viernes, 18 de julio de 2025

Sierra o Mogote de Líjar. Algodonales.

Esta apartada sierra, o mogote (elevación prominente y aislada del terreno), fuera de los límites del Parque Natural Sierra de Grazalema, se levanta completamente solitaria y rodeada de campiña hasta alcanzar los 1050m de altitud, y alberga una gran biodiversidad. Este mogote es mucho más conocido por sus posibilidades para el vuelo en parapente que para realizar caminatas, aunque los últimos años van corredores de montaña buscando la tranquilidad y el buen desnivel de estos vericuetos. También es conocida, aunque poco, por sus paredes para practicar escalada deportiva, y además en sombra. Pues aquí nos dirigimos el 1º de mayo, para reivindicar caminos.

Tras tomarnos un café en barra en el bar de La Muela, tiramos hacia arriba por la pista, que sube hasta la cumbre… y a las pistas de despegue. Dejamos el coche en un apartadero, y comenzamos a caminar. Se pasa junto a unas paredes donde hay escaladores: es el sector La Muela, y vemos aviones comunes criando. Poco más arriba se sale de la pista hacia un estrecho sendero que discurre por pedreras y bajo paredes… muy frondoso. Se le llama sendero de Los Nacimientos. Vimos parejas de chovas, de cernícalos vulgares, vimos currucas, petirrojos, mirlos, vencejos… es un sendero que discurre la mayor parte del tiempo en sombra y por curva de nivel, ascendiendo sin prisa. Vamos pasando espolones de caliza y barrancos abruptos, y todavía no nos ha dado el sol a las 11 de la mañana.

Bajo unas paredes donde se escucha y se ve unos cernícalos, paramos a tomar una fruta y un té, y observar un rato las aves. El sendero va ahora ganando altitud, con marcado rumbo noreste, que es la alineación de esta sierra, y bajo nosotros se intuyen las grandes paredes donde hacen cría los buitres leonados, incluso algún alimoche común (ese pequeño buitre blanco).

El contacto con la naturaleza es tan necesario como alimentarse bien. Los colegios deberían incluir pequeñas islas de naturaleza para las niñas (y niños), adaptando patios con huertos, grandes alcorques con arbolado, cajas nido para las aves urbanas… porque la opción de organizar salidas a la montaña no siempre es posible. Vivir en una ciudad, te obliga a hacer kilómetros y alejarte de esas islas de contaminación y calor… por ello es que nosotros siempre buscamos la montaña. Con los años se van apreciando otros aspectos de la misma, y no siempre el objetivo ha de ser ascender hasta la cumbre, de hecho, la cumbre es la menor proporción de una montaña… a veces ni siquiera supera unos metros cuadrados, mientras grandes hectáreas te rodean con bosque, pedreras, ríos y paredes.

Es necesario educarnos en el respeto hacia la montaña y hacia todo lo que alberga, y acudir a ella con mucha frecuencia.

La montaña enamora, y más cuando escuchamos y vemos los petirrojos y alguna curruca rodeados de algún tipo de jara. Y llegados a un punto, en solana, donde tenemos vista a Olvera y al peñón de Zaframagón, el sendero da un giro de 180º, ascendente, buscando el Cerro de la Cruz, de 950m; nos dirigimos a la cumbre, apartándonos por un momento del camino. 

A partir de aquí, se baja, paralelo al camino de subida, hasta encontrarlo… a veces por sombra todavía. Hemos visto algunos buitres leonados, y pasamos una zona con unos plegamientos de libro y unas formaciones de agujas muy fotogénicas. 

Encontramos bajo unas paredes, un hueso, y de inmediato Isabel dijo que se trataba de un hueso de buitre leonado, junto al camino, en una zona muy frondosa y bastante húmeda, y antes de conectar de nuevo con la pista ciclable que usan los parapentistas, bajo unos quejigos, paramos a comer, a la sombra… incluso pasamos frío.

