miércoles, 25 de abril de 2012

Al CIELO


Nos trasladamos a Nerja,  preciosa población costera situada en el extremo más oriental de la comarca de la Axarquía Malagueña, y donde entre 1979 y 1980, se grabó la serie de televisión más famosa de nuestra infancia, con el Pancho y el Piraña correteando por sus callejas, rodaje que dio mucha fama al municipio.
En el centro de la población está el famoso Balcón de Europa, nombre propuesto por el rey Alfonso XII en 1885, que visitó la población tras un terremoto, y al asomarse ahí le dio la impresión de que se acababa el continente, y que lo próximo sería África. Desde el barandal del citado balcón, se contempla imponente la vertiginosa sierra de Almijara, con la cumbre del Cielo aunando todas las miradas.


Nerja limita al Norte con el municipio de Cómpeta, ocupando la mayor parte de su término municipal la sierra de Almijara, donde nosotros fijamos nuestro objetivo.
Cerca de Nerja, están las Cuevas de Nerja con una rica representación del arte esquemático del Gravetiense al Solutrense y donde las sociedades de cazadores, recolectores y pescadores nos han dejado un rico Patrimonio.
En el aparcamiento habilitado para acercarse a visitar la Cueva, es donde dejamos el vehículo, aunque si alguien posee un todo terreno, o aprecia poco la mecánica, puede adentrarse con el coche por el carril, y quitarse un buen desnivel de las piernas… cuestión de preferencias, pero aquí hemos venido a caminar.
También hay que comentar que la Consejería de Medio Ambiente puede cerrar la tranca que se encuentra en la entrada del parque e impedir el paso de vehículos.
Comenzamos la caminata por el carril, aunque existe un sendero que discurre por el mismo Barranco de la Coladilla, mucho más interesante, pues se camina por un desfiladero entre paredes verticales, aunque más entretenido.
 El día amenazaba bueno, así que, con premura fuimos avanzando, que la ruta prometía ser larga.
Llegaremos a un cruce de caminos donde hay una indicación al área recreativa El Pinarillo, y nosotros tomamos el carril de la derecha, para emprender la subida de la cuesta del Cielo.
Debido a la orientación de umbría de estas laderas, y de la composición arcillosa del suelo, vamos a caminar jalonados de un matorral denso y variado, abundando la coscoja, enebros, genistas, aladiernos, jara clara, así como, un frondoso pinar.


Vamos avanzando en constante subida, atrochando los continuos zigzagueos del carril, y llegaremos a un breve descanso, en el Collado Romero; atravesaremos el arroyo del Romero, seco en estas fechas, y poco a poco nos adentramos en la finca La Civila, de propiedad particular, por lo que debemos ser respetuosos con el medio igual que si no fuese privada.


Pasando el cortijo, el camino discurre estrecho y bien marcado, entre aulagas, romero y algún pino, que poco a poco van desapareciendo.
Lo realmente espectacular de esta ascensión son las panorámicas del Mediterráneo y  de toda la costa del Sol que vamos a ir disfrutando conforme vamos ganando en altura, pero esta belleza visual tiene un alto precio a pagar: desnivel.


Salimos a caminar desde una altitud de poco más de cien metros, y debemos alcanzar la espejada Cruz del Cielo, que se yergue a una cota de 1508m. Una vez alcanzado un collado, a 1090m, tenemos vistas de la costa granadina: La Herradura, Almuñécar, Motril, y Cabo Sacratif.


Bajo nosotros vemos la torre vigía de Maro, y a golpe de prismático, oteando el litoral, vemos muchas mas, las que pueblan toda la Costa del Sol.


Desde este collado, ya parece que podemos “tocar el Cielo”, pero aún nos quedan más de 400 metros de desnivel por salvar, y son los más duros de la jornada.


