domingo, 18 de diciembre de 2011

Desembocadura del Palmones y Bahía de Algeciras


El río Palmones nace en Sierra Blanquilla, y tras un recorrido de 37kms va a desembocar a la Bahía de Algeciras. Poco antes de su desembocadura, recibe el aporte del último de sus afluentes, el río Guadacorte.
El martes 8 nos fuimos a la población de Palmones, que en invierno es un lugar muy tranquilo, y embarcamos, en nuestros kayaks de mar, en la playa de esta pequeña población gaditana, pedanía de Los Barrios. 


Entramos por la desembocadura del río, en la cual había varios pescadores lanzando su arte a la estrecha salida de agua por la cual nosotros pasamos. Nos sorprendió gratamente ver como en lugar de vociferar al palista, como suelen hacer por aquí, recogían sus líneas para darnos prioridad, conscientes de que se trata de un paso estrecho.


Remontamos el río Guadacorte hasta llegar al puente de la N-340, pues a partir de ahí está bloqueado por piedras y una tubería, volviéndonos hacia el río Palmones y recorriendo este hasta otro punto la mencionada carretera. 


Al volver hacia el mar, lo hicimos por el ramal occidental, así rodeamos todo el Paraje Natural de las Marismas del río Palmones, de singular belleza al estar rodeado de las dunas que forman la playa de El Rinconcillo, en un una orilla, pero paradójicamente al otro lado tienes la factoría de Acerinox y la central térmica de Los Barrios, dando un toque un poco impactante, pero necesario.


Una vez desembocamos a la bahía, y tras un bocata de ribera rodeados de mar, eucaliptos y central térmica, seguimos paleando bajo los pantalanes de carga de carbón, hacia la desembocadura del río Guadarranque, donde también desemboca el agua que toma prestada del mar la térmica, para enfriar sus calderas mientras produce electricidad. Este chorro de agua sale hirviendo, y si pasas a 100 metros, metes la mano bajo el kayak, y en esa fría bahía,  la notas templada, ¡que contraste!.


 Vimos la torre de vigilancia de origen musulmán que se sitúa junto a las ruinas romanas de Carteia, que lindan con los muros de la refinería Cepsa, tan contaminante y tan necesaria.
 Este asentamiento es de origen Púnico, y en época romana pasó a ser la Colonia Libertinorum Carteia, primera colonia latina establecida fuera de suelo itálico. A finales del siglo V este lugar fue abandonado, instalándose los visigodos en el siglo VI y más tarde pasó a manos musulmanas, hasta que un día llegaron los de la petrolera CEPSA, colocando encima de todos esos años de historia los bidones de crudo,  aceites, naftas y material ya refinado,  el caso es que es imponente la cantidad de metros cúbicos de petróleo en cualquiera de sus formas que almacenan esos tanques a escasos 20 metros de la orilla de la playa de Guadarranque. 


Si observas ésta Bahía en su conjunto te das cuenta del basurero industrial en que se ha convertido, ¡¡ cuando se le va a poner freno a todo esto¡¡ como dice Serrat en su canción Padre:
Padre,
decidme qué
le han hecho al río
que ya no canta.
Resbala como un barbo
muerto bajo un palmo
de espuma blanca.
Padre,
que el río ya no es el río.
Padre,
antes de que vuelva el verano
esconda todo lo que tiene vida.

padre,
si no hay pinos
no se hacen piñones,
ni gusanos, ni pájaros.
Padre,
donde no hay flores
no hay abejas,
ni cera, ni miel.
Padre,
que el campo ya no es el campo.
Padre,
mañana del cielo lloverá sangre.
El viento lo canta llorando.

Palada tras palada pasamos junto al pantalán de la refinería, donde descargan los barcos el crudo, tan mal oliente y tan necesario, y donde el 26 de mayo de 1985, estalló el Petragen One, petrolero que transportaba 24000 toneladas de Virgin Clean Nafta, un producto altamente refinado derivado del petróleo. 


