lunes, 28 de noviembre de 2011

SENDERO POR LOS ACANTILADOS DEL PARQUE NATURAL DE LA BREÑA


La mañana del domingo se presentaba lluviosa y además estábamos convocados a votar en las urnas, como dice Javier Krahe en su canción ¡ay democracia¡…

“Me gustas democracia
Por qué estás como ausente,
con tu disfraz parlamentario..”

Ante estas dos opciones, decidimos irnos a los acantilados de Barbate. Comenzamos la ruta por los Caños de Meca, al final de su núcleo de población. Enseguida te adentras en un bosque de pinos y vas ascendiendo poco a poco por una pendiente que transcurre paralelo a la costa, sobre los acantilados, vamos dejando atrás hermosas vistas del faro de Trafalgar.


 En los puntos más peligrosos del recorrido, se han colocado vallas de protección, en otros tramos hay que tener cuidado de no acercarse mucho al corte del precipicio, ante el peligro de derrumbe.


Este primer tramo del sendero discurre por un bosque de Pinus pinea; es un árbol que suele soportar bastante bien la salinidad  del terreno, así como los suelos arenosos, que precisamente fueron replantados en las dunas del terreno, y suelen tener enormes raíces para extraer el agua de las capas más  profundas y debido a los fuetes vientos suelen quedar al descubierto. Junto a este pino vemos también en esta primera zona del sendero un rico bosque de enebro marítimo y que pueden observarse ejemplares de gran talla, ya que se 


encontraban con anterioridad a la repoblación de los pinos; esta especie está inscrita dentro del libro rojo de especies amenazadas de Andalucía. También podemos observar lentiscos, retamas, palmitos, coscoja y buena parte de plantas aromáticas, como lavanda, romero, tomillo… que le dan al sendero un caminar relajante.
Poco a poco vamos ascendiendo por el acantilado, que se formó debido a que su sistema de dunas fósiles se quedaron aisladas por procesos geológicos o por algún obstáculo orográfico se petrificaron dando lugar a las mil formas que podemos ir observando a lo largo del recorrido. 


Nos aproximamos a la Torre del Tajo que a pesar de sus 13ms de altura no se ve a lo lejos porque la oculta la copa de los pinos, tiene forma en tronco de cono, dispone de una sola estancia abovedada. En este punto es donde los acantilados adquieren su máxima altura, los


 100ms sobre el nivel del mar, este hecho le valió para que el rey Felipe II la mandara construir como torre de vigía, ante las incursiones de los piratas moriscos.  Esta torre junto a otras que hemos ido viendo en nuestro recorrido por el mar, formaban un entramado de comunicación entre las poblaciones colindantes de los peligros que asolaban sus costas, durante el día lo hacían mediante humo y por las noches avisaban con fuego. Hoy día podemos disfrutar de esta torre gracias a los procesos de restauración que ha sufrido, por eso todos debemos de cuidarla y evitar su deterioro.
Si nos paramos en este punto, además de poder contemplar el atlántico, podemos divisar ya Barbate, el cabo de Gracia, la sierra del Retín, de la Plata… hasta la punta Camarinal.


Una vez dejamos atrás la torre comenzamos una suave bajada y donde van apareciendo ya las lomas pobladas de vegetación y por donde podemos oír pequeños caños y manantiales 


de agua potable correr hasta el mismo litoral. Estos acuíferos se forman por la disposición alterna de estratos permeables e impermeables, es decir  de calizas y margas arenosa.  De ahí que los musulmanes le dieran el nombre de caños de Meca.
Conforme vamos bajando podemos ir contemplando toda la ensenada de Barbate con su


puerto pesquero y poco a  poco llegamos a la playa de la Hierbabuena. Esta playa es muy codiciada por la comunidad surfera y la emergente kayak surfera, por su inmejorable ola de derechas.
Ficha Técnica

Localización: Parque Natural de la Breña
Población: Caños de Meca - Barbate
Dificultad: Baja
Distancia: 16 Kms
Desnivel: 100ms

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miércoles, 23 de noviembre de 2011

