Sierra Momia se localiza en el término municipal de
Benalup-Casas Viejas, en pleno Parque Natural de los Alcornocales, rodeada de
los pantanos El Celemín y Barbate.
Toda la serranía coincide en su conjunto con la
formación geológica del Aljibe, que es un conjunto de sierras que limitan al
Norte con la serranía de Grazalema y al sur con lo que configura el Estrecho de
Gibraltar.
La sierra en su conjunto está formada por lajas de areniscas
(con un alto contenido en cuarzo), que a lo largo del tiempo por la erosión del
viento y del agua se han ido construyendo en la roca una serie de pequeñas
oquedades que se conocen como “abrigos” distribuidos a lo largo de las lajas
que nos vamos encontrando dispersas por toda la sierra.
En general son
rocas con escaso cemento, principalmente óxidos de hierro. Estos óxidos por
exudación tienden a concentrarse en costras superficiales y sobre todo en las
abundantes superficies de fracturación que presentan estas areniscas, entre las
que destacan un constante y abundante diaclasado vertical.
Los abrigos se han originado sobre fracturas verticales
al desprenderse parte de la costra endurecida por óxidos, lo que da lugar a la
rápida erosión del interior del estrato poco cementado, tanto por abrasión
eólica, como por disgregación granular debida a la disolución del cemento o por
haloclastia.
Estas
superficies fosilizadas son las que han utilizado los grupos humanos para
realizar pinturas rupestres.
Arte rupestre o pinturas rupestres, como las queramos
llamar, es todo dibujo o actividad humana realizada en las paredes de cavernas,
cuevas o abrigos y son los testimonios más antiguos de los que tenemos
constancia.
Sierra Momia es uno de los enclaves más ricos en éste
tipo de representaciones que se dieron a conocer a principios del siglo XX por
Cabré y Hernández Pacheco, así como Breuil y C. Burkitt, y que podemos datarla entre el Paleolítico Final y Edad de los
Metales.
A lo largo del s. XX han sido numerosos los trabajos
que se han realizado del arte esquemático y naturalista por diferentes
estudiosos; donde consideran La Cueva de
las Figuras como un santuario religioso prehistórico.
Hecha estas pequeñas aclaraciones sobre la riqueza del
Patrimonio tanto Natural como Histórico que encierran éste parque nos adentramos
en la finca particular y vamos avanzando por la Garganta del Cuerno, como ha sido
un año poco lluvioso, el arroyo lleva poco agua pero deja entrever en sus
pequeñas pozas, la cantidad de óxido de hierro de arrastra de las lajas, que
hemos comentado anteriormente.
Vamos ascendiendo por una de las primeras lajas y vamos
descubriendo las diferentes cuevas que se encuentran alineadas en cada una de
ellas, la primera que nos encontramos es la cueva del Arco, cueva Cermeño,
cueva de Jil, cueva de la Ventana, cueva del Arco de Piedra, cueva de los
Ladrones…
Vamos ascendiendo y llegamos a la Cruz de la Negra
donde tenemos unas preciosas vistas del pantano de Barbate, Pico del
Montero y
el Aljibe. Aquí, nos encontramos con una hilera de tumbas excavadas en la
arenisca, la Loma del Muerto, posiblemente llamada así por el conjunto de
tumbas aquí encontradas; hasta que no se lleve a cabo una excavación de la zona
no sabremos cuales fueron su origen, ya que pueden deberse a varios hechos.
A parte de esta riqueza en cuevas con arte rupestre
podemos disfrutar de una agradable foresta de jaras en plena floración de la
primavera, el brezo, helechos y un rico bosque de alcornoques.
En la zona de arriba en pleno bosque de alcornoque, quejigos
y acebuches, nos encontramos con una cueva que nos sorprendió por el dibujo que
representaba y que se alejaba de la temática esquemática que reina en toda la
sierra.
Se trata de un dibujo naturalista realizado en pleno
siglo XXI, por el hombre moderno; los animales, compañeros de la vida cotidiana
del hombre, figuran también en los pilares de nuestros pensamientos. Han
simbolizado nuestras creencias, poblado nuestros cuentos y leyendas, han
obsesionado nuestra imaginación para permitirnos conocernos mejor, tanto que a
veces nos identificamos con él…