domingo, 26 de octubre de 2014

Villaluenga – Llanos de Libar

Para acudir a la montaña no se puede ser holgazán, pues la luz diurna apremia, y es que caminar a oscuras por la montaña puede convertirse en una actividad insegura.
Holgazán, perezoso, vago, flojo… cualquiera de estas acepciones de una traducción del vocablo ingles Lazy, sólo hacen demostrar lo rico que es el castellano si mira de frente al inglés.
Nos gusta mirar a Gran Bretaña, pero para empaparnos de su buena música, como es el caso de Lazy, canción del Machine Head, una de las obras maestras de Deep Purple, del año 72.
Al poco de salir de Villaluenga, por la colada de la plaza de toros, hacia el Sur, nos desviamos a nuestra izquierda, hacia el arroyo del Lazareto, el cual se cruza y continuamos hacia el cortijo de Cucaderos, y tras abandonar el camino, nos dirigimos al arroyo de los Álamos, el cual cruzamos dirección a los torcales de la Breña.
Improvisamos una ascensión a un corredor de caliza de forma diédrica, el cual nos dejaría justo frente a las formaciones de tableros de caliza amontonados o apilados, conocidos como torcal.
Tras disfrutar de esas impresionantes formaciones rocosas, decidimos cambiar de rumbo, hacia el cerro de Zurraque (1166m), el cual descubrimos tras buscar información en el plano, y es que, por circunstancias que no vienen al cuento, olvidamos el gps en casa. Traveseamos campo a través, por desdibujados caminos de animales y protegidos por la sombra de hermosas encinas centenarias (cuanto menos).
Una vez divisado el Ventana (1298m) nos situamos, y comenzamos a caminar por un camino, el cual encontramos al paso. Tiene muchas bifurcaciones y no está muy bien marcado, pero abriendo la perspectiva e interpretando el entorno, es difícil perderse.

Arribamos a una pista de tierra, justo en las estibaciones de la Sierra de Libar y Mojón Alto… por lo tanto, ya habíamos resuelto el itinerario… a través de los llanos de Libar llegaríamos al puerto de Libar, y cruzando los llanos del Republicano finalizaríamos la caminata en la quesera villa Payoya.




















miércoles, 22 de octubre de 2014

Sauceda – Aljibe – Picacho

No ha llovido mucho y el Aljibe no está en su mejor momento, pero el otoño sin lugar a dudas es la estación más espectacular de las cuatro. Esta estación, que comienza en el equinoccio de septiembre y termina en el solsticio de diciembre (en el hemisferio norte, claro), está empezando a acercarse a su mejor momento, aunque en zonas pirenaicas ya lo ha alcanzado. Nosotros todavía tendremos que esperar alguna semana hasta ver el momento climácico otoñal en nuestros parques más próximos.
La “meteo” prometía viento de levante, y como viene siendo habitual, no se equivocó, y en la cumbre más alta del parque, la velocidad del viento era algo más que molesta, de hecho nos tuvimos que pertrechar para disfrutar de la manduca.
Es época de setas, y hay mucha gente disfrutando del placer de la recolección de este manjar, que es nuestra asignatura pendiente, pero con tanta variedad y la posibilidad de echar al canasto algo tóxico… mejor lo dejamos para alguien experto… aunque si pillas alguna alucinógena, hasta podría resultar divertido. ¡Que hubiese sido de la psicodelia de no ser por el aporte de algunas drogas!  Aquellos discos de Pink Floyd, tras su paso por el blues, se convirtieron en un auténtico icono, y las sustancias psicotrópicas tuvieron mucho que aportar a esos ambientes musicales… sin lugar a dudas. Nos quedamos con Bike, un tema del ´67, incluido en el álbum The Piper At The Gates Of Dawn.
Continúa caminando la cordada… esta vez por la solana, ya que desde la cumbre del Aljibe (que no hemos descrito la subida, pues no es necesario), de 1092m, buscamos el carril que baja al Picacho, desviándonos a nuestra derecha a unos 200 metros, frente a unas grandes rocas de arenisca anaranjada, para tomar un sendero tapizado de jaras, brezos, coscojas y algunas aromáticas más.
Debemos cruzar unas portillas de hierro que encontraremos a nuestro paso, hasta llegar a un frondoso alcornocal, unos minutos antes de llegar a la mole del Picacho. Como referencia, siempre llevaremos a nuestra derecha el muro de piedras (lindero).
Una fugaz ascensión al emblemático Picacho, pues el viento estaba aun más fuerte, si cabe, y pronto cruzaríamos la carretera que sube a la estación de vigilancia, pasando por la laguna, que no disfruta de su mejor momento, antes de llegar al área recreativa.
Un día extraño, caluroso en pleno octubre y con algunas especies floreciendo, pero muy “disfrutón”, incluso vimos los primeros madroños, aunque estos tampoco han alcanzado su clímax.














jueves, 16 de octubre de 2014

Bacinete


Nuestra primera visita de esta temporada al monte la hemos realizado al Parque Natural de los Alcornocales, encrucijada de caminos de diferentes culturas que nos han dejado un valioso Patrimonio. Una de estas huellas ha sido la del arte rupestre que lo encontramos en multitud de abrigos y cuevas repartidos por el Parque. Quizás uno de los más llamativos por su abundancia y riqueza esquemática son los abrigos del conjunto de Bacinete.