En la operación de descarga del buque hacia los depósitos antes mencionados, hubo una gran deflagración seguramente ocasionada por no tener el barco activado el sistema de gas inerte. Murieron 33 trabajadores entre empleados de refinería, tripulación del Petragen One, y del buque Camponavia, que también estalló al encontrarse a escasos metros del primero. En tres meses se sacaron 11000 toneladas de hierro del fondo del mar tras aquel suceso, y todo se deterioró bastante, sin embargo el caso cayó en un agujero negro burocrático y no hubo juicios ni ningún responsable pagó las consecuencias, por eso queremos aportar un granito de arena, y desde estas humildes páginas recordar a las víctimas y también levantar la voz recordando la psicosis que supuso aquel acontecimiento para toda la población de la bahía de Algeciras, especialmente Puente Mayorga, La Colonia, Guadarranque, Taraguilla, Palmones, Campamento, San Roque…
En el 86 reventó el Challenger muriendo sus 7 tripulantes, y hemos estado viendo esas imágenes en la tele durante años, y no estoy despreciando la vida de “naide”, pero, ¿Qué pasa con los habitantes de ese rincón gaditano?, ¿son menos importantes que otros, por ejemplo, víctimas del terrorismo?, que yo sepa,  terrorismo es sembrar el terror, y en los alrededores de Refinería el terror estuvo sembrado durante años. Estos acontecimientos no se pueden olvidar, ni por los medios de “incomunicación”, ni por la administración, pues la población, está claro que lo tiene presente.
Como muestra, vamos a colgar el único video que hemos podido encontrar en internet.






Nos fuimos acercando a la playa de Palmones, para terminar el día y contemplando a ras del agua la Sierra Carbonera; Sierra Crestellina, en Casares; Sierra Bermeja, en Estepona; Djebel Musa, en Marruecos; Cruz del Romero, en los Alcornocales… Si no fuese por tanta industria contaminante, tóxica y … necesaria, sería una bahía preciosa.  


martes, 13 de diciembre de 2011

LA TIÑOSA


De todos los techos Andaluces, es el único que lleva “ñ”, y después de darle caña al “Proyecto 8 montañas”, me las tenía que apañar para ir acabándolo con maña antes de finalizar el otoño. Este ha sido un buen año montañero, y que mejor señal de ello que enseñar en “Caminos y Caños” la realización de mi sueño.
Esta entrada parece un poco ñoña, y para dejarnos de patrañas vamos a enseñar la letra de la canción “Ñ”, de Guillermo Rayo, nacido en Jerez de la Frontera, y habiendo estudiado en Sevilla, este músico y actor tiene un gran talento que lo demuestra en esta canción:

Voy por la cañada haciendo señas,
cuñas en un tronco como un leñador
se me han enganchado las pestañas
justo en las montañas de su corazón.
Es una cuestión de maña
Del tamaño de la caña
Empeñada tengo a España
En ser dueña del Peñón

Una mañana fría salimos de Priego de Córdoba para acercarnos a la barriada de Las Lagunillas, donde comienza un carril, que da acceso a la base de la montaña más alta de la subbéticas Cordobesa. El Parque Natural de las Subbéticas se configura en la parte norte del Sistema Bético de naturaleza caliza, rodeada al sur de la cordillera Penibética.


Una vez en el carril ascendemos con el coche hasta que pasamos varios cortijos entre ellos el de Petronilo, transformado en casa rural, y vamos ascendiendo por el carril rodeados de olivos.


Llegamos a una divisoria de caminos, nosotros cogemos el de la derecha que nos lleva al Cortijo Alto de Torres, una vez pasamos este seguimos subiendo una suave pendiente y cruzamos el arroyo de Cañatienda y dejamos a nuestra derecha un cortijo en ruinas,  que aún, el paso del tiempo no ha borrado sus gruesas paredes y amplios corrales que albergaron un día, quizás, la vida de unos jornaleros que se vio truncada por el dramático entramado de la realidad agrícola  que siempre ha vivido Andalucía…


Una vez pasamos el cerro de la Cruz a nuestra derecha vamos subiendo al Puerto de Mahina (1165ms), ya por una zona despejada de encinas y olivos, y una vez arriba nos encontramos con un enorme hito que colaboramos a su mantenimiento y continuamos por un


pequeño sendero hacia la derecha en sentido contrario al que habíamos traído, y vamos ascendiendo por una pequeña veredilla con mucho cuidado de no resbalar por su gran inclinación.
Llegamos a unos farallones que lo vamos bordeando y pasamos por debajo de unos abrigos rocosos y alcanzamos el barranco que baja de la cueva del Morrión. 


