lunes, 29 de noviembre de 2010

TRAVESIA POR EL BAJO GENAL


¿Qué es un día perdido? Un día en el cual no te has reido. Hay un blues para esos días, "Blues for the lost days", que lo canta el abuelo John Mayall, ese británico blanco cantante y multi-instrumentista. Nosotros para no perder el día, decidimos después de trabajar dirigirnos a la serranía Malagueña.
El Valle del Genal se extiende desde la serranía de Ronda, su arteria principal es el río Genal que va a morir al río Guadiaro en la provincia de Cádiz. Es uno de los parajes naturales que aún se conserva casi vírgenes aunque ya se va notando la entrada del boom inmobiliario por algunas zonas. Las aguas del Genal son cristalinas y transparentes que se puede beber en las múltiples fuentes que discurren a lo largo de los senderos. El río atraviesa el término municipal de dieciséis pueblos pero nosotros en esta primera travesía cruzaremos cinco: Benalauría, Jubrique, Genalguacil, Benarrabá, Algatocin. Estos cinco pueblos se erigen blancos y limpios en medio de montañas de bosques verdes mezclados en esta época con los rojos, ocres y marrones del otoño.


Hacemos nuestra entrada en el Valle por Gaucín donde la sierra Crestellina y El Hacho te dan la bienvenida y nos dirigimos al pueblo de Benalauría. Aquí comenzamos nuestra travesía, dejamos el coche y caminamos por el centro del pueblo dirección a la parroquia de Santo Domingo (XVI), aquí giramos a la izquierda donde comienza el sendero. Desde Benalauría hasta Jubrique el sendero no está señalizado por lo que tenemos que preguntar a los lugareños que son muy amables. Tenemos que coger dirección Algatocin, hasta un área recreativa, una vez aquí hay que girar a la izquierda, el trayecto discurre por una zona llamada “el Castañar”. Empezamos a bajar y hay un cartel indicativo “dirección río”.


Vamos bajando por un pequeño sendero de bosque de alcornoques, en esta parte el castaño se deja


 entrever, y nos lleva hasta el molino de Almenta o Maquina Quemá.


El molinero Antonio salió a nuestro encuentro y nos atendió muy amablemente indicándonos el camino a seguir, ya que debido a la multitud de caminos particulares que hay es muy fácil perderse. El molino de trigo es uno de los lugares paradisiacos que vamos a poder disfrutar en esta ruta, donde fluye la vegetación con el rugir del agua y el canto de los pájaros, y donde te gustaría que el tiempo se detuviese. Seguimos subiendo por un camino bien determinado y donde el castaño no deja de acompañarnos con sus múltiples colores. El castaño en esta zona en concreto tiene un carácter antrópico y ha sido reintroducido desde Igualeja hace unos cincuenta años, pero en la Península Ibérica el castaño es un árbol autóctono que se refugió en nuestro país de las glaciaciones acaecidas en Europa. Una vez llegamos a la zona más alta y al bordear la loma nos encontramos con el pueblo de Jubrique donde pernoctamos.

Vistas de Benalauría
Salimos de Jubrique dirección Genalguacil, lo hacemos bajando la calle del Colegio Público que nos conducirá a un sendero histórico bien señalizado.
Lo bueno es que comienzas la mañana bajando, y esto se agradece de momento, hasta que una vez cruzado el Genal, nuevamente, por un inquietante puente de vieja madera, se comienza a subir y la cuesta se hace interminable hasta alcanzar un carril que sigue curvas de nivel casi hasta la entrada al pueblo.


Genalguacil es no de los pocos pueblos que pueden vanagloriarse de tener un museo vivo para el disfrute de todos, en cada rincón de sus inclinadas calles podemos contemplar las esculturas ganadas en los diferentes


concursos realizados a lo largo de estos años, hay que alabar este tipo de iniciativas de su Ayuntamiento,


que le dan al pueblo un toque cultural, bello, original y único. Genaguacil fue declarado Parque Natural por sus pinsapos.


Después de disfrutar de los diferentes miradores de que dispone este hermoso pueblo, nos dirigimos a la venta Las Cruces donde a mano izquierda, junto a un pequeño polideportivo sale el sendero hacia Benarrabá. Reitero, lo mejor es preguntar a los amables lugareños pues la senda no está indicada.


A lo largo de todo el camino podemos observar la intensa actuación de la mano del hombre sobre el valle perfectamente integrada en el medio natural con numerosos molinos y huertos (limones, naranjas y hortalizas); y una exuberante diversidad vegetal donde están representados casi todos los elementos de umbría y solana, tanto los naturales como son los alcornoques, quejigos, brezales, helechos; como los


existentes en los huertos muchos de ellos semiabandonados (por sus propietarios supongo por la mala intervención de los intermediarios) de frutales, nogales, higueras, castaños, olivos, álamos, vides.


El sendero hacia Benarraba discurre por un bosque de encinas y alcornoques. Bajamos al río Genal donde lo cruzamos nuevamente y comenzamos una fuerte pendiente donde podemos ir disfrutando a nuestras espaldas de las vistas de Jubrique y Genalguacil. Debido a la espesa niebla nos dimos de bruces con las primeras casas del pueblo, el cual no tiene perdida, sólo hay que atravesarlo por su calle principal y tras una



curva a izquierda se acaba la vecindad y continuamos por el carril, que si está marcado, hacia nuestro próximo objetivo: Algatocín, no sin antes llenar las cantimploras en la fuente que hay a la salida. Es uno de los placeres de esta zona, puedes despreocuparte por el agua que no te va a faltar.
Después, de un almuerzo en el bar de la plaza de Algatocín, emprendemos otra pronunciada bajada por la calle del pueblo que nos lleva a las afueras y aquí no está muy señalado el comienzo del sendero. A partir de aquí nos adentramos en un bosque de quejigos precioso que no abandonaremos en todo el recorrido hasta casi llegar a la entrada de Benalauría donde volvemos a retomar otra vez el bosque de castaños por el que comenzamos la singladura el día anterior. En España desde la época de los romanos la castaña ha sido un alimento muy apreciado tanto como alimento de la población como fuente de energía para las tropas, y así se mantuvo hasta el descubrimiento de América que se introdujo nuevos alimentos exóticos.


A las salidas de los pueblos hay que estar muy atento al inicio de los senderos, ya que a lo largo de todo el valle hay multitud de sendas y veredas que nos pueden desviar de nuestro camino, y que fueron creadas por el intenso comercio que se originó entre Gibraltar y Ronda. Esto acarreó que la arriería fuera una actividad económica muy desarrollada a principio del S. XX y que los caminos y sendas fueran utilizadas por los arrieros; y que hoy día si somos respetuosos con el medio podemos seguir utilizándolas para nuestro disfrute.
                                                              Ficha Técnica:

Localización: Valle del Genal
Población: Benalauría, Jubrique, Genalguacil, Benarrabá, Algatocín (Málaga)
Distancia: 32 Kms
Desnivel: 2234 ms
Dificultad: Alta (por el desnivel acumulado)
Trazado: Circular

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