martes, 24 de diciembre de 2013

Laguna del Taraje

Esta laguna forma parte del complejo endorreico de Puerto Real, junto a otras dos: La del Comisario y la de San Antonio.
Si salimos desde Puerto Real, en tres cuartos de hora pedaleando habremos llegado a la laguna, por la Vereda del Camino Viejo de Paterna, sin dificultad alguna, pero nosotros proponemos, al llegar al cordel tercero de servidumbre, girar a la izquierda hasta la autopista de Sevilla, y pedalearemos paralelos a esta un tramo pequeño, por una zona cubierta de jaras, lentiscos, cardos y bastante pino piñonero, aunque para intentar librar la especie del ataque de la procesionaria, muy abundante en esta zona, de vez en cuando observaremos algún pino carrasco.
Antaño estos corredores eran más atractivos, pues no estaban terraplenados y el avance era más natural, al tener que repechar entre trialeras o raíces,  algo dificultosas, lo que provocaba alguna que otra caída y pinchazos… todo sin consecuencias. Hoy parece que ya es más fácil recorrer nuestras cañadas en bici... nada más lejos de la realidad, pues se ha facilitado mucho la circulación de vehículos a motor, y aunque la ley de Vías Pecuarias, 3 de 1995, hace referencia a usos compatibles y complementarios, dando prioridad de paso a ganado, peatones, ciclistas, y por último a vehículos a motor, hay algunas personas, que bien por desconocimiento o bien por soberbia (que hay mucha), se creen los dueños del camino cuando circulan en sus coches. Esto representa a día de hoy el mayor peligro en estos caminos.
La facilidad de uso, también provoca que haya gente que decida cargar el coche con sus viejos muebles o escombros, y los descargue en cualquier bello rincón de toda esta red de vías pecuarias. ¿…?
Hay que tener en cuenta, que para evitar un posible control de alcoholemia por parte de la Guardia Civil, algunos parroquianos de las distintas ventas de la zona, utilizan estos carriles para volver a casa después de “repostar”…
Una vez alcanzado un puente que cruza la autopista, tomamos el cordel segundo de servidumbre, para subir hasta La Castellana, donde los generadores eólicos crecen como setas modificando el paisaje mes a mes.
Pasando la laguna del Taraje llegamos al cortijo de La Carrascosa, propiedad de un belga, y que corta la posible continuación de esta cañada con la Puerta Verde de Jerez. 
El embalse de los Barrancos Altos, es visible desde el cortijo, alimentándose de agua a través de un desagüe de la laguna del Taraje. En estos momentos no desagua nada, pero hemos visto un caudal importante en otras épocas, aunque hay que comentar que la laguna del Taraje estuvo totalmente seca en octubre de 2012.
Por estas fechas, no es mala idea escuchar algo de música navideña, y para ello, desde aquí hemos elegido el Christmas Songs del grupo californiano Bad Religion.











domingo, 22 de diciembre de 2013

Puerto del Saucillo – Pilar de Tolox (Por La Peñilla)