Una vez en el agreste barranco comenzamos la subida por pequeños pasos que nos deja las aulagas, romero, enebros, sabinas y unos formidables pedregales y  llambrias…
 Después de una dilatada y definida subida, llegamos a la cueva del Morrión, con una amplia entrada, que sirve de aprisco a las cabras del lugar y desde donde tenemos unas vistas preciosas de la sierra de Alhucema.


Dejamos a tras la cueva y nos dirigimos por un sendero hacia el oeste y tras una pequeña elevación vamos caminando por la cresta por un cómodo y precioso sendero desde donde podemos contemplar los campos de olivos a ambos lados de la sierra de Horconera. 


Abandonamos las aulagas, y  los piornos y el pendejo cubren esta zona, con sus formas redondeadas las protegen de los fuertes vientos que a estas latitudes les azotan y de la sequía de los veranos calurosos.
Conforme vamos avanzando podemos ver una encina elevarse a estas altitudes y enseguida 
estamos en el vértice geodésico de La Tiñosa (1568 ms), techo de Córdoba y de las Subbéticas. Al lado del vértice se encuentra una bandera de Andalucía y un libro de firmas.
Una vez alcanzado nuestro doble objetivo, uno subir y otro ser el último techo de Andalucía


que nos quedaba nos pusimos a degustar nuestros bocatas con las formidables vistas que teníamos…mientras tanto un grupo de montañeros sevillanos hicieron cumbre y con ellos 


emprendimos la bajada  por el mismo camino hasta la cueva, una vez aquí bajamos por el barranco hasta el cortijo de Cañatienda o lo que es lo mismo el cortijo en ruinas, y enlazamos con el camino. 
Pusimos final a nuestra ruta degustando unas jugosas naranjas de Mairena del Alcor, gentileza de Rafa.     ¡¡rica…rica..!!


TORRE DEL CANUTO (Rute)

Dejamos Priego y nos dirigimos a Rute, donde Pascual Rovira, presidente de la Asociación de Defensa del Borrico tiene su cuartel general, en el que cría y cuida de estos entrañables y trabajadores animales. ¡qué hubiera sido de España sin el burro!.
Aparcamos frente a la destilería de anís Machaquito, en la plaza del pueblo, y caminamos por un frondoso pinar con bastante pendiente para subir al Canuto, en el monte Hacho, en lo que es la Sierra Alta de Rute. Un formidable paseo para hacer en una mañana, aunque con un desnivel impresionante, muestra de ello son las espectaculares panorámicas que podemos disfrutar desde su cumbre.


El camino empieza por una pista forestal que está indicada como PR y GR- que te lleva a Priego; una vez dejas la pista te adentras a la derecha por un pequeño sendero (PR) que empieza ascender poco a poco hasta llegar al Canuto presidida por una torre  vigía. Una vez llegamos arriba divisamos unas enormes antenas de alta tensión que alimentan los repetidores del pico.
Lo más pintoresco de este lugar es que han aunado en un mismo espacio dos obstáculos de altura con diferentes funciones y muy alejadas en el tiempo, por un lado podemos divisar un enorme pino artificial que camufla a una antena ¡algo genial¡, para no romper el impacto visual 


y medio ambiental, en este frondoso bosque de pinos, pero que a su vez está rodeado de enormes repetidores…??..por otro lado, a unos metros de esta amalgama de antenas  de alta tecnología te encuentras la torre vigía de época árabe, se encuentra un poco deteriorada por el paso del tiempo. Creo que con el amasijo que han plantado a su lado, bien podían haber invertido un poco en restaurar la torre y así  contribuir a conservar su Patrimonio Histórico del lugar y símbolo de Rute.


Una vez arriba el sendero continua por la izquierda y sigue por una pista rodeada de pinos por


la que puedes subir a la sierra Alta de Rute y una desviación a la izquierda te lleva a donde está colocada la caseta contraincendios, desde aquí las vistas son espectaculares del embalse más grande de Andalucía, Iznája y sobre todo de la población de Rute y sus alrededores.


lunes, 5 de diciembre de 2011

Los Reales de Sierra Bermeja


Volaré, yo volaré
Encajado en un traje blanco
Yo volaré
Flotaré, si flotaré
Hacia el centro de un agujero negro
Yo flotaré
Stephen Hawking…
Me dijo todo esto
Stephen Hawking…
Cayendo desde el cielo

Esta letra pertenece al  disco “Materia Oscura”, de Parade, seudónimo de Antonio Galván, profesor de música de Yecla.
Desde la cumbre, de Los Reales, se tiene la sensación que Galván describe en esta canción: flotar. Con una altitud de 1450 metros y el mar bajo tus pies, parece que puedas volar hacia las olas que rompen en la playa de Estepona.
Nunca supimos si llamarla Los Reales de Sierra Bermeja, o la Bermeja Sierra de Los Reales, pero el caso es que hacía más de 30 años que no pisaba este fantástico Paraje Natural de más de 1200 hectáreas, situado entre la costa del Sol y el valle del Genal.


