jueves, 25 de octubre de 2018

Desde Brozas hasta Alcántara en tándem. Cáceres.


Amanece un día despejado, con la amenaza del avance del huracán Leslie hacia la península ibérica. Montamos nuestro tándem en la localidad extremeña de Brozas, tras haber degustado un desayuno de calidad extrema (o extremeña, que es lo mismo) en San Pedro. Dirigimos nuestras pedaladas hacia el Embalse de Brozas I, por camino rural cementado, y nada más cruzar la presa, giramos a la izquierda por un majestuoso y sinuoso sube y baja según lo exige el terreno. Vamos a disfrutar de la dehesa extremeña en todo su esplendor, pasando junto a manadas de vacas que pastan algunas y rumian otras, además tendremos que abrir varias cancelas, lo que hace ralentizar el reportaje que se nos ofrece.
El próximo enclave atractivo será la Charca de García, la cual bordeamos por el Este y hacia el Norte, saliendo por el Oeste de la misma, cruzando el desagüe de su curvada presa, rumbo a Villa del Rey, cuya iglesia veremos desde lejos. Entrando en la población, contemplamos la Charca del Ejido a nuestra derecha.
Recorremos la población, hacia el cementerio nos dirigimos, comienza una subida… el tándem se hace de rogar, pero la bajada, pisando roca madre, es vertiginosa y de vez en cuando se escucha un ¡vamos muy rápido! Que proviene del manillar trasero… en algún momento, la rueda delantera despega del suelo… cualquier día acabamos en la enfermería… pero si aquellas astas de vaca que pasaron a escasos 2 metros de nosotros nos resultaron inofensivas, no creo que esta bajada se nos atragante.
Negociamos varias cancelas, y llegamos a la Ermita Virgen de los Hitos… media vida poniendo hitos por la montaña y no sabíamos que tuviesen una virgen… ¡la virgen! También llevamos bastante más de media vida escuchando rock duro, heavy, soul, blues… y no conocíamos a Whoopie Cat, una banda australiana, de Melbourne, con temas críticos con la corrupción política, las drogas, la salud mental… nos llegarán al corazón con sus melódicos riffs de guitarras y una voz muy dulce y potente al mismo tiempo.
Ahora una bajada de asfalto, y llegamos a Alcántara, cruzando por la Plaza de Portugal, el Arco de la Concepción, el Convento de San Benito, y bajando al Puente Romano de Alcántara, que sortea con estilo el cauce del río Tajo, uno de los dos grandes ríos extremeños.
La bajada al puente fue vertiginosa, pero la subida, por una calle empedrada y directa a la población, con una pendiente de un 20%, supuso el reto de la jornada, con plato pequeño y montando la cadena directamente en la llanta para disminuir al máximo el desarrollo.
Saliendo de Alcántara, en la báscula, tomamos ese desvío a la derecha. Ahora iremos por fincas, abriendo y cerrando de nuevo cancelas, hasta cruzar la carretera EX 117, y a partir de aquí, el camino es rápido y cómodo hasta Brozas, pasando por cientos de postes-nido para la conservación de especies paseriformes que ayudan a la mejora de la biodiversidad del entorno.

Amanece en San Pedro

Laguna de Brozas I

Paisaje extremeño de calidad

En la dehesa

Charca de García

Villa del Rey

Charca de García

Desagüe de la Charca

Junto a la ermita Virgen de los Hitos

Entre lindes

Arco de la Concepción

Plaza de San Benito


Puente de Alcántara. Río Tajo


Majano

Pinchazo 1


Brozas al fondo. Principio y fin de caminata

Pinchazo 2


martes, 16 de octubre de 2018

Ruta ciclista por Peñas de Pino y el embalse de Alpotrel. Cáceres.