Este sábado no había planteada ruta alguna, pero recibimos la invitación de Salvador, y como hacía unos meses que no nos veíamos… hicimos el esfuerzo de levantarnos a las cinco y media, para encontrarnos en Yunquera.
Dice John Mayall que cuando cambias a un componente de tu grupo, lo echas de menos, pero que esa nueva incorporación hace que se cree una química especial en la banda, provocando cambios muy positivos que evitan que el conjunto caiga en monotonía y se acabe perdiendo. Quizá por eso, sigue en banda tras haber cumplido 80 años, haciendo una música que ha aportado mucho al mundo.
Gracias John… y feliz cumpleaños.
Entramos por la primera rotonda de Yunquera, conforme bajamos el Puerto de las Abejas (en coche)... una vez aparcados, en el Puerto del Saucillo, tomamos la vereda de la derecha, la que pasa junto al Pinsapo Candelabro (los hay más bonitos...), y llegados a un desvío en "T", giramos a la derecha, para atravesar el bosque de Cedros... joya de la corona del Parque, y poco indicado (o nada indicado). En el bosque, giramos a la izquierda en el desvío, y subimos la Cañada de la Cuesta de los Hornillos, hasta el Puerto del mismo nombre, donde aristeamos, por camino, hasta La Peñilla o Cerro Alto de Yunquera. El día, muy limpio, nos permitió ver La Tiñosa y el Mulhacén.
De ahí, buscamos el Camino de la Sierra de las Nieves, para atrochar hasta el Pilar de Tolox, a veces por sendero, a veces no... pero fácil de caminar. En el Pilar, dimos gusto al cuerpo y comimos algo, a toda carrera, no fuesen a cerrar el paso de la cadena, nuestro siguiente objetivo, pasando por el Pinsapar de Froncaire, igual que hace tres semanas, pero esta vez sin ese manto níveo que tan bonitos recuerdos nos trae.
Por la parte alta de la Cuesta de las Carnicerías, volvimos de nuevo al "Falso" Pinsapo de la Gotera. De aquí buscamos el Portillón de las Boas y bajamos la Cañada de la Perra hasta una Era que está en la parte alta del Tajo de la Caína donde dimos una vuelta absurda hacia el Peñón del Cuco, para retomar el Camino de la Sierra de las Nieves y bajar hasta el Saucillo.
El día estuvo precioso, con buena temperatura, buena cencellada, buenas vistas, buena tanda kilométrica, buen té de altura, y como no… buena compañía… aunque las prisas no sean nuestra predilección.














martes, 17 de diciembre de 2013

ALBARRACÍN


Nuevamente hemos ascendido a esta montaña, que se presenta como una ruta bastante fácil y desde la que se obtiene una buena panorámica de nuestra sierra.
El coche lo podemos dejar en Benamahoma, o bien en una fuente que nos encontramos a la izquierda, subiendo el Boyar (Puerto), una vez pasado el pueblo y antes de llegar a los Llanos del Campo, junto al arroyo del Descansadero.
El sendero comienza en la curva del kilómetro 36, y está bien pisoteado, no presentando ninguna dificultad. Llegando a unas ruinas, de la casa de Zaurdas, debemos apuntar a nuestra derecha, para acometer directos la subida a cumbre, por un sendero marcado.
En esta ocasión, bajamos por la vertiente Sur del Cerro, paralelos a una alambrada, y buscando un paso para bajar dirección El Bosque. En esta zona el camino no está muy marcado y lo podremos perder, pero pronto llegamos al carril que sirve de aproximación, a los aficionados al vuelo, para alcanzar las rampas de despegue de alas Delta y Parapentes.
Nosotros tomamos el carril hacia la derecha, y nos dedicamos a buscar un camino que vuelve a subir, pasando por un frondoso bosque de madroños y encinas, donde nos dimos una buena mascada del fruto rojo, aunque este año no ha sido bueno, por la escasez de lluvias.
Mucho más verde ha estado otrora este valle, pero pronto empezará a reverdecer de nuevo. ¡Que borde era mi valle!... Atravieso otra montaña, tu recuerdo me acompaña… y si no que le pregunten a Robe Iniesta, de Extremoduro.
Este camino está marcado con puntos azules, y nos devuelve al collado en el que se inicia la subida a cumbre. Desde este punto, en media hora estamos de nuevo en el asiento del coche.