Al alcanzar de nuevo el auto, no nos marchamos, si no que sacamos allí mismo el telescopio (nunca lo llevamos… pero hoy sí), y estuvimos oteando las lejanas paredes por las que habíamos pasado… y a parte de buitres, conseguimos avistar un águila calzada posada en aquella tapia caliza.

Una estupenda jornada de caminata y observación de aves, y hay que añadir, que por fin hemos tenido la oportunidad de ver en directo a Toundra, dentro de las actividades de los cursos de verano de la UCA, lo que conocemos como Campus Rock. La banda tiene un directo realmente demoledor… actúan sin micros, y son bastante reivindicativos, de hecho llevaban la bandera de Palestina en el escenario.

Una de las muchas paredes que podremos ver.

Picachos, pedreras, foresta...

Bajo otra de las paredes, y donde nos avituallamos.

A la sombra.




El sendero está bastante bien cuidado.

En el Cerro de la Cruz. Al fondo, una especie de aguja a la cual nos acercaríamos.

Camino recientemente desbrozado.


Gendarmes y agujas.

Ejemplos de plegamientos.

Uno de los cambios de rumbo.


Zona donde encontramos el hueso de ave.


domingo, 29 de junio de 2025

Sendero Hilera de la Cumbre. La Palma.

De nuevo nos vemos en el Refugio del Pilar, desde donde ya habíamos caminado hacia el sur, hacia Fuencaliente, recorriendo la Ruta de los Volcanes; pero esta vez apuntamos al norte, y te adentramos en el sendero que da título a esto.

La noche había sido de lluvias, y era el último día de caminata por la isla. Madrugamos, con la idea de no terminar tarde y poder degustar el menú de Chipi Chipi, restaurante local que nos aconsejó el taxista que precisamente nos trajo aquí una semana atrás.

Por la carretera vimos muchos regueros de agua de lluvia, que había arrastrado bastante material… tanto madera como piedras… las lluvias parece que habían sido bastante fuertes, de hecho la escuchamos de madrugada; pero no le prestamos mucha importancia a eso mientras conducíamos ensimismados con el paisaje y aparcamos en El Pilar antes de las 8 de la mañana. Un coche había… y el nuestro.

Retrocedimos unos metros caminando, para tomar la senda hacia el norte, y la humedad, el fresco y el viento sobre todo, era bastante acusado. Estaba todo precioso con ese ambiente de lluvia recién caída y la condensación arrastrada por el fuerte viento que barría la montaña de oeste a este.

Bosque de pino empapado que pronto deja paso al bosque más primigenio de brezos y algo de laurisilva. La senda está muy bien balizada y discurre por arista o próximo a ella, así que no hay pérdida aún con la densa niebla. Van casi paralelos la pista y el sendero, y se van cruzando, como tejiendo estelas… pasamos junto a unos repetidores de telefonía… este camino es GR-131, y pasa por encima del conocido como “túnel del tiempo”. Lleva un rumbo muy lineal y marcado hacia el norte.

El viento y la condensación no se rendían… pero nosotros tampoco, ya que sería nuestra última caminata palmera (por el momento, quien sabe); dejamos a un lado una indicación a la fuente de Guairyn, y a penas vimos algún mirlo común y un pinzón palmero… que más que verlo, lo escuchamos… fue como un fantasma.

Nuestro objetivo no era demasiado pretencioso, si no caminar un buen rato por estas montañas por conocer otra zona y aprovechar el tiempo que nos quedaba en La Palma emboscados como siempre. Vistas no hubo en ningún momento… y además nos mojamos; un placer más, sinceramente, aunque decía Extremoduro: “Si no te puedo ver, no me gusta, no me gusta, no me gusta ná”, en la canción El Duende del Parque, del disco ¿Dónde están mis amigos?... en cuya portada también salen aves… un Carduelis, y lo que se distingue claramente como la silueta de un buitre… el animal que más quiero. A cada persona le apasionan distintos momentos o acontecimientos, ya sean meteorológicos o paisajísticos.

