jueves, 25 de mayo de 2017

El Carramolo del Queso (1324m) y Sierra Hidalga (1505m).

El concepto de Rock tal como lo conocemos hoy día, no vino acompañado de ese estilo musical allá por el año 66… en aquella época se le llamaba Beat, música moderna, ligera… El Rock Progresivo, nació de aquellos músicos de conservatorio, buenísimos, y que tenían otras inquietudes alejadas de aquel ritmo que estaba tan de moda. Al principio costó trabajo digerirlo por la mayoría de melómanos… y aun hoy día es un estilo muy minoritario. La experimentación y capacidad de los grupos de Rock Sinfónico o Progresivo, es seguramente la mayor de cuantos estilos musicales conviven entre las ondas hertzianas. Hay que innovar para no morir. Una de esas bandas fue The Nice, que hicieron una versión preciosa de América, de Leonard Bernstein, banda sonora de West Side Story.
Plantear una ascensión siempre lleva un trabajo de búsqueda en planos, para intentar hacer la aproximación lo más romántica posible, de hecho, el montañismo y el romanticismo siempre van de la mano… hay que innovar... o morir. Por este motivo, proponemos hacer la aproximación en bicicleta y la ascensión a pie.
Estas cimas están muy cerca una de otra, y es factible ascender ambas para no dejar “coja” la excursión. Además, La Hidalga está en terreno privado, y si entramos por Quejigales podemos tener dificultades de acceso.
Aparcamos el coche en el recinto ferial de Ronda y empezamos pedaleando por el inicio del trazado de los 101, el Camino de Ronda a Yunquera, que forma parte de La Gran Senda de Málaga o GR-249. El trazado es muy cómodo hasta el cortijo del Lancero. A partir de ahí, a plato chico iremos avanzando despacio y sin bajar del tándem hasta casi coronar el Puerto de Lifa, luchando con el equilibrio, ya que hay mucha piedra suelta y regueros traicioneros. Vemos un camino privado a la derecha, que nos dejará en la base del Carramolo del Queso. Llevamos menos de 10 kms, y es hora de aparcar el tándem, cambiarnos de calzado, y ascender a ese redondeado y precioso promontorio calizo. Esta zona es muy poco transitada, por no decir nada, por lo que estaremos tranquilos de que nadie se va a llevar la bici.
Pondremos rumbo Este-Noreste, y en un momento veremos la cumbre de nuestro primer objetivo, tras haber cruzado una gran malla cinegética (hay una puerta). Es una zona kárstica y con algunas veredas de animales, por lo tanto, se circula bien en zapatilla, incluso el terreno invita a correr.
Desde su cima tenemos muy cerca el cortijo de Lifa, y unas vistas preciosas del Peñón de Ronda, entre otros enclaves.
Aquí nos sentamos un rato, y nos sentimos extraños vestidos de ciclistas. Merece la pena respirar este aire durante unos momentos y contemplar el recorrido que se nos ofrece hasta La Hidalga. Trazamos recto hacia su base, una vez descendemos de esta maravillosa cumbre.
Hay que saltar un alambrado, llegando a la base de La Hidalga, pero es bajo, y con ayuda de unas piedras para no dañar la instalación, se hace sin problemas. La zona alta es una acumulación de rocas cuadradas, a modo de terrazas… fácil de trepar en zapatilla. Alcanzamos la cumbre, de 1505m, y las vistas de las Nortes de Sierra de las Nieves son preciosas y muy descriptivas.
El Carramolo ahora se antoja lejano… el tándem… a saber. También se ve Cancho de Almola, donde estuvimos la semana anterior, y las antenas junto al puerto de las Ventanas. Vemos pequeños y atractivos torcales por la zona.
Al regreso, tras una bajada que obligó a calentar discos, nos desviamos hacia el Pilar de Coca, que es una típica ruta circular que se hace por las cañadas rondeñas, y con poco desnivel.

Resumiendo, un acierto el haber diseñado una caminata, combinada con un poco de pedaleo.


Cancho de Almola


Carril del Puerto de Lifa

Al fondo Sierra Hidalga, nosotros hacia el Carramolo

Cumbre del Carramolo del Queso

Sierra Hidalga a la izquierda desde el Carramolo del Queso, al fondo Ronda

Un poquito de TR hacia la Hidalga

Enamorados, Cerro Alto y la antenas de Pilones

Ascendiendo a Sierra Hidalga.