Damos comienzo a nuestra cabalgada en tándem desde la pequeña localidad de San Pedro, próximo a Valencia de Alcántara, y sin que sirva de precedente haremos recomendación para pernoctar: la Hospedería El Convento. Se trata de un lugar con historia y encanto, muy sosegado, donde el descanso y la buena gastronomía extremeña están garantizados de manos de un agradable y competente personal.
Tras un excelente desayuno en el Convento, a mesa puesta, nada de bufetes manidos, comenzamos a las 9:45 a hacer girar los cuatro pedales de nuestra particular montura. Al poco pasamos por Las Casiñas, población muy cercana a Portugal, y de ahí a Las Huertas. Tomamos la ruta Caminos del Agua, por senderos estupendos en sombra y bien frescos, como su propio nombre indica. Cruzamos tras una buena bajada, la carretera que va a Jola, y nos metemos por un sendero que asciende, dificultosamente estrecho, hasta Puerto Pino, desde donde bajamos con cautela hasta la pequeña población que le da nombre al Puerto: El pino. Este tramo es parte de la Ruta Transfrontera (PR-CC 88).
Avance espectacular entre grandes riscos, bastante foresta y con un camino pedregoso que nos obliga alguna que otra vez a poner pie a tierra… hasta llegar al Portillo del Jiniebro, donde acometemos una vertiginosa bajada que pone a prueba la mecánica y la poca destreza de los ocupantes de semejante cacharro. Vamos discurriendo a todo lo largo de la Sierra, hasta Puerto del Batán, donde un quiebro a izquierdas, en vertiginosa bajada, nos adentra en la pequeña localidad de Alcorneo. Venimos desde hace un rato tras un grupo de ciclistas extremeños que nos encontramos en una encrucijada, y quedaron gratamente sorprendidos cuando al terminar la bajada, miraron hacia atrás para buscarnos, y acabábamos de poner el pie en el suelo. No se imaginaban que un cacharro de dos plazas podría bajar a la misma velocidad que una bicicleta… pero no es pericia si no inconsciencia provocada por el embriagador aroma de las jaras.
Alcorneo es el punto más bajo de la ruta, y a partir de aquí comenzó una sucesión de cuestas infernales imposibles de subir en bicicleta, pero en tándem es más fácil, pues se hace entre dos. No todo van a ser desventajas. De las cuestas no hay fotos… es imposible hacer tantas cosas a la vez.
Ahora pasaremos por la pequeña población de La Aceña de la Borrega… giro a la diestra en la iglesia, y aquí empieza lo bueno: rampa inexpugnable que termina con unas vistas de berrocales magníficos y adentrándose en la zona donde se aglomeran los dólmenes, así que, paciencia ortostática, y deleite cultural, es lo que toca.
Dentro de poco, el embalse de Alpotrel, dará un toque placentero a los sentidos, que ya vienen pidiendo avituallamiento, por la hora, y en los bolsillos no encontramos nada que ofrecer para aplacar el ansia. Agua y pedales… no queda otra.
A priori, puede parecer un día duro de pedaleo… pero en realidad no ha sido para tanto. Lo único duro de verdad, es el nombre de los sevillanos Hard Days, a los que vimos en directo en Jerez de la Frontera. Es una banda que merece una escucha a fondo, pues tiene un estilo nada monótono, de ritmos alegres y variados. Son unos verdaderos currantes de la música, que saben dar un sonido exquisito tanto en estudio como en directo, lo que resulta más complicado. Lo cierto es que Sevilla es cuna de grandes maestros del Rock. Pero vamos a seguir con lo nuestro.
El tramo desde el embalse hasta Valencia de Alcántara, es bastante rápido, casi todo el tiempo por anchas pistas rodeados de encinares, pinos, incluso eucaliptos, y un buen y variado berrocal granítico que nos permite alcanzar velocidades de vértigo y obliga al gps a aprender a volar… literalmente.
Un entorno mucho más que recomendable para pedalear, pasear, y más recomendable aún, degustar cualquier plato de caza en ese fantástico mesón.
Recomendamos visitar Marvao, en Portugal, pues está muy cerca y merece realmente el paseo.

Salimos de nuestros aposentos.

Las Casiñas Altas... y aquellos riscos propicios para la escalada.

Caminos del Agua.

Buenos caminos jalonados de frutales.

Excelente bajada... a por los riscos.

Ascenso de Puerto Pino.

El Pino, acogedora población extremeña.

Añadir leyenda

La senda Transfrontera se va estrechando, es más bien apta para ir a pie.

Pero con un poco de tiento, se pasa por este vericueto. 

Un merendero en el Portillo del Jiniebro.

Abrupta bajada, sólo apta para avezados del manubrio.

Aceña de la Borrega.

Majestuosos berrocales graníticos extremeños.

¿Que fuerza de la naturaleza es la única capaz de acumular estas piedras enormes?

El Mellizo. Tiene un estupendo y ciclable caminito.

Cajirón II.

Amplios y rápidos caminos para la bici. Abstenerse senderistas.

El bucólico embalse de Alpotrel.

Valencia de Alcántara.

Marvao.

Marvao.

Marvao.

Fin de un estupendo día.