Alcanzamos una pared, con una oquedad que nos sirvió para tomar un café sin exponernos demasiado al viento, y allí dimos la vuelta hasta el punto de inicio. Al llegar al aparcamiento, estaban los agentes forestales, y dio la coincidencia que una de ellas era la chica que nos atendió en el Cubo de la Galga… y se acordaba de nosotros. Nos comunicaron que los senderos estaban cerrados por alerta meteorológica… pero nosotros no escuchamos la radio subiendo, y además llegamos al aparcamiento antes que ellos… es lo bueno que tiene madrugar: que no te enteras de las prohibiciones. En La Palma hay un problema con este tema, y es que las alertas las anuncia el cabildo de Tenerife… y si ya la meteorología cambia de una vertiente de la isla a la opuesta, imaginad de una isla a otra. Lo mismo cierran los senderos porque hay ventisca en Tenerife, y en la Palma está perfecto para caminar. Deberían revisar esos protocolos. Este día estaba complicado, de hecho nos cruzamos con una chica corriendo y una pareja mayor de alemanes… aunque sí que es cierto que en zonas boscosas, con esas rachas de viento te puede sorprender la caída de una rama… o algún barranco, en las zonas bajas,  verse desbordado de repente y llevarse vidas por delante. Vimos acertada la decisión de cerrar, pero es que nosotros no nos enteramos y pensamos que el día iría a mejor… y el caso es que lo fue… 

También nos acercamos al atrapanubes que queda a pocos metros del camino, y pudimos comprobar que funcionan perfectamente. El agua rebosaba, ya que algunos tubos están atorados por falta de mantenimiento, y la temperatura era muy baja... te dejaba heladas las manos. 

Después de una buena comida en ese restaurante que mencionamos al inicio, quedó una tarde excepcional en la cual volvimos a ver vencejo unicolor y un buen bando de avión común occidental, además de alguna curruca capirotada, cernícalo vulgar, mirlo común, y la siempre presente chova piquirroja (grajilla).

La Palma, la isla bonita según le llaman, donde se estuvo muy a gusto, parafraseando a El Drogas.

















lunes, 16 de junio de 2025

Volcán de Teneguía, Caños de Fuego y el faro de Fuencaliente.

Uno de los centros de interpretación imprescindibles es el dedicado a los Caños de Fuego, en la zona del volcán San Juan de 1949. Estos tubos volcánicos son galerías subterráneas de lava, que se fueron enfriando por el borde de la escorrentia, desde abajo hacia arriba, creando un túnel por el cual seguía corriendo lava líquida mientras por la parte superior ya se había enfriado lo suficiente como para solidificar. Básicamente es un malpaís bajo el cual quedaron unas especies de cloacas que se vaciaron cuando cesó la actividad volcánica y hoy día se puede caminar por ellas como por una cueva al más puro estilo kárstico… pero en negro.

En este centro se nos explica todo lo relativo a la formación de estos tubos y se da bastante información sobre aquella erupción y los distintos tipos de piedra volcánica. El personal está muy bien formado y lo hace con mucho cariño.

En la actualidad, todo el entorno está cubierto por la ceniza del nuevo Tajogaite de 2021, mostrando el lugar un ambiente bastante impactante, y por supuesto, se ve el nuevo volcán desde el centro de visitantes.

Además de los túneles hay unas pasarelas para caminar y así proteger la zona del pisoteo. No debemos abandonar esos caminos. Ver la vegetación, emergiendo entre cenizas… me recuerda las palabras del amigo Juanma Sánchez, el grazalemeño que dirige El Vuelo del Fénix: El pájaro de fuego resurge de sus cenizas cada noche de 11 a 12, en Radio3. Sin duda, el mejor programa de la parrilla sonora de RTVE. Estos días han volado con el Fénix muy buenas bandas, de la calidad de Amorphis, Adventus, Battle Beast… El último trabajo de los fineses Amorphis me parece bastante bueno. Damos las gracias a Juanma Sánchez por su labor de difusión del Metal, tanto hispano como internacional, en un programa que lleva ya bastantes años en antena y que seguimos desde el principio, y que supera en calidad al resto de la parrilla de Radio3.

