Acababa
de caer una nevada al llegar al Torcal Alto, en Antequera, de hecho el asfalto
estaba cubierto por un fino manto níveo que no duraría mucho, pues ya eran las
9 de la mañana y seguía cayendo una persistente precipitación, pero en forma de
agua, ya que, es una zona de media montaña con una altura de 1369m.
La
temperatura estaba en 1 grado centígrado, y hacía un fuerte viento, pero ya que
estábamos allí, decidimos dar un paseo entre las formaciones de caliza más espectaculares
de nuestra Andalucía, con permiso de otros macizos del sistema Subbético y
Penibético.
Estas
rocas tienen su origen en la era Mesozoica, durante este periodo la placa
ibérica situada al norte del mar y la africana, al sur, y como consecuencia de la orogenia alpina, fue cuando se produjo un
choque entre ambas, que provocó el
levantamiento de los materiales que estaban sumergidos bajo las aguas, y de
esta forma fueron tomando diversas formas y una altura considerable que a lo
largo de los miles de años el viento, el agua y fracturas han ido modelando
estas rocas dándole forma, en algunos casos, de verdaderos monumentos
artísticos.
Realizar
cualquiera de las rutas que te recomienda el parque, es como adentrarte en una
ciudad de piedra, donde se conjugan las calles amplias, con pequeños angostillos
estrechos, donde puedes mirar a tu alrededor y observar pequeñas plazas
cubierta de un herbaje verdoso, donde el conjunto pétreo con sus mil formas,
columnas y rincones que te circundan en un mundo mágico, el mismo que te envuelve escuchar a Marillion y ya puedes dar rienda suelta
a tu imaginación.
Podemos
decir que el Torcal de Antequera a diferencia de otros, pequeños torcales que
se han formado en la región, podemos disfrutar de variedades geomorfológicas
únicas, con entramados laberinticos, hermosas grietas, diaclasas, torres, depresiones,
simas, dolinas, lapiaces, embudos, pasadizos, puentes naturales…
Este
espacio posee la protección de Paraje Natural, por la Junta de Andalucía, y hay
instalado un centro de visitantes muy didáctico para los niños, por lo tanto es
frecuente encontrar cientos de personas un domingo cualquiera en este enclave,
así que, si somos aficionados a la fotografía, lo aconsejable es madrugar, y
llegar allí amaneciendo, para comenzar nuestra caminata antes de que abra el
centro, de esa manera estaremos tranquilos en nuestra toma de imágenes.