El recorrido que hicimos nosotros fue circular, comenzando en el Puerto de Peñas Blancas, a 990mts de altitud, tomando la pista asfaltada que baja a Genalguacil, y entrando por un camino, a la izquierda,  marcado como el Paseo de los Pinsapos. Pronto te das cuenta de la riqueza botánica que alberga esta vertiginosa montaña de roca magmática rica en hierro y magnesio. Entre esas joyas tenemos el Pinsapar más meridional de Europa, además de tratarse del primer lugar donde el botánico suizo Pierre Edmond  Boissier describió el Pinsapo a la comunidad científica, allá por 1837. 


Otra particularidad del entorno es que este pinsapar es el mayor del planeta que se ha desarrollado sobre substrato de peridotitas, además de dar cobijo a especies como el madroño, pino marítimo, coscoja, enebro… y una variedad de especies de fauna como el Halcón Peregrino, águila real, búho real, águila calzada, arrendajo, carbonero garrapinos, pinzón real, gavilán, y especies mamíferas como el meloncillo, gato montés, cabra montesa y corzo. Por lo tanto estamos hablando de un valioso reducto, cuasi salvaje, a escasos kilómetros de la vorágine del ladrillo que desfigura toda la franja litoral visible desde nuestra ansiada cumbre.


Pasamos un arroyo precioso y escarpado por donde chorreaba transparente el líquido elemento, y al poco de este barranco, llegamos a otro, la Garganta del Algarrobo, que precede a la plazoleta de los pinsapos,


donde podemos leer un poema de García Lorca en un muro levantado para tal fin, y disfrutar un rato de la belleza del lugar. 


El camino sigue ascendiendo hasta un precioso collado situado entre Los Reales y Los Realillos, desde donde vemos la Sierra Crestellina, otro paraje Natural, calizo, situado junto a Casares, y ya descrito en 


anterior oportunidad en estas páginas. 


Justo a nuestra derecha, conforme llegamos al collado se levanta el Cerro de Castellón. No me cansaré de repetir que debemos ser más educados cuando salimos al monte, y NO tirar desperdicios de uso humano durante nuestra excursión. Piensa en el futuro, pues cada vez somos más los que disfrutamos de nuestro tiempo de ocio en compañía de la naturaleza, y no tenemos porque ir ensuciando nuestros sentidos con la basura de otros.
Desde este collado vemos las antenas de comunicación y telefonía que sirven de referencia de nuestro 


destino, y serpenteando inmersos en un frondoso pinar en el cual crecen salteados algunos ejemplares de pinsapo, vamos tomando altura hasta llegar a la cumbre de esta rojiza montaña, donde tenemos muchos rincones en los que refugiarnos del viento para degustar nuestras viandas y contemplar a golpe de prismático todo el litoral desde Punta Carnero hasta Málaga. 


Para hacer la ruta circular, bajamos del vértice geodésico hacia la deteriorada carretera de acceso a las antenas, y por ella bajaremos caminando hasta la zona recreativa Salvador Guerrero, donde se ubica el


refugio Agustín Lozano (1276m), donde se tiene la oportunidad de comer o tomar café. Continuamos por esta carretera hasta el Puerto de Peñas Blancas, donde dejamos el vehículo, no sin antes zamparnos una


innumerable cantidad de madroños que la naturaleza puso a nuestra disposición.




lunes, 28 de noviembre de 2011

SENDERO POR LOS ACANTILADOS DEL PARQUE NATURAL DE LA BREÑA


La mañana del domingo se presentaba lluviosa y además estábamos convocados a votar en las urnas, como dice Javier Krahe en su canción ¡ay democracia¡…

“Me gustas democracia
Por qué estás como ausente,
con tu disfraz parlamentario..”

Ante estas dos opciones, decidimos irnos a los acantilados de Barbate. Comenzamos la ruta por los Caños de Meca, al final de su núcleo de población. Enseguida te adentras en un bosque de pinos y vas ascendiendo poco a poco por una pendiente que transcurre paralelo a la costa, sobre los acantilados, vamos dejando atrás hermosas vistas del faro de Trafalgar.


