pedro Partal,
que supongo que conoceréis del programa Tierras Altas de Canal Sur, pues nos
explica muy detalladamente como nos afectan los tricomas.
Esta
vez entramos al barranco de Alhorí justo al terminar el pinar, disfrutando durante
más tiempo de una subida jalonada de abundante agua.
Conforme
ascendemos vamos teniendo que pisar más nieve, y hubo un momento crítico en el
que encontramos hielo bajo el fino manto de nieve polvo, en un paso inclinado y
delicado, en el que tuvimos que tallar unos peldaños con ayuda de nuestros
piolets.
En
el curso alto del río se están formando los espectaculares puentes de nieve,
tallados desde abajo por el paso de agua de deshielo, pero este año no son tan
grandes y hermosos como en anteriores inviernos, más copiosos en nevadas.
Nos
adelantaron dos montañeros, dispuestos a meterse en el corredor central del
Circo de Alhorí, al que ya tuve el placer de conocer (el corredor) hace 2 años,
y nosotros seguimos nuestro persistente y lento
caminar hacia el Oeste, por una
zona muy inclinada, con dos suertes de terreno: piedra suelta, que te hace
gastar energía en vano, y nieve, que aunque inclinada, no se hacía necesario
usar crampones para ascender por ella. Alcanzamos la cuerda, y una vez en ella,
sólo tuvimos que descender unos pasos hacia
el norte para arribar al Vértice
Geodésico de este cerro, que por cuestiones de visibilidad, no está levantado
en el punto más alto del Picón (3110m).
Comimos,
tranquilamente, pues hacía poco viento, y a ratos se despejaba y con ello
aprovechábamos para otear un poco. Esta vez no bajamos de nuevo hacia el río,
si no que ascendimos hacia el Puntal de Juntillas (3140m), para aprovechar que
el día estaba de nuestra parte.
Las nubes parecían jugar con nuestra presencia,
y nosotros aprovechamos este coqueteo alpinístico – meteorológico para caminar
un poco más y pisar la poco conocida cumbre de Los Cervatillos (3113m),
que
aunque forma parte de “la Integral”, no aparece su topónimo en todos los
planos. Justo al oeste y a 1km de Juntillas, no pudimos observar las lagunas
del mismo nombre, por estar cubiertas de nieve. Tampoco vislumbramos Loma
Papeles, por estar la zona cubierta de nubes. La arista que forma la nieve es
espectacular, y con la presencia de espesas nubes, aun emociona más.
Hay
que retroceder, hacia el collado que separa el Puntal de Juntillas de Cerro
Pelado (3182m), y los nubarrones están cada vez más altos y cerrados, pero aún
hay tiempo para otro tres mil, y por mucho que
lo intento no consigo convencer
a “naide” para ascenderlo, y expongo mis motivos: llevamos frontales, si se
hiciese de noche estamos cubiertos. Termino marchando solo, aligerando el paso
a la carrera para no perder tiempo, mientras el resto del grupo baja hacia la
Piedra de los Ladrones (2944m).
Subí
por subir, solo por sentir el placer momentáneo de la soledad en la montaña;
soledad y libertad… de hacer lo que cada uno siente que es lo más acertado, de
hacer las cosas por vivirlas, pues como canta Cristina Booth, del Grupo de Rock
alternativo Magenta en la canción I´m Alive, y esto me lleva a otra canción del
grupo: Lucky Man.
La cumbre
de Cerro Pelado es a mi parecer, más interesante que el Picón, y sólo permanecí
unos minutos, para no quedarme muy atrás.
La
niebla se iba cerrando, y perdí la referencia de la Piedra de los Ladrones
(2944ms), que a pesar de que son dos grandes bloques de piedra que se levantan
en medio de una loma de pequeños esquistos, la visibilidad en momentos era nula.
Estaba empezando a nevar, y al encontrarme de nuevo al grupo, todos se estaban
abrigando para soportar las inclemencias meteorológicas. La nevada arreciaba y
la visibilidad era muy corta. Empezamos la bajada hacia el Postero Alto, sin
acercarnos a Puerto de Trevélez; sólo nos queda descender 1000 metros de
desnivel por la loma de Enmedio, y no vemos claramente hacia donde avanzamos
debido a las nubes, aunque a veces se abren claros y nos recreamos con la vista
y en esos
momentos retomamos la vereda del Puerto de Trevélez, y que nos lleva
al refugio.
Al
llegar al amparo del Postero, y después del yantar, el cielo se despejó y con
la luna llena y la presencia de nieve en la montaña, la visibilidad era
asombrosa; salimos, ataviados de plumíferos, al gélido exterior a disfrutar de
la nocturnidad en alta montaña.
Que bien os fue, y una ruta muy buena.A mi por Picos de Europa, los dias fueron muy malos, alguna rutilla y alguna ascensión por las cercanias del pueblo, y poca cosa más.
ResponderEliminarUn saludo.
Si, Richi, estuvo bastante bien, la verdad. El viento se portó, y las nubes vestían la montaña y dejaban ver lo necesario, resultando excitante... a veces es mejor un poco de ropa que desnudos del todo, ¿no?.
ResponderEliminarSalud.