martes, 9 de abril de 2019

Gaduares o Campobuche


Necesitamos salir a la montaña a caminar, como terapia. Hay facultativos que lo prescriben, de hecho. La necesidad imperiosa de respirar aire limpio y llenar el cerebro de imágenes frescas y gratificantes, a la vez que vaciamos nuestro cuerpo de sonidos molestos, es vital para los que habitamos la ciudad, escuchando motores y respirando humo.
Por el contrario, tenemos que conducir coche para acudir a ese Parque Natural que nos espera hoy. Entre 250 y 750 kms tendremos que recorrer para recrearnos con una caminata de 20 kms de media. ¿Compensa?
Desplazarse esa distancia, además de estresar, contamina como para replantear la actividad, pero ese sería un debate sin fin, y con pocas soluciones. Nuestra manera de devolverle el daño causado a la naturaleza, es recoger los plásticos y latas que nos encontramos por el camino… aunque los egoístas que los han dejado allí, también han usado coche. ¿…?
Otra actividad que también es muy necesaria para absorber energía y relajarnos, es escuchar música, ya que no somos capaces de crearla… por mucho que aporree la guitarra. También se puede criticar el hecho de conducir cierta distancia para dirigirse a un concierto, pero no siempre se acercan los músicos de tus preferencias a la puerta de casa… además es otra forma de ocio cultural: Iglesias, calles, plazas, museos…
Hace poco tuvimos la suerte de ver en directo a Stolen Notes, un quinteto que compone y trabaja la música tradicional irlandesa, con instrumentos acústicos tradicionales. Lo hacen bastante bien, siendo sevillanos y gaditanos, si los escuchas, no dudarías en afirmar que son del mismo Dublín.
Nunca habíamos estado por el río Gaduares, que es el único que saca las aguas de la Sierra de Grazalema y se las lleva hacia el Mediterraneo, a través del Guadiaro. Aprovechamos para acercarnos al cerro de Zurraque, pero nos quedamos en una de sus cumbres secundarias, para no perder mucho tiempo, y retomar el trazado circular que pretendíamos hacer, pasando por el cortijo El Huérfano.
Como eran fiestas de carnaval, la sierra estaba muy tranquila y daba placer caminar por dehesas, junto a ríos y arroyos y sentarse en un banco improvisado a degustar buen queso extremeño, como casi siempre.
Hay que sincronizar con el ritmo de la música, de la voz, y de la montaña.























2 comentarios:

  1. "Necesitamos salir a la montaña a caminar, como terapia". Nos sueles recomendar música en tus entradas, yo hoy te recomiendo lectura; "Monterapia" y "Slow Mountain" ambos de Juanjo Garbizu, para mi una "biblia" para mi filosofía montañera.
    Stolen Notes, ¿Bandera irlandesa en la cima?, casualidad o premeditación jejeje.

    Un saludo.

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    1. Gracias Daniel. Tomo nota, y cuando termine La Vida en el Límite de la Vida, de Sebas Álvaro, buscaré esos títulos, que seguro serán de mi interés.
      Esa bandera tiene su historia. Me la encontré en la cima del Mulhacén. Hace unos dos años fuimos a ver a Delorentos, a Sevilla, y me la llevé. Se la di al cantante (y guitarrista) y la ondeó un rato... me la devolvió el chaval y la guardé con más cariño aún. Y esta vez la hemos hecho coincidir con una recomendación de estilo celta. Aquí todo está premeditado... y meditado...
      Un saludo, amigo.

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