 En los puntos más peligrosos del recorrido, se han colocado vallas de protección, en otros tramos hay que tener cuidado de no acercarse mucho al corte del precipicio, ante el peligro de derrumbe.


Este primer tramo del sendero discurre por un bosque de Pinus pinea; es un árbol que suele soportar bastante bien la salinidad  del terreno, así como los suelos arenosos, que precisamente fueron replantados en las dunas del terreno, y suelen tener enormes raíces para extraer el agua de las capas más  profundas y debido a los fuetes vientos suelen quedar al descubierto. Junto a este pino vemos también en esta primera zona del sendero un rico bosque de enebro marítimo y que pueden observarse ejemplares de gran talla, ya que se 


encontraban con anterioridad a la repoblación de los pinos; esta especie está inscrita dentro del libro rojo de especies amenazadas de Andalucía. También podemos observar lentiscos, retamas, palmitos, coscoja y buena parte de plantas aromáticas, como lavanda, romero, tomillo… que le dan al sendero un caminar relajante.
Poco a poco vamos ascendiendo por el acantilado, que se formó debido a que su sistema de dunas fósiles se quedaron aisladas por procesos geológicos o por algún obstáculo orográfico se petrificaron dando lugar a las mil formas que podemos ir observando a lo largo del recorrido. 


Nos aproximamos a la Torre del Tajo que a pesar de sus 13ms de altura no se ve a lo lejos porque la oculta la copa de los pinos, tiene forma en tronco de cono, dispone de una sola estancia abovedada. En este punto es donde los acantilados adquieren su máxima altura, los


 100ms sobre el nivel del mar, este hecho le valió para que el rey Felipe II la mandara construir como torre de vigía, ante las incursiones de los piratas moriscos.  Esta torre junto a otras que hemos ido viendo en nuestro recorrido por el mar, formaban un entramado de comunicación entre las poblaciones colindantes de los peligros que asolaban sus costas, durante el día lo hacían mediante humo y por las noches avisaban con fuego. Hoy día podemos disfrutar de esta torre gracias a los procesos de restauración que ha sufrido, por eso todos debemos de cuidarla y evitar su deterioro.
Si nos paramos en este punto, además de poder contemplar el atlántico, podemos divisar ya Barbate, el cabo de Gracia, la sierra del Retín, de la Plata… hasta la punta Camarinal.


Una vez dejamos atrás la torre comenzamos una suave bajada y donde van apareciendo ya las lomas pobladas de vegetación y por donde podemos oír pequeños caños y manantiales 


de agua potable correr hasta el mismo litoral. Estos acuíferos se forman por la disposición alterna de estratos permeables e impermeables, es decir  de calizas y margas arenosa.  De ahí que los musulmanes le dieran el nombre de caños de Meca.
Conforme vamos bajando podemos ir contemplando toda la ensenada de Barbate con su


puerto pesquero y poco a  poco llegamos a la playa de la Hierbabuena. Esta playa es muy codiciada por la comunidad surfera y la emergente kayak surfera, por su inmejorable ola de derechas.
Ficha Técnica

Localización: Parque Natural de la Breña
Población: Caños de Meca - Barbate
Dificultad: Baja
Distancia: 16 Kms
Desnivel: 100ms

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miércoles, 23 de noviembre de 2011

TRAVESÍA POR EL ALTO GENAL


Cuando hablamos del otoño, siempre mantenemos en nuestra retina  la imagen  de los días más cortos, la llegada del frío, los pájaros emigran y las hojas caen y el suelo se cubre de un manto de tonos ocres. Pero, hablar de otoño, es hablar del valle del Genal, de  castañas, de silencio, de los mil amarillos, de aguas cristalinas, de pueblos blancos y del conjunto finlandés, Poets of the Fall (Poetas del otoño), con su canción Sleep.
Hacemos nuestra entrada en el Valle del Genal por Ronda, donde podemos comprobar que nos vamos adentrando cada vez más en un terreno morrocotudamente accidentado, con unas paredes vertiginosas y poblado de masas forestales donde destacan  grandes castaños de copas redondeadas y de una variedad cromática impresionante y que a veces es sólo interrumpida por la construcción de la carretera. En sus  altozanos se divisan sus pueblos blancos en medio de las montañas de mil colores bañadas por los rayos de sol que los hacen brillar a lo lejos.