TRAVESÍA POR EL ALTO GENAL


Cuando hablamos del otoño, siempre mantenemos en nuestra retina  la imagen  de los días más cortos, la llegada del frío, los pájaros emigran y las hojas caen y el suelo se cubre de un manto de tonos ocres. Pero, hablar de otoño, es hablar del valle del Genal, de  castañas, de silencio, de los mil amarillos, de aguas cristalinas, de pueblos blancos y del conjunto finlandés, Poets of the Fall (Poetas del otoño), con su canción Sleep.
Hacemos nuestra entrada en el Valle del Genal por Ronda, donde podemos comprobar que nos vamos adentrando cada vez más en un terreno morrocotudamente accidentado, con unas paredes vertiginosas y poblado de masas forestales donde destacan  grandes castaños de copas redondeadas y de una variedad cromática impresionante y que a veces es sólo interrumpida por la construcción de la carretera. En sus  altozanos se divisan sus pueblos blancos en medio de las montañas de mil colores bañadas por los rayos de sol que los hacen brillar a lo lejos.


Podemos decir que el valle del Genal forma parte del Patrimonio Natural de la provincia de Málaga, ha sido considerado por la Unión Europea como lugar de Interés Comunitario y forma parte de la primera Reserva de la Biosfera Intercontinental del mediterráneo. Le da el nombre su corto río, el Genal, que forma una subcomarca dentro de la serranía de Ronda.
 A pesar de ser un río corto atraviesa los dieciséis pueblos que configuran el valle del Genal. Su nacimiento lo tiene en Igualeja  en un manantial rocoso de aguas cristalinas. 


Comenzamos nuestro recorrido en el mismo Nacimiento y bajamos por el margen derecho del río, por la calle Canal donde vamos bajando al barrio santa Rosa de arquitectura típica árabe, reducto de la conquista de estas tierras en el s. VIII de los primeros bereberes que no encontraron mucha resistencia en la población autóctona.
Nos dirigimos a la calle Tetona donde salimos a las diferentes fincas particulares que rodean el pueblo, desde aquí, ya podemos divisar los primeros  castañares y roquedales de matorral, así, como en sus montes cercanos el cultivo del olivo. Tras una suave ascensión llegamos a La Loma, un cruce de caminos, no dejamos este camino principal y comenzamos un ligero descenso hasta que llegamos a una curva cerrada donde el carril sigue descendiendo pero nosotros giramos por el camino de la derecha que va paralelo al vallado y dejamos a nuestra izquierda una gran torreta de tendido eléctrico que produce un gran impacto visual. Poco a poco podemos contemplar la dorsal que separa los valles del Genal y Guadiaro. 


Conforme vamos bajando nos encontramos con una bifurcación del sendero, la de la derecha nos lleva a una caseta de labranza, por lo que, continuamos por el sendero de la izquierda que nos lleva a la ribera del arroyo de los “Granaos”, cruzamos su cauce y comenzamos a ascender por el camino. El camino está bastante bien señalizado y debemos seguir los hitos del camino principal, sino, nos adentraremos en fincas particulares. Continuamos ascendiendo hasta que el trayecto se va suavizando, cruzamos toda la loma de la Padereta y llegamos al puerto más alto de la ruta y desde aquí podemos contemplar al fondo sierra Blanca con el Cascajares (1416m), el cerro de Malhacer y Los Riscos. Desde cualquier punto del valle podemos ir divisando los materiales metamórficos carbonatados de la Dorsal Bética donde afloran las dolomías calizas y margocalizas a los materiales ultrabásicos tipo peridotitas de la parte de sierra Bermeja y sierra Blanca.
Conforme nos aproximamos a Parauta (796ms), el camino está hormigonado y te lleva al centro del pueblo. Cuando llegamos a la entrada el grupo que nos acompañaba Ana, Fátima, Enrique y Alfredo se quedaron a degustar el plato típico con el que el pueblo obsequiaba a los visitantes, arroz con conejo,  un poquito de música y baile…
Nosotros en este punto, giramos a la izquierda,  comenzamos a bajar por una calle cementada que nos conduce a una plazoleta donde nos indica que comienza el sendero para Cartajima. 
En esta pequeña plaza podemos observar dos pinsapos y un gran majuelo. En la primera curva a la salida del pueblo nos encontramos de frente con la Fuente Nueva, muy blanca y sobre su abrevadero se erige un arco de medio punto. Seguimos caminando por el sendero principal donde vamos bajando al arroyo Algorma, el camino es cómodo y podemos ir disfrutando de los mil y un colores que el paso del otoño va dejando en el castañar. Conforme vamos bajando, al barranco del arroyo, la vegetación se enriquece con la presencia de encinas, olivos, madroños, chaparros y una preciosa hilera de chopos que en esta época del año su amarillo intenso contrasta con la variedad cromática de los ocres del castañar. Debido a la humedad y a la exuberante vegetación que hay en este lugar se desarrollan en los árboles una rica variedad de hongos.