Para llegar a este enclave, nos dirigimos a la Sierra del Niño, donde se encuentra esta finca, hay que entrar por el puente de Hierro, cerca de Venta El Frenazo, y tomar la pista que sube al puerto de Ojén durante unos tres kilómetros o poco más, hasta que veamos una cancela de hierro, a nuestra derecha, que dispone a su izquierda de una “escalerilla” para que podamos cruzar al interior de la finca.
Suele haber ganado pastando, y toca subir un poco por una pista, que deberemos dejar en breve y dirigirnos a nuestra derecha, para buscar otro paso similar al anterior. Pronto podemos divisar un precioso bosque mesomediterráneo de alcornoque, helechos y cinco grandes bloques de areniscas,  de las que configuran el campo de Gibraltar, que nos indican que nos encontramos en el conjunto pictórico de Bacinete y de tumbas antropomorfas.

Todo este conjunto de arte rupestre, hasta la fecha, no ha sido estudiado con las nuevas tecnologías que se requieren para ello, tampoco se han llevado a cabo proyectos de intervención arqueológica, para determinar tipos de asentamiento y poner en valor el complejo prehistórico. Sólo disponemos de los trabajos llevados a cabo por Breuil,  Burkitt en el año 1929 y en los años 1990 por Martí Mas para la zona de sierra Momia. Posteriormente el espeleólogo Lothar Bergmann realizo un exhaustivo trabajo de registro de las cuevas de la zona, con arte esquemático, y que denominó “Arte Sureño” para diferenciarlo por sus características propias del arte levantino.
Los trabajos que han proliferado en los últimos años están basados en la observación de los paneles con figuras y escenas representativas de este tipo de arte y su divulgación. En concreto el conjunto de Bacinete está formado por abrigos de areniscas del Aljibe, que ya se habló en su día en otra entrada, y abarca un conjunto de hasta ocho abrigos que van desde Bacinete I hasta Bacinete VIII con representaciones pictóricas de las sociedades productoras.
En general podemos diferenciar diferentes tipologías de las representaciones que van desde antropomorfos, puntos, trazos rectos, zoomorfos, cruciformes, etc.
Abandonamos este lugar para dirigirnos al área recreativa de la Montera del Torero para hacer un alto en el camino y emprender de nuevo la marcha hacia la Dehesa de Ahojiz. Donde Salvador Escalona se ofreció muy amablemente hacer las funciones de guía y nos muestra otro conjunto pictórico denominado Las Bailaoras, que comprenden un conjunto de tres abrigos que también se han formado por la erosión de las areniscas, este hecho ha motivado que los abrigos se encuentren en un estado muy deteriorado donde la pigmentación de las pinturas apenas dejan verse.
En la cueva Bailaora I, el alemán U. Topper identificó además de una serie de antropomorfos, cuadrúpedo, trazos rectos, puñal y un grupo de figuras femeninas danzando, que es lo que le ha  dado el nombre a la cueva. Lamentablemente, hoy día, cuesta mucho determinar lo que quisieron transmitirnos estas sociedades productoras debido al lamentable estado de deterioro en que se encuentra la cavidad, donde la mayoría de los paneles han sido arrancados y usurpados.
Tenemos que considerar que estos dos conjuntos de arte rupestres ha sufrido y está sufriendo una fuerte degradación tanto natural como antrópica.
Las naturales son las que tienen que hacer frente a las condiciones climatológicas ya que las pinturas se encuentran realizadas sobre roca arenisca silícea por lo que está expuesta a las continuas corrosiones que van afectando a la pigmentación. También se ven afectadas por la creciente vegetación y presencia de animales que la utilizan como refugio. Y las antrópicas ni que decir tiene viendo en el lamentable estado que se encuentran las pinturas.
Considero que tanto la dirección del Parque como la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía deberían de proteger y divulgar más estos enclaves de alto valor patrimonial.
Aquí siempre se habla de música… de hecho, a veces incluso damos más importancia a la elección de un grupo que al propio recorrido, ya que consideramos mucho más grande el hecho de transmitir sentimientos a través de los instrumentos musicales, a la impresión que dos aficionados a caminar puedan tener sobre un entorno.
Hoy nos hemos enterados de la desgraciada desaparición de Isaiah Randolph Owens, quien tocaba los teclados en la banda de Jack White, mientras estaban de gira por México. Que vamos a decir… este hombre, de sólo 39 años, ha aportado muchísimo a Lazaretto, y a la música en general, así que nos quedaremos con su recuerdo en Three Women, una de las interpretaciones más vibrantes del mencionado disco.