Podemos decir que el valle del Genal forma parte del Patrimonio Natural de la provincia de Málaga, ha sido considerado por la Unión Europea como lugar de Interés Comunitario y forma parte de la primera Reserva de la Biosfera Intercontinental del mediterráneo. Le da el nombre su corto río, el Genal, que forma una subcomarca dentro de la serranía de Ronda.
 A pesar de ser un río corto atraviesa los dieciséis pueblos que configuran el valle del Genal. Su nacimiento lo tiene en Igualeja  en un manantial rocoso de aguas cristalinas. 


Comenzamos nuestro recorrido en el mismo Nacimiento y bajamos por el margen derecho del río, por la calle Canal donde vamos bajando al barrio santa Rosa de arquitectura típica árabe, reducto de la conquista de estas tierras en el s. VIII de los primeros bereberes que no encontraron mucha resistencia en la población autóctona.
Nos dirigimos a la calle Tetona donde salimos a las diferentes fincas particulares que rodean el pueblo, desde aquí, ya podemos divisar los primeros  castañares y roquedales de matorral, así, como en sus montes cercanos el cultivo del olivo. Tras una suave ascensión llegamos a La Loma, un cruce de caminos, no dejamos este camino principal y comenzamos un ligero descenso hasta que llegamos a una curva cerrada donde el carril sigue descendiendo pero nosotros giramos por el camino de la derecha que va paralelo al vallado y dejamos a nuestra izquierda una gran torreta de tendido eléctrico que produce un gran impacto visual. Poco a poco podemos contemplar la dorsal que separa los valles del Genal y Guadiaro. 


Conforme vamos bajando nos encontramos con una bifurcación del sendero, la de la derecha nos lleva a una caseta de labranza, por lo que, continuamos por el sendero de la izquierda que nos lleva a la ribera del arroyo de los “Granaos”, cruzamos su cauce y comenzamos a ascender por el camino. El camino está bastante bien señalizado y debemos seguir los hitos del camino principal, sino, nos adentraremos en fincas particulares. Continuamos ascendiendo hasta que el trayecto se va suavizando, cruzamos toda la loma de la Padereta y llegamos al puerto más alto de la ruta y desde aquí podemos contemplar al fondo sierra Blanca con el Cascajares (1416m), el cerro de Malhacer y Los Riscos. Desde cualquier punto del valle podemos ir divisando los materiales metamórficos carbonatados de la Dorsal Bética donde afloran las dolomías calizas y margocalizas a los materiales ultrabásicos tipo peridotitas de la parte de sierra Bermeja y sierra Blanca.
Conforme nos aproximamos a Parauta (796ms), el camino está hormigonado y te lleva al centro del pueblo. Cuando llegamos a la entrada el grupo que nos acompañaba Ana, Fátima, Enrique y Alfredo se quedaron a degustar el plato típico con el que el pueblo obsequiaba a los visitantes, arroz con conejo,  un poquito de música y baile…
Nosotros en este punto, giramos a la izquierda,  comenzamos a bajar por una calle cementada que nos conduce a una plazoleta donde nos indica que comienza el sendero para Cartajima. 
En esta pequeña plaza podemos observar dos pinsapos y un gran majuelo. En la primera curva a la salida del pueblo nos encontramos de frente con la Fuente Nueva, muy blanca y sobre su abrevadero se erige un arco de medio punto. Seguimos caminando por el sendero principal donde vamos bajando al arroyo Algorma, el camino es cómodo y podemos ir disfrutando de los mil y un colores que el paso del otoño va dejando en el castañar. Conforme vamos bajando, al barranco del arroyo, la vegetación se enriquece con la presencia de encinas, olivos, madroños, chaparros y una preciosa hilera de chopos que en esta época del año su amarillo intenso contrasta con la variedad cromática de los ocres del castañar. Debido a la humedad y a la exuberante vegetación que hay en este lugar se desarrollan en los árboles una rica variedad de hongos.


Una vez atravesamos la confluencia de los arroyos Algorma y “Granaos” comenzamos a subir una fuerte pendiente y atravesamos la zona más llana, conocida como las “Allanás”, por sus anchos caminos podemos ir contemplando las fantásticas vistas de las lomas repletas de castaños, todos alineados y con sus copas redondeadas que contrastan su cromatismo de colores ocres con los tonos ya mas marrones del suelo tapizado de hojas. Conforme nos acercamos al pueblo podemos contemplar el castaño Arena, árbol centenario catalogado por la Junta de Andalucía por su grandiosidad y hermosura.  