Una vez atravesamos la confluencia de los arroyos Algorma y “Granaos” comenzamos a subir una fuerte pendiente y atravesamos la zona más llana, conocida como las “Allanás”, por sus anchos caminos podemos ir contemplando las fantásticas vistas de las lomas repletas de castaños, todos alineados y con sus copas redondeadas que contrastan su cromatismo de colores ocres con los tonos ya mas marrones del suelo tapizado de hojas. Conforme nos acercamos al pueblo podemos contemplar el castaño Arena, árbol centenario catalogado por la Junta de Andalucía por su grandiosidad y hermosura.  


Nos adentramos en  Cartajima por la calle principal, Capitán Cortés,  este pueblo es también conocido como el Cádiz Chico, debido a que en el s. XIX la población se dedicó  a la explotación de los yacimientos de hierro que originó la creación de fábricas de cañones y jugó un gran papel en la guerra de la Independencia. A la altura de la iglesia giramos  a la izquierda y vamos bajando buscando la salida hacía el sendero, al fondo vemos un mirador elaborado en madera y hacemos nuestro alto para comer. Después de degustar nuestros bocatas, aderezado con un buen vino, que portó Álvaro, y de disfrutar de la panorámica de Los Riscos, pusimos rumbo a Júzcar.
Bajamos por un sendero a la derecha tras una pronunciada curva donde de nuevo vamos caminando entre castañares intercalados con encinas, quejigos y una buena hilera de madroños que en ésta época están a pleno rendimiento. Una vez cruzamos el cauce del arroyo Blanco comenzamos a subir suavemente por el camino marcado y el camino nos conduce a la carretera, por la que tenemos que caminar un pequeño tramo hasta que llegamos a una desviación a la derecha de un camino hormigonado que nos conduce al pueblo de Júzcar, el pueblo de los pitufos… Podemos decir que ¡¡Júzcar está de moda¡¡ Debido a la promoción de la película de los Pitufos, el pueblo lo han pintado entero de azul,


perdiendo toda su identidad de pueblo blanco de la sierra, en beneficio del sector de la hostelería. La promotora eligió este pueblo porque es el que está situado en una hondanada, se oculta entre las diversas lomas que configuran el barranco de las Cañadas, regado por el río Genal, a diferencia del resto de los pueblos que se ubican en los altozanos.  
Buscamos la salida del pueblo, dirección a Pujerra, y poco a poco fuimos atravesando por la zona de Las Alcoberias y dejamos a nuestra derecha la Era del Olivar (729 ms), fuimos bajando hasta el río Genal y una vez cruzamos el puente comenzamos a subir una fuerte pendiente que nos lleva hasta el mismo Pujerra (769 ms), pueblo con calles de fuertes pendientes y fachadas encaladas de blanco, donde se guarda un bonito recuerdo por todas sus calles del rey Wanda, antes de que estos terrenos pasaran a manos de los sarracenos. Aquí dimos por finalizada nuestro primer día de travesía.


La mañana del domingo, después de un buen desayuno, pusimos rumbo a Igualeja, para llegar hasta allí, tenemos dos opciones, una es coger un camino más corto que te lleva a Igualeja en unos 8 Kms y otra es más larga de unos 12 Kms, nosotros optamos por esta y nos dirigimos a la calle La Toma, con una fuerte pendiente, que  nos conduce al sendero.
De todos los caminos que hemos recorrido en esta travesía, el que une Pujerra con Igualeja,  es quizás uno de los más hermosos, por sus inclinadas lomas, por sus estampas más bellas, 


es uno de esos sitios que te transmiten paz, hacer un alto en el borde del camino y contemplar tu alrededor en su conjunto te producen estremecimiento al ver tanta belleza, sobre todo, en esos momentos que los rayos de luz penetran por los pequeños espacios que le dejan las ramas y el contraluz se mezcla con una tenue corriente que produce la caída de sus hojas que pasan de un verde a todos los tonos ocres, amarillos, rojos, marrones, tostados… 


Del Castaño se aprovecha todo, tanto su madera muy preciada para elaborar muebles como instrumentos musicales, hasta el consumo humano. Su fruto tan carnoso  tiene un origen