Dura tuvo que ser la vida de los Maquis que se echaron al monte en la postguerra, y que entre 1945 y 1954, batallaron con guardias civiles refugiándose en estos entornos escarpados de la sierra de Almijara y Tejeda.
Tras salvar el último y pedregoso tramo, se nos presenta la cumbre ante nuestros ojos, adornada con la famosa Cruz, un Vértice Geodésico, y un cartel de la consejería que te indica que has llegado al final del camino, aunque realmente el camino se puede continuar por toda la cresta… hasta donde a uno le apetezca. Hemos llegado al Cielo.

Ella era la reina de las aves, y yo era un miserable ratón
Ella iba volando por el cielo, y yo le dije ¡vamos al pilón!
Ni ella era la reina de las aves, ni yo le puse cara de ratón
Ni ella iba volando por el cielo, ni me comió el corazón.

Esto es parte de la letra de Sol de Invierno, de Extremoduro, y es que al cielo, no se va volando…hay que sufrirlo caminando.


La cruz debe ser visible (su reflejo) desde Nerja a ciertas horas del día y según que estación del año, pero no lo hemos descubierto aún, y según la leyenda, hace más de tres siglos que un marinero colocó una cruz de espejos en la cumbre por haber sido esta montaña, su guía tras un terrible naufragio…
Continuamos caminando por la cresta, hacia el pico que está 500m en línea recta al NE del cielo y se eleva unos metros más que este, obteniendo una vista distinta de nuestra cumbre por un momento.


Antes de emprender la bajada, contemplamos un rato la costa africana y algunas montañas nevadas de Marruecos, sierra Nevada, sierra de las Nieves, y un último vistazo a La Maroma, para decirle que nos veríamos al día siguiente.


Datos Técnicos

Localización: Parque Natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama
Población: Nerja (Málaga)
Altitud máxima: 1520m
Distancia recorrida: 21kms
Desnivel: 1470m
Tipo de trazado: Lineal
Clima: Media montaña

martes, 17 de abril de 2012

SENDERO SULAYR

Hablar del sendero de Sulayr (Granada) es hablar de naturaleza, veredas tradicionales, biodiversidad, kilómetros, historia, ecosistemas, geomorfología, riqueza paisajística, fisiografía, gran recorrido, vías pecuarias, desarrollo sostenible, caminos arrieros, refugios, aulas de la naturaleza, cortijos, acequias…todo ello englobado en un gran recorrido de 300 Kms que lo convierten en el sendero circular más grande toda Europa.
Después de un tranquilo desayuno y de ver que todo el refugio se había cubierto de blanco de la nevada de la noche anterior, nos pusimos en marcha para realizar parte del tramo 17 del sendero, éste transcurre desde el refugio de Postero Alto hasta el refugio de Peña Partida con 16 Km de recorrido.

Esperábamos que el tiempo  se desarrollase como dice  Pablo Guerreo en su canción…


“Hay que doler de la vida, hasta creer
que tiene que llover
tiene que llover
a cántaros….

 Pero no fue así, y la mañana transcurrió con un sol espléndido y pudimos caminar sin amenaza de lluvia hasta bien entrada la tarde, pero el frío era intenso porque transcurre por alta montaña y te animaba a caminar ligero.


A trescientos metros del refugio te adentras en un bosque de pinos carrasco y negral. En el año 1941 se empezó a repoblar ésta zona debido a las malas condiciones en que se encontraba el suelo producido por una intensa agricultura de subsistencia y ante la amenaza de una posible desertización. 


A pocos metros y después de una gran bajada llegamos a un pequeño prado donde se encuentra la casa del guarda de una minicentral hidroeléctrica que funcionaba en épocas pasadas y que se localizaba más abajo. Pasamos la casa del guarda y nos adentramos en un aprisco que lo dejamos atrás.
Llegamos al río Alhorí y cruzamos su puente de madera totalmente nevado y que nos dice que somos los primeros en hacerlo y  franqueamos sus frías aguas, que discurren montaña abajo. 