 




lunes, 2 de diciembre de 2013

Quejigales – Puerto de los Valientes – Puerto de los Pilones

No podemos decir que seamos grandes conocedores de la Sierra de las Nieves, pues no vivimos allí, además, de la última visita que realizamos por la zona fue de hace ocho meses, y el tiempo lo borra todo…
Sí podemos decir que nos encanta este parque, y que hemos recorrido algunos de sus senderos, pero siempre (que se puede) buscamos alguna alternativa desconocida (para nosotros) y de esa manera aumentar la sensación de “aventura”.
Saliendo del área recreativa de Quejigales, obviamos el sendero que entra a la Cañada del Cuerno y en el siguiente cruce de carriles tomamos el ascendente, a nuestra derecha, para llegar hasta la Cañada de las Ánimas. No podemos dejar de asomarnos a un bello balcón, desde donde veremos el Peñón de Ronda y el Pico del Viento, y el sábado, también vimos algo de nieve en las zonas altas de la meseta de Quejigales.
Como esta cañada la hemos recorrido unas cuantas veces (no podría recordarlas), decidimos seguir hacia adelante y acercarnos a los Tajos del Canalizo. El camino está muy bien “hitado”, y en vez de seguir bajo los tajos, cruzando el barranco, continuamos la vereda ascendente, por una zona nueva para nosotros. Pasamos junto a un pilón, llenito de tritones, y nos asomamos a la parte alta de los Tajos del Canalizo, desde donde hay unas vistas espléndidas.
Las nortes estaban hasta arriba de nieve, pues el jueves precipitó bastante, y viendo que este sendero continuaba hasta el Puerto del Hornillo (donde estuvimos la última vez con Salva), decidimos ascender por la arista (muy redondeada y cómoda) hasta el Peñón de los Enamorados (La Torrecilla). La nieve estaba durísima y había que tener cuidado de no resbalar, pues la ladera es bastante inclinada. Llegando a la meseta de Quejigales, la nieve más blanda, hacía que nos metiésemos hasta los gemelos, y entre esto y el vientecillo frío que soplaba, el cansancio empezó a llamar a la puerta. El Camino de la Sierra de las Nieves fue un buen lugar para comer unos frutos secos, contemplando un Cerro de la Plazoleta totalmente vestido de invierno y unos quejigos, todavía con hojas coloridas, cargados de nieve y con su traje verde de musgo alrededor de sus vetustos troncos.
El paisaje nos emocionaba a cada paso… tomamos el camino rumbo al Puerto de los Pilones, y llegamos al cruce con la vereda que viene del Caucón. Aquí, giramos a la izquierda, y empezamos a bajar hasta el llano donde crece el famoso Pinsapo de la “Falsa Gotera”, acompañado de un hermoso quejigo, unos maoletos… por este bucólico enclave serrano empezamos a caminar dejando a nuestras espaldas y en la lejanía  el Peñón arriba mencionado; alcanzamos la cadena que da paso al Puerto de Los Valientes contemplando desde arriba toda la cañada de la Cuesta de las Carnicerías. En esta angostura fué donde paramos a comer y calentar un reconfortante té. No creí que el Otutlander Micro de Cóleman fuese capaz de hacer hervir dos tazas de líquido con el frío viento que soplaba.
Una caminata de media montaña invernal en otoño, tiene su encanto, pues los quejigos aún no se han desprovisto de sus hojas, y su colorido resalta sobre el manto níveo que cubre la montaña. Ese momento mágico hay que aprovecharlo, y nos sorprendió no cruzarnos a casi nadie en todo el recorrido, sólo la vereda que viene desde Pilones hasta el techo rondeño, a juzgar por la huella, tuvo que estar transitada.
Una vez en el Pilar de Tolox, tomamos el camino fácil hasta el aparcamiento, disfrutando de las últimas luces de la jornada y haciendo acopio de endrinas para elaborar un licorcito casero. Sloe Gin (Pacharán) es una composición de Joe Bonamassa que siempre recuerdo cuando recolectamos este fruto silvestre.
El otoño también me recuerda a Van Morrison, que deleita oídos con composiciones sublimes, o interpretaciones majestuosas, y si se acompaña de John Lee Hooker, entonces el sentimiento se sale. El otoño es sin duda la mejor época del año, y está entrando en su recta final… es momento de caminar, montar en bici, recolectar frutos, y disfrutar de la máxima expresión de belleza de la naturaleza.