El
domingo amaneció soleado; aprovechamos el primer día de la nueva hora en el
Parque del Estrecho, en los sectores Bordillos y Mosaicos, donde dimos clases
de escalada a dos tercios del grupo habitual.
Es
uno de los mejores y más completos ejercicios que podemos realizar en plena
naturaleza, pues además de trabajar al 100% la musculatura esquelética, ponemos
a prueba nuestra inteligencia y habilidades. La toma de decisiones se vuelve
imprescindible si queremos evitar una caída, aunque no estamos del todo a salvo
de ella, ya que el agarre nos puede fallar.
Llevo
unos 11 años acudiendo a escalar al Bartolo, y la verdad, es que me gustaba más
antes de que talasen todo el bosque del Tajo del Búho. Lo que no me perdono es
que en todo ese tiempo, este domingo haya sido la primera vez que he subido
caminando a la cumbre de la sierra… hemos descubierto unas vistas asombrosas de
la ensenada de Bolonia, Sierra de la Plata, Cabo de Gracia, Cabo Espartel… pena
que de tanta foto a tíos pegados a la pared como lagartijas, la batería de la
G11 se quedase seca…
No
es que hayamos caminado por el lado más salvaje de la vida, pues la naturaleza
es nuestra madre y a quien le debemos la suerte de poder respirar, pero
teniendo en cuenta que si te falta el aire no podrás bailar: Lou Reed, que
descanses en paz.