Nos adentramos en  Cartajima por la calle principal, Capitán Cortés,  este pueblo es también conocido como el Cádiz Chico, debido a que en el s. XIX la población se dedicó  a la explotación de los yacimientos de hierro que originó la creación de fábricas de cañones y jugó un gran papel en la guerra de la Independencia. A la altura de la iglesia giramos  a la izquierda y vamos bajando buscando la salida hacía el sendero, al fondo vemos un mirador elaborado en madera y hacemos nuestro alto para comer. Después de degustar nuestros bocatas, aderezado con un buen vino, que portó Álvaro, y de disfrutar de la panorámica de Los Riscos, pusimos rumbo a Júzcar.
Bajamos por un sendero a la derecha tras una pronunciada curva donde de nuevo vamos caminando entre castañares intercalados con encinas, quejigos y una buena hilera de madroños que en ésta época están a pleno rendimiento. Una vez cruzamos el cauce del arroyo Blanco comenzamos a subir suavemente por el camino marcado y el camino nos conduce a la carretera, por la que tenemos que caminar un pequeño tramo hasta que llegamos a una desviación a la derecha de un camino hormigonado que nos conduce al pueblo de Júzcar, el pueblo de los pitufos… Podemos decir que ¡¡Júzcar está de moda¡¡ Debido a la promoción de la película de los Pitufos, el pueblo lo han pintado entero de azul,


perdiendo toda su identidad de pueblo blanco de la sierra, en beneficio del sector de la hostelería. La promotora eligió este pueblo porque es el que está situado en una hondanada, se oculta entre las diversas lomas que configuran el barranco de las Cañadas, regado por el río Genal, a diferencia del resto de los pueblos que se ubican en los altozanos.  
Buscamos la salida del pueblo, dirección a Pujerra, y poco a poco fuimos atravesando por la zona de Las Alcoberias y dejamos a nuestra derecha la Era del Olivar (729 ms), fuimos bajando hasta el río Genal y una vez cruzamos el puente comenzamos a subir una fuerte pendiente que nos lleva hasta el mismo Pujerra (769 ms), pueblo con calles de fuertes pendientes y fachadas encaladas de blanco, donde se guarda un bonito recuerdo por todas sus calles del rey Wanda, antes de que estos terrenos pasaran a manos de los sarracenos. Aquí dimos por finalizada nuestro primer día de travesía.


La mañana del domingo, después de un buen desayuno, pusimos rumbo a Igualeja, para llegar hasta allí, tenemos dos opciones, una es coger un camino más corto que te lleva a Igualeja en unos 8 Kms y otra es más larga de unos 12 Kms, nosotros optamos por esta y nos dirigimos a la calle La Toma, con una fuerte pendiente, que  nos conduce al sendero.
De todos los caminos que hemos recorrido en esta travesía, el que une Pujerra con Igualeja,  es quizás uno de los más hermosos, por sus inclinadas lomas, por sus estampas más bellas, 


es uno de esos sitios que te transmiten paz, hacer un alto en el borde del camino y contemplar tu alrededor en su conjunto te producen estremecimiento al ver tanta belleza, sobre todo, en esos momentos que los rayos de luz penetran por los pequeños espacios que le dejan las ramas y el contraluz se mezcla con una tenue corriente que produce la caída de sus hojas que pasan de un verde a todos los tonos ocres, amarillos, rojos, marrones, tostados… 


Del Castaño se aprovecha todo, tanto su madera muy preciada para elaborar muebles como instrumentos musicales, hasta el consumo humano. Su fruto tan carnoso  tiene un origen autóctono, es un árbol que durante el cuaternario se refugió en la zona norte de la península como consecuencia del clima frío de la época glaciar que reinaba en Europa, extendiéndose a zonas más meridionales.
 Vamos caminando poco a poco hasta llegar al Puerto de Juan Agustín y de aquí fuimos bajando a río Seco, afluente del Genal. Ya solo nos queda un pequeño ascenso por el barranco cubierto de pinar hasta el pueblo de Igualeja, al que llegamos satisfechos y


cansados tras haber recorrido 37kms en dos jornadas, y 2200m + de desnivel acumulado.