Madrugamos y nos dimos un paseo (marítimo) para buscar el Hyundai y tomar la carretera LP-4, que cruza la isla de este a oeste pasando por el gran complejo astrofísico de La Palma. Esto es un puerto de montaña con un desnivel de 2400m, que ya lo hemos nombrado días atrás.
Llegamdo al punto kilométrico 25, veremos un cruce en el cual podremos dejar el auto en una especie de mediana, donde nosotros fuimos los primeros en aparcar. Parte desde ahí una senda balizada hacia el pico que da título a esta entrada, y que se corresponde con la nomenclatura PR-LP-3. Esta senda se puede comenzar en Santa Cruz, si se tienen ganas, pero esa empresa llevaría muchas horas… imaginad el desnivel. La Palma no tiene límites, por ello es la mejor de las islas para la práctica del excursionismo y conocida a nivel mundial.
No sólo por los aficionados a cubrir distancias a pie por los vericuetos de la biodiversidad es conocida la isla de La Palma, pues dentro del mundo científico de la astrofísica, es un gran referente a nivel mundial, no en vano Canarias alberga el complejo astronómico más importante del hemisferio norte, y aquí se celebran durante el año, numerosos eventos de divulgación del estudio de la astronomía. Ahí es nada.
Sobre las 9:15 estábamos gastando suela por un escarpado sendero atravesando un denso bosque de pino canario. Escuchamos el diálogo de algunas aves, pero no nos entretuvimos en intentar averiguar de qué especie se podría tratar. Reconocer las aves por su canto es una labor que se nos antojaba arto complicada, pero con el paso del tiempo y prestando atención, hemos descubierto que vamos identificando una buena cantidad de aves por su voz. Esta habilidad es imprescindible para hacer censos de aves, pues en algunos entornos las oyes y no las ves. No es tan difícil en realidad. ¿Acaso no reconoces la voz de un cantante, aunque colabore en otra banda? Bueno… con los guturales es complicado… e igual pasa con las currucas…
Se toma bastante altura en poco tiempo, y la senda no tiene pérdida; se maneja muy bien… no defrauda el estilo palmero (Palmero Style) de mullidos caminos de pinocha canariensis, pero llegada una cota, los enormes pinos van dando paso a un ambiente de alta montaña con vegetación rastrera, y nos metimos algo en la nube, pero iba y venía. Casi perfecto así.
La variedad cromática en esta vertiente de la caldera de Taburiente nos tiene asombrados. Vamos escuchando algún paseriforme, y vimos un grupo de serín canario… tan alto… y alguna chova piquirroja (o graja) pasó de largo mostrando su potente voz. También en este sector del Parque vemos ejemplares de pino con un porte excepcional y un diámetro de tronco fuera de lo común en lo que a pinos peninsulares se refiere.
Asomados al balcón que ofrecen los últimos metros de ascensión de esta cima hacia la Caldera de Taburiente, disfrutamos de algunas vistas por momentos. La verticalidad ofrece una especie de libro abierto a la geología. Alcanzado el hito de cumbre, se cerró en nubes, y resultó algo antipático el pico, debido a alguna antena y cableado diverso. Compartimos momento con una pareja holandesa que vienen de vez en cuando por La Palma.
Nos había llevado sólo una hora y media alcanzar la cumbre, pues es un corto recorrido, y regresamos por el mismo camino de subida. Ya con el coche, nos acercamos al centro de visitantes del Roque de los Muchachos; este espacio divulgativo del complejo astronómico de La Palma es una visita ineludible, está montado todo muy didáctico y con un gusto exquisito. Algunos ayuntamientos deberían invertir más en este tipo de centros de divulgación para fomentar la cultura y la protección del medio ambiente. Sólo el conocimiento nos salvará del caos.
Tras la visita y entre las nubes, subimos hasta el aparcamiento del Roque de los Muchachos para ver este punto tan emblemático de La Palma, en el cual la niebla sólo nos dejó a ratos la oportunidad de gozar el paisaje. Hacía una temperatura cercana a los 5º C, y no faltó el cuervo canario. La pena fue no poder sacar una panorámica para la exitosa web de Horizontes Ibéricos, que si no la conoces, estás tardando en buscarla en tu motor de búsqueda favorito.