Ronda, y el carril de inicio de nuestra ruta.

Últimos pasos hacia la cumbre y el carril que viene de Quejigales por debajo

Las antenas del Puerto la Ventana

VG de Sierra Hidalga



Peñón de Ronda



Último vistazo de Sierra Hidalga desde el valle.


domingo, 21 de mayo de 2017

Cancho de Almola (1406m)

Suicide Solution es una canción que todo el mundo conoce, del disco Blizzard Of Ozz.
No sabemos si es o no es la solución… no podemos entrar en ese espinoso tema.
Hubo un año en el que Seattle se convirtió en el epicentro musical mundial, cuando Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden ofrecieron al universo proyectos musicales que se convertirían en la referencia del Grunge.
Hace sólo unos días, Chriss Cornell, padre de ese movimiento, se suicidó con sólo 52 años y tres hijos preadolescentes en el mundo. La música vuelve a perder uno de esos pilares importantes y básicos.
Hay una cumbre que destaca por su geomorfología, conforme pasamos Ronda camino de la costa. Es un cerro enorme, protegido por gigantescas e inexpugnables paredes desplomadas de caliza. Proponemos acercarnos a Cartajima, o Cádiz el Chico… como se le llegó a conocer. Poco antes de llegar, encontraremos una casa en la margen Sur de la carretera, frente al camino de entrada a la finca por la que vamos a caminar.
Es necesario acercarse al cortijo de Las Aguzaderas y pedir permiso para nuestra caminata. ¿Porqué? Porque esas paredes que vemos desde abajo están equipadas, y había empresas que se dedicaban a traer clientes para practicar la escalada. Alguna de esas empresas carecía de seguro, y el propietario de la finca fue advertido de su responsabilidad en caso de accidente, por ocurrir éste dentro de su finca. Para evitar problemas, cerró el paso a la zona, excepto el camino que va a Ronda, que es demanial.
Por supuesto, se pide máximo respeto por el entorno. Es una finca privada.
La ascensión a esta maravillosa atalaya caliza es muy exigente, ya que le meteremos de frente y hay que superar un desnivel importante, por veredas de cabras. El paso clave, es visible desde la casa. Una vez superado ese portillón, pondremos rumbo al cielo.
Alcanzamos la cumbre a las 10:20, y la salida de los 101km de Ronda, era a las 10:30. Prismático en mano, vimos la gran caravana ciclista rodeando la circunvalación de la ciudad del Tajo, y escuchamos el chupinazo de salida. ¿No es impresionante?
Bajamos buscando una brecha incomodísima y algo peligrosa, que cae hacia la vertiente “rondeña”, para girar hacia Occidente y adentrarnos en un hermoso torcal, camino de Jarastepar, a cuyo vértice teníamos previsto llegar.
Sobre las 14 horas, empezó a lloviznar, con el objetivo ya a la vista, desde una elevación cercana, a 1401m. Decidimos empezar a bajar… no por la lluvia, porque era poca cosa y proporcionaba emoción al momento, sino porque queríamos llegar a Ronda a tiempo para ver entrar en meta a mi hermano… y así fue. Con un tiempo invertido de 7h 40´, llegaba a la Alameda del Tajo tras haber recorrido los 101 kms en bicicleta.

 
Cancho de Almola desde el inicio de ruta.

Cruzando el arroyo de Bolones, que baja caudaloso y con el agua cristalina.

Vista de Cartajima

El cerro de Malhacer (1146m). Al regreso aparecemos por detrás.

El karst subiendo Almola.

Durante el ascenso, se forman preciosas nubes.

Zona escarpada de la parte más alta. Toca poner las manos en el suelo.

Ronda. Salida de los 101km.

La montaña parece estar hirviendo.

Autorretrato, junto al hito cimero del Cancho de Almola. Lo agrandamos para la ocasión.

Siguiente objetivo: Jarastepar.

Bajando, buscando el paso exacto, en una brecha.

La dificultosa brecha de bajada. Tiene una alambrada casi abajo.

Preciosa formación caliza camino de Jarastepar.

Cancho de Almola, quedó atrás.

Elevación de 1401m cercana a Jarastepar.

Y Jarastepar a la vista, muy cerca, pero era hora de bajar.

Tras la comida, dejó de llover.

El precioso torcal de Cartajima.

Cortijo Rosado.

Plegamientos de libro.

El arroyo baja precioso.

Entrada a meta, cruzando el Puente Nuevo. Momento muy emocionante.