Nos hemos enterado de la reciente muerte, el 17 de julio, del austriaco Felix Baumgartner, el hombre que nos mantuvo en vilo varios minutos durante el salto estratosférico que protagonizó en 2012 desafiando todo tipo de leyes biológicas. Que en paz descanse. No olvidaremos aquel momento histórico.
Pero volvamos a la Tierra, a Sierra Nevada, donde hacía años que no pisaban mis primeras botas de alta montaña, que con 23 años, dijeron basta cuando sólo llevaba 2 horas caminando… pero como era hora de comer, y tras atravesar un nevero encontré donde sentarme escuchando las collalbas grises, decidí que con el estómago lleno, posiblemente pensase un poco mejor de lo que lo suelo hacer normalmente… pero la digestión me jugó una mala pasada de altitud.
Cargado y sin mulo, noté eso… algo raro en la pisada… y tuve que retroceder unos metros para encontrar el piso Vibram de mis Asolo. La idea era Mulhacén… lo sensato era retroceder… lo poco práctico era volverse a Cádiz tras dos horas de caminata… y la decisión fue continuar sujetando la suela con los crampones y probar llegar hasta la Carigüela. Y hasta 3200m conseguí llegar. No había ni un ser humano en el refugio. Pasaron dos madrileños que venían aristeando por Loma Púa, desde Aguas Verdes, y luego un chico de veintitantos, fuerte, que había dejado la bici en las proximidades de la Caldera… en pantalón corto y con zapatilla Scott de ciclismo… con el frío que hacía aquel 7 de mayo.
Una zorra se acercó a buscar una oportunidad, un grupo de acentores alpinos me estuvo merodeando; tres golondrinas comunes, con 1ºC cruzaron el collado hacia el norte; 4 chovas piquirrojas revoloteaban chillando relativamente cerca… y cayó la temperatura hasta -4º esa noche.
Cena en solitario, tiempo libre para observar la nocturnidad, y por la mañana, tras el desayuno y los quehaceres de alta montaña en un vivac de esos, el cuerpo iba solo… hacia el Veleta. ¿Y si las botas?... ¿Qué botas?... ¡Al Veleta!
La nieve había transformado y a penas se clavaban las puntas de los crampones… que era lo único que violentaba el silencio en esta gélida mañana. Hacía frío… mucho frío… Isabel se asaba a 42º en Egipto, de crucero por el Nilo… y yo estaba a cuarenta y tantos grados menos ascendiendo con las botas rotas a esta solitaria montaña. Puede parecer una temeridad… pero más peligrosa es la carretera y todos conducimos.
El dibujo que va creando el viento en la capa de nieve de las aristas es muy emocionante, y te invita a acercarte al filo… las vistas del Corral del Veleta son maravillosas en esta etapa de deshielo. Los Machos, Mulhacén, Alcazaba… la vista es acojonante, y no hablemos de los Tajos de la Virgen.
Tuve que llegar “cramponado” hasta el mismo coche, ya sin nieve desde hacía rato… pero no me los podía quitar.
Nos hemos enterado de la reciente muerte del gran Ozzy Osbourne, el Príncipe de las Tinieblas… y nunca mejor apodado. Una persona con un carisma maravilloso en el escenario y con una voz un pelín distorsionada que emociona a un muerto, pero con una vida bastante penosa en lo personal. Un ser atormentado con problemas emocionales y psíquicos, que de no haber sido por su amada Sharon… posiblemente hubiera muerto muchos años antes. Una vida de mucho sufrimiento por parte de ambos, donde el amor pudo más que la violencia.
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Comienza la ascensión en Hoya de la Mora, con nubes de evolución. |
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Volviendo a buscar la suela. |
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Vale más la imagen. |
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El deshielo es espectacular, sin duda alguna... y traicionero. |
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Grandes males, pequeños remedios. |
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Esas líneas, esas sombras... run baby run... |
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Puntal de Loma Púa, desde la puerta del refu. Golondrinas comunes pasando. |
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El Veleta. |
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El acentor alpino (Prunella collaris). |
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Mulhacén y Alcazaba al fondo... Alcazaba... 15 años sin ascenderla... |
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La raposa. |
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No había otra cosa que hacer que sacarle fotos al Veleta. |
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El sol que se pone, y que salga por donde salga. |
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¿Qué dije del Veleta? |
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La inconfundible silueta de Alcazaba y Mulhacén... escuchando a Royal Republic. |
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Esas luces del amanecer del día 8 de mayo. |
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Y esas sombras... |
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Y el menda lerenda en la cumbre del Veleta. Diary of a Madman... D.E.P. |