Y desde el punto más alto de La Palma, sólo nos queda bajar, se aclaró un poco la condensación dejando ver el Gran Telescopio Canarias (GTC) y otros de alrededor. Uno de los complejos más atractivos son los que forman el proyecto MAGIC. Recordaba en 2005 que sólo había dos telescopios de este tipo, trabajando en estéreo. Ahora hay varios más.
Al aparcar en el cruce con el camino GR131, vimos una chica con mochilón, que venía de travesía. Fuimos caminando por el GR hacia el Roque Chico, y en el Barranco de Marangaño firmamos un geocaché. Hacer este GR completo desde Los Llanos, debe ser una pasada.
Tomamos coche de nuevo y nos acercamos a las instalaciones del proyecto MAGIC, y de vuelta por la misma carretera de subida. Había pequeños neveros en la cuneta y una densa niebla… hacía bastante frío. Nos orillamos en la berma del vial contrario a la altura del cruce con el pico de la Cruz, de 2353 m, en el Pk 31, más o menos. Ascendimos al VG, para ver las invisibles vistas. Nada… niebla mucho más cerrada. A penas se intuye el vértice, al cual me acerco inútilmente en un vano intento a la desesperada de buscar un atisbo de claridad. Al arrancar esta subida, había visto a mi derecha a la misma chica de la mochila, abrigándose… ¡ya estaba por aquí! Y al bajar, no me la cruzo… y veo a Isabel junto a la carretera con ella. Llorando. Le dio un bajonazo tremendo al verse allí sola, con la temperatura bajísima, venía desde El Time… y se había quedado sin batería en el móvil… al parecer. Total, que donde caben 2, caben 3. Nos la llevamos a Santa Cruz. No entendíamos casi nada de lo que dijo… cosas de no manejar el mismo idioma… pero cuando entró en calor la eslovaca, cambió de cara y todo… y de pronto, su móvil empezó a funcionar. Un misterio palmero por investigar, pero que no nos quitó el sueño en absoluto. Su idea era alcanzar el refugio del Pilar… una empresa demasiado alargada para las horas que eran y la temperatura que hacía, a parte de que se avecinaba tormenta.
Hablando de tormenta, hubo una banda sevillana que se formó a final de la década de los ´60, de rock psicodélico claramente influenciado por el estilo de aquellos Deep Purple, llamados The Storm. Tenían una canción, que la puedes encontrar en los archivos de la red social YouTube, que se la dedicaron a su mánager y se titula: Un señor llamado Fernández de Córdoba. La primera vez que escuché esta canción, me acordaré, fue en Discópolis, el programa de José Miguel López, y fue bajando en coche desde Capileira tras dos días por aquellas montañas nevadenses. Sierra Nevada no tiene nada que ver con La Palma, pero ambas ofrecen un color marrón oscuro con trazas anaranjadas o algo rojizas en su geología.
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Aquí se puede dejar el auto y comenzar la caminata. |
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Entre majestuosos árboles resistentes a todo. |
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Incluso se llega a ver el mar hacia el norte. Esta isla es maravillosa. |
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Fijaos que corteza gasta este pino. |
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El camino es un gustazo, como de costumbre. |
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Saliendo del pinar. |
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Una mirada hacia el Roque de los Muchachos, aunque no sea visible. |
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Y el Pico de la Nieve. |
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La foto que nos hizo aquella pareja. |
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Bajando tras tomar un café palmero en la cumbre. |
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Intentando ver qué eran esos pajarillos... serín canario. |
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Jaras, pinos, niebla y rocanroll. |
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De vuelta por el bosque canario. |
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Se nota la hora... siempre somos los primeros. |
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El Roque de los Muchachos. |
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El Barranco de Marangaño, que cae hacia la Caldera de Taburiente. |
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Telescopios. |
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Chovas Piquirrojas (grajas). |
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La niebla cada vez más densa y el aire más frío. |
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El Roque de los Muchachos, protegido. |
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El proyecto Magic. |