Para disfrutar Gredos en toda su expresión, es imprescindible realizar este
recorrido, en él vamos a ir descubriendo los pequeños ecosistemas y formaciones
características de este fantástico Parque Regional. Saldremos desde Navalperal
de Tormes, situado junto al río que le da apellido; hay un aparcamiento
habilitado precisamente para emprender esta empresa.
Cruzamos el Tormes nada más arrancar, tomamos altura, bajamos y volvemos a
cruzar otro puente: La Garganta de Gredos.
Seguimos subiendo, bajamos de nuevo y contemplamos la junta de la Garganta
de Gredos con la Garganta del Pinar, por la cual caminaremos durante todo el resto
de jornada a partir de aquí. El roble melojo adorna nuestro sombrío recorrido…
es temprano, hemos salido a poco más de las 7:30. Risco Redondo, de 1818m, nos
observa durante un buen tramo desde la otra orilla. Él ya tiene luz, pero
nosotros todavía debemos aguantar la fría sombra durante bastante tiempo. A las
9:30 decidimos parar a comer algo energético y bebernos un té caliente. El frío
intenso (cero grados a las 7:30) nos resta bastantes calorías.
Cruzamos una zona preparada para el ganado, que ahora mismo está en los
valles más bajos pues ya llegó la nieve. Vemos una antigua acequia y libramos
un bloqueo a base de escobones, que tenía atorado el flujo de agua y provocaba
que esta volviese al río. Cobró vida la ingeniosa conducción de agua.
Siempre junto al río, alcanzamos una cabaña y comienza una subida más
acentuada. Entramos en otro clima más cercano a la alta montaña. Gredos es un
sistema joven, y eso confiere espectacularidad a los paseos cercanos a sus
cumbres.
Y para dar un toque musical, Justicia Universal, y aunque nos parezca un
grito perdido, es un trabajo que tiene unos ambientes sonoros realmente
increíbles, unos estribillos muy bien conseguidos, y una frescura extrema. Los
barceloneses, en directo presentan una calidad digna de bandas con mucha más
experiencia. Estudiaron en una Escuela de Calor… de hecho. Ellos se hacen
llamar Dorian, y si te va el rock, la electrónica y el new wave… es tu banda,
además cantan en castellano.
Volviendo a la montaña, las chorreras que bajan de la Laguna de las Escobas
también gozaban una sonoridad increíble. Pasando esta laguna se hace el giro
definitivo a la siniestra y comienza lo bueno: el verdadero ascenso a 5
Lagunas.
El valle es espectacular, con La Galana al fondo. Nevado hasta la misma
orilla, algunas pozas congeladas, el día totalmente despejado, y desde Laguna
Bajera vamos hacia Brincalobitos, luego Laguna Mediana y Laguna Galana, pues
era ya demasiado arriesgar a la nocturnidad el hecho de haber alcanzado la
cercana Laguna Cimera. El Circo de Cinco Lagunas a la vista, en sombra, y la
Portilla de las Cinco Lagunas presidiendo todo el valle. Una imagen increíble y
una meteorología espectacular. Damos la vuelta aquí mismo.
Diez horas y media después de haber dejado aparcado el coche, nos lo
volvemos a encontrar.
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Con las montañas próximas al Barco de Ávila de fondo. |
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Donde se unen las gargantas de Gredos y del Pinar. |
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Con Navacepeda de Tormes aún despertando. |
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Bajada hacia el Barranco del Pinar. |
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Todavía se antoja lejana nuestra intención. |
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Añadir leyenda |
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Risco Redondo. |
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Los efectos de las dilataciones y contracciones. |
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La pequeña solución hidráulica casi sin corriente, antes de limpiarla. |
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El deshielo de noviembre trae un río hermoso. |
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Victoriae. |
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La cascada, espectacular. |
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Los robles más altos. |
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El agua entra por las innumerables grietas. |
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La laguna de las Escobas. |
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Arranque del tramo de verdadera ascensión. |
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Entramos en la zona que todavía conserva nieve. |
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Para las lagunas queda muy poco. |
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¿Fundimos nieve? |
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Laguna La Galana. |
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Al fondo está la Laguna Cimera. |
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Bajera y Brincalobitos. |
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La verdad es que es un valle alejado, pero increíble. |
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De regreso, las sombras vuelven a alargarse. Esto nos lleva toda la jornada. |
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Chozo de la Barranca. |
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Una caminata con muchísima agua. |
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Las montañas son el mayor productor de belleza del planeta. |