Vamos ganando otra vez altura  y el bosque va cambiando a pino laricio y pino silvestre y donde su masa forestal te deja un sendero muy bien definido donde en los pequeños claros puedes ir contemplando las vistas de toda las penibéticas vestidas de su manto blanco recién estrenado.


Llegamos a un cruce de caminos que nos indica que hacía arriba vamos a las Chorreras Negras o ruta del Avión, nosotros seguimos nuestro sendero que continua recto por la cañada de Mahoma y llegamos a un prado y  a la derecha nos encontramos con el Cortijo de Corral Nuevo que servía en otros tiempos de refugio de pastores y ganados en estas frías sierras donde la subsistencia tuvo que ser muy muy dura. 


Hacemos una pequeña parada para contemplar las vista del Refugio de Postero Alto y toda la loma de Enmedio. Seguimos subiendo y dejamos a la derecha el cortijo para girar de nuevo más arriba a la derecha e introducirnos de nuevo en el bosque de pino. El camino se va suavizando y llegamos al Barranco de Hervás  una zona con peñas, 


arbustos y una preciosa acequia por donde discurre el agua del arroyo.  


Atravesamos el arroyo y enseguida llegamos al final del pinar donde encontramos con una aglomeración de grandes rocas llamadas Piedras de Vicente y desde donde tenemos unas preciosas vistas de toda las depresiones de Guadix, Baza, la Sagra, sierra Mágina….


A partir de aquí dejamos a tras el bosque de pinos y nos adentramos en un clima de alta montaña donde la vegetación arbustiva desaparece y da paso al piornal y pastizal. Caminamos por un prado y llegamos a un carril donde vamos llaneando unos trescientos metros hasta un cruce de caminos llamado al Cerro de los Bolos donde alcanzamos los 2000ms de altura; seguimos ascendiendo suavemente hasta que bordeamos la cabecera  del  Arroyo Bernal y llegamos a lo alto de la loma, aquí hay una cerca de ganado donde atravesamos una portilla y al otro lado de la falda de la montaña nos encontramos con el municipio de Lugros que se llega a través de la finca de la Dehesa del Camarate.
Llegados a este punto llevábamos recorrido 7Km y podíamos contemplar dos vertientes diferentes de Sierra Nevada; al fondo se alza la cumbre de Puntal de los Cuartos o Tío Papeles con 3.158ms y los diversos senderos que te llevan al cortijo del Camarate y al refugio de Peña Partida donde la ruta del Sulayr alcanza su cota más alta con 2450ms.
En este punto decidimos darnos la vuelta por el inmenso viento frío que hacía, y regresamos hasta el cruce de caminos que nos conducía a las Chorreras Negras y decidimos ir a ver donde se produjo el accidente de avión en el año 1960. 


El camino discurre por una suave pendiente que cada vez se va haciendo más pronunciada, pero tenemos la suerte de que nos ameniza un rebaño de cabras montesas que pastaban en la zona, seguimos subiendo hasta que tenemos una panorámica de toda la ladera del Picón y de la Piedra del Lobo que fue donde el avión con  24 marines norteamericanos  abordo procedente de Nápoles tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia  a 2500 de altura, pese a lo arriesgado de la maniobra no hubo víctimas, pero el pueblo de Jéres del Marquesado salió en la noche al rescate de los heridos. En 2010 se cumplieron 50 años del accidente y en conmemoración se inauguró el “Sendero Solidario del Avión” con un recorrido de 12 kms y de una dificultad medio-alta, y que sería el mismo recorrido que los vecinos del pueblo realizaron en su rescate. El pueblo norteamericano en agradecimiento al acto solidario que Jérez del Marquesado había tenido con ellos regalaron  el avión (cuatrimotor DC-24) al pueblo que fue bajado de la montaña pieza a pieza.


