Como en la vida
todo funciona a base de sensaciones, podemos crearnos la percepción de estar en
medio del océano, cuando en realidad estamos prácticamente rodeados de tierra.
Ya hacía tiempo
que no sacábamos los kayaks del dique seco, y elegimos un día, el día después
de una carrera de atletismo popular en la cual participábamos ambos tan sólo
unas horas antes de zarpar.
Como había cierto
oleaje, provocado por un pequeño mar de levas, que según la boya costera fue de
un metro de altura, y acompañado de viento de poniente… nos marcamos un rumbo
cerrado a barlovento, para ver venir las olas de frente, y disfrutar de un día
en la vida… A Day In The Life. El Sargento Peppers nos guió perfectamente en
nuestra singladura.
¿La vuelta? Un maravilloso surfeo con olas de popa que
nos dejó en una orilla, en la cual tomamos un té caliente y otras delicatesen.