Tras la visita nos acercamos a la montaña Jedey, que desde su vértice geodésico nos salió una panorámica estupenda. Es visible el pico Bejenado desde toda esta zona, si la condensación lo permite. Los días están bastante frescos a finales de marzo y es un gustazo caminar.

Tras la comida en el bodegón Tamanca, que no puedes pasar por La Palma sin comer ahí, pusimos rumbo sur y nos acercamos de nuevo por la espectacular zona de los volcanes de San Antonio de 1677 y Teneguía de 1971. La punta sur de La Palma merece un par de visitas aunque se dejen otros rincones por ver. Esa tarde estaba muy buena en el sur, pero había nubes de evolución más al norte, de hecho, al llegar ya de noche a Santa Cruz, vimos que había llovido bastante. Cayó una especie de gota fría por esa zona, y nosotros ni nos enteramos en Fuencaliente. La meteorología en La Palma es muy cambiante de una parte de la isla a otra.

La playa de Echentive fue uno de los rincones que visitamos, y con ganas de bañarnos, pero el mar estaba demasiado revuelto para unos gaditanos… y no tanto para las pardelas, que las volvimos a ver. En La Palma se ven pardelas… cosa que es muy difícil en Cádiz.

En esta playa había un manantial de aguas termales… una “fuente caliente”. La erupción de 1677 sepultó esa fuente bajo un malpaís infranqueable, perdiéndose así uno de los recursos económicos más importante de la isla en aquella época, ya que hasta aquí viajaban ricachones enfermos desde Europa, con la intención de curarse de enfermedades venéreas y de la piel en aquel balneario de aguas ricas en azufre… algo naturalmente mágico. 

Esta fuente se redescubrió en 2005 gracias a unos trabajos de geología llevados a cabo para localizarla, y cerca de la fuente hay unas pozas en las cuales te puedes bañar sin los efectos del fuerte oleaje de la punta mas meridional de La Palma.

El Teneguía tres siglos después casi sepulta las salinas de Fuencaliente, que acababan de comenzar su actividad salinera, pero la lava rodeó por ambos lados la salina, sin afectarle lo más mínimo. Hoy día, además de un recurso salinero, es un sitio geológico espectacular de visitar y con un interés ornitológico increíble, incluyendo las mencionadas pardelas, y especies tan emblemáticas y queridas en estas páginas de Caminos y Caños como el Anarhynchus alexandrinus (chorlitejo patinegro), al que tanto esfuerzo dedicamos para concienciar a las personas de su existencia y de su delicado estado de conservación. Con esta pequeña ave limícola tenemos un problema, y es que no es un león. En las playas de Torrevieja, Alicante, hay una bióloga volcada en dar a conocer este ave, con iniciativas como venta de camisetas, concursos de pastelería con formas de chorlitejos… y ha creado dos personajes, que son Berto y Berta, a través de los cuales va dando forma a sus campañas de divulgación en redes. El proyecto se llama: Chorlitejo Patinegro, si lo buscas en instagram.

Creemos recordar que tras el buen rato que pasamos en la Playa Nueva y los alrededores del faro, y tras ver volar un pequeño bando de vencejo unicolor y dos chovas, subimos a la localidad de Los Canarios a firmar lo acontecido con un buen barraquito en un tranquilo bar de la travesía, ya que tampoco se debe abandonar la isla sin probar este cafelito tan bien aliñado.

Desde la puerta del centro de Caños de Fuego. Preside el pico Bejenado.

La cueva de las Palomas.

La colada del nuevo Tajogaite.


El Tajogaite de 2021.


En el interior de la cueva de los Cristales.




Lagarto tizón.


Desde Montaña Jedey.

Cráter de San Antonio.



Faro de Fuencaliente.


Playa Nueva o Echentive.