Datos Técnicos

Localización: Parque Nacional de Sierra Nevada
Población: Jérez del Marquesado (Granada)
Altitud Máxima: 2197m
Distancia recorrida: 17,38 kms
Desnivel: 898 m
Tipo de Trazado: Lineal
Clima: Alta montaña

sábado, 14 de abril de 2012

Picón de Jérez y Puntal de Juntillas


Habíamos decidido repetir experiencia en el río Alhorí, pues la última vez que subimos al Picón de Jérez, la visibilidad era nula, y las condiciones de viento insoportables.
Una copiosa cena en el refugio Postero Alto (1890m), y quedamos cargados de energía para afrontar el desnivel de la exigente subida que nos espera a primera hora. Primero, avanzamos por el cortafuegos, rodeados de pinos Carrasco, Laricio, Negral y Silvestre, atacados por la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa), que está desfoliando todo el extenso bosque y con la que debemos extremar las precauciones. Vamos a dejar un enlace a la página de Encorda2, de Pedro Partal, que supongo que conoceréis del programa Tierras Altas de Canal Sur, pues nos explica muy detalladamente como nos afectan los tricomas.
Esta vez entramos al barranco de Alhorí justo al terminar el pinar, disfrutando durante más tiempo de una subida jalonada de abundante agua.


Conforme ascendemos vamos teniendo que pisar más nieve, y hubo un momento crítico en el que encontramos hielo bajo el fino manto de nieve polvo, en un paso inclinado y delicado, en el que tuvimos que tallar unos peldaños con ayuda de nuestros piolets.
En el curso alto del río se están formando los espectaculares puentes de nieve, tallados desde abajo por el paso de agua de deshielo, pero este año no son tan grandes y hermosos como en anteriores inviernos, más copiosos en nevadas.


Nos adelantaron dos montañeros, dispuestos a meterse en el corredor central del Circo de Alhorí, al que ya tuve el placer de conocer (el corredor) hace 2 años, y nosotros seguimos nuestro persistente y lento 


caminar hacia el Oeste, por una zona muy inclinada, con dos suertes de terreno: piedra suelta, que te hace gastar energía en vano, y nieve, que aunque inclinada, no se hacía necesario usar crampones para ascender por ella. Alcanzamos la cuerda, y una vez en ella, sólo tuvimos que descender unos pasos hacia


el norte para arribar al Vértice Geodésico de este cerro, que por cuestiones de visibilidad, no está levantado en el punto más alto del Picón (3110m).


Comimos, tranquilamente, pues hacía poco viento, y a ratos se despejaba y con ello aprovechábamos para otear un poco. Esta vez no bajamos de nuevo hacia el río, si no que ascendimos hacia el Puntal de Juntillas (3140m), para aprovechar que el día estaba de nuestra parte.


Las nubes parecían jugar con nuestra presencia, y nosotros aprovechamos este coqueteo alpinístico – meteorológico para caminar un poco más y pisar la poco conocida cumbre de Los Cervatillos (3113m), 


que aunque forma parte de “la Integral”, no aparece su topónimo en todos los planos. Justo al oeste y a 1km de Juntillas, no pudimos observar las lagunas del mismo nombre, por estar cubiertas de nieve. Tampoco vislumbramos Loma Papeles, por estar la zona cubierta de nubes. La arista que forma la nieve es espectacular, y con la presencia de espesas nubes, aun emociona más.


Hay que retroceder, hacia el collado que separa el Puntal de Juntillas de Cerro Pelado (3182m), y los nubarrones están cada vez más altos y cerrados, pero aún hay tiempo para otro tres mil, y por mucho que 


lo intento no consigo convencer a “naide” para ascenderlo, y expongo mis motivos: llevamos frontales, si se hiciese de noche estamos cubiertos. Termino marchando solo, aligerando el paso a la carrera para no perder tiempo, mientras el resto del grupo baja hacia la Piedra de los Ladrones (2944m).
Subí por subir, solo por sentir el placer momentáneo de la soledad en la montaña; soledad y libertad… de hacer lo que cada uno siente que es lo más acertado, de hacer las cosas por vivirlas, pues como canta Cristina Booth, del Grupo de Rock alternativo Magenta en la canción I´m Alive, y esto me lleva a otra canción del grupo: Lucky Man.
La cumbre de Cerro Pelado es a mi parecer, más interesante que el Picón, y sólo permanecí unos minutos, para no quedarme muy atrás.


La niebla se iba cerrando, y perdí la referencia de la Piedra de los Ladrones (2944ms), que a pesar de que son dos grandes bloques de piedra que se levantan en medio de una loma de pequeños esquistos, la visibilidad en momentos era nula. Estaba empezando a nevar, y al encontrarme de nuevo al grupo, todos se estaban abrigando para soportar las inclemencias meteorológicas. La nevada arreciaba y la visibilidad era muy corta. Empezamos la bajada hacia el Postero Alto, sin acercarnos a Puerto de Trevélez; sólo nos queda descender 1000 metros de desnivel por la loma de Enmedio, y no vemos claramente hacia donde avanzamos debido a las nubes, aunque a veces se abren claros y nos recreamos con la vista y en esos 


momentos retomamos la vereda del Puerto de Trevélez, y que nos lleva al refugio.
Al llegar al amparo del Postero, y después del yantar, el cielo se despejó y con la luna llena y la presencia de nieve en la montaña, la visibilidad era asombrosa; salimos, ataviados de plumíferos, al gélido exterior a disfrutar de la nocturnidad en alta montaña.

jueves, 12 de abril de 2012

Arroyo Guadalquitón



El arroyo Guadalquitón junto al río Guadiaro agonizan entre dos colosos inmobiliarios. En su margen izquierdo lindan con la lujosa urbanización de Sotogrande y por su margen derecho con la urbanización La Alcaidesa.
 La urbanización de Sotogrande hizo su aparición en el año 1964 con la construcción de un campo de golf, propiedad del empresario estadounidense McMicking, hoy día dispone de cinco campos, y ésta se fue consolidando con la construcción de un campo de Polo y un puerto deportivo de embarcaciones de lujo,  ello supuso la desaparición de parte del sistema de dunas de la playa de Torreguadiaro y la alteración del delta de dicho río. Así como la contaminación del río Guadiaro y sus arroyos donde se vierten aguas provenientes de los riegos del césped del campo de golf.
En el mismo término de San Roque y una vez pasada la playa de Guadalquitón empezó a surgir en los años 90 la urbanización La Alcaidesa  a imitación de Sotogrande, para una clase media, que iba surgiendo “de querer y no puedo” y que utiliza a su vecina como reclamo turístico para ir creciendo y creciendo….
Si nos damos un paseo por esta pequeña playa de Guadalquitón  con tan sólo 2.200ms de longitud podemos contemplar la barbarie inmobiliaria que se está llevando a cabo en la zona, donde los pocos escrúpulos de los empresarios del ladrillo arrasan con las pocas dunas fijas que conservaba esta playa, para la extracción de arena para la construcción, provocando así, que los niveles freáticos queden al descubierto.
 Adentrarnos en este pequeño bosque es ir disfrutando de un bosque mediterráneo aún virgen, percibir desde la playa un bosque de alcornoques, acebuches, lentisco, laurel rododendros … un patrimonio natural que no lo encontramos en ningún otro lugar de Andalucía.
Este pequeño bosque se trata de un corredor verde que une el estuario del río Guadiaro-Guadalquitón con el Parque Natural de los Alcornocales y que desde distintos foros se viene pidiendo que ésta zona sea declarada por la Consejería de Medio Ambiente como Corredor Verde, en la red de Espacios Protegidos, para la conservación de un monte mediterráneo con una riqueza florística, faunística y  arqueológica.Comenzamos nuestro paseo por la playa de Guadalquitón con su fina arena negruzca y nos


adentramos en la finca forestal de Guadalquitón y Borondo, con lo primero que nos encontramos es con un cuartel abandonado de carabineros y donde aún se conserva un pozo de agua dulce. El día no prometía  en luz, sino más bien, se caracterizaba por ser un día plomizo, por lo que no disponíamos de buenas vistas y menos de luz para las fotos, pero al fondo, desdibujábamos entre las nubes el Peñón de Gibraltar.


A partir de aquí, se puede seguir varios caminos y senderos que te adentran en un bosque mediterráneo donde los alcornoque te sorprenden por sus formas achaparradas y ladeadas por los fuertes vientos de la zona y por el contraste de que sus troncos se conserva al natural, 


donde la mano del hombre, no ha hecho su aparición, para el descorche. Conforme te vas imbuyendo te vas sorprendiendo de su belleza original, sus formas, olores, contrastes, espesura, helechos por doquier, su riqueza florística que ya empieza hacer su aparición con la 


primavera, su riqueza en especies endémicas, y también puedes contemplar el mar rodeado de alcornoques…Contemplando éste paisaje con este día el grupo jerezano Los Delincuentes hacen su canto a la primavera… con su dialecto andaluz mezclan el funky, rock y blues.

“Llego la primavera con regalos para todos
un ventilador, fue el primer regalo
Pa´que se quiten los días grises en los días malos
Que se lleve la basura de los aires contaminados
Pa´darle fresco a los animales de los documentales
La primavera trompetera ya llegó…”

Vamos bordeando la finca donde nos encontramos  a parte de los alcornoques con algarrobos, acebuches, coscojas… vamos siguiendo el cauce del arroyo que nos lleva de nuevo a la playa y mientras aprovechamos la altura de las dunas para divisar el hermoso paisaje y la solitaria playa de Guadalquitón. Muchas de estas crestas de dunas han sido producidas por la extracción de arenas, destinadas a la construcción de la zona, produciéndose así grandes lagunas en las que se han instalado algunas especies de aves y flora lacustre.


Todo este entorno forma parte del complejo de unidades tectónicas que conforman las Unidades del Campo de Gibraltar. A los pies de la sierra Almenara, el río Guadalquitón transcurre por terrenos de edad pliocena constituidos por conglomerados, areniscas, arenas, limos, depositados en un ambiente sedimentario natural litoral.



Cuando llegamos a los últimos tramos del río pasamos al otro lado del río por la misma playa ya que éste no desemboca en el mar debido a que el río baja con escaso caudal y se pierde bajo el arenal. 



Conforme nos alejamos de Guadalquitón-Borondo vamos dejando atrás la presencia de la riqueza arqueológica de ésta zona, que va desde las últimas etapas del Achelense hasta la ocupación romana, pasando por el Bronce. La actividad de salazones se registra desde la época del reinado de Augusto, donde en esa época se desarrollaba la actividad pesquera en Iulia Traducta (Algeciras, Cádiz), finalizando ésta en el s. IV d.C. La factoría de Guadalquitón-Borondo es una más de las pequeñas factorías existentes en la costa y que coexisten junto con otros enclaves más importantes como Baelo Claudia, Iulia Traducta o Carteia.
A lo largo de la costa se ubican una serie de bunker secuelas de la guerra civil española para proteger la zona franquista;  y conforme nos vamos alejando el bosque de alcornoque se va transformando en un sotobosque rico en jaras blancas y amarillas, lentiscos y arbustos espinosos.



Nos acercamos a la finca de Borondo y a unas instalaciones militares abandonadas donde posiblemente sea el último reducto de sotobosque mediterráneo sin ningún tipo de construcciones a su alrededor y desde donde las vistas son inmejorables tanto del Peñón como de la playa.



Llegamos a Punta Mala donde se encuentra el faro de Torrecarbonera, donde en el s. XX se construye el faro sobre la base de una torre del s. XVII y corresponde al modelo de almenara de planta circular y cuerpo cilíndrico.


Nos despedimos de un lugar único, rodeado por un lado y otro de complejos residenciales, pero que aún lucha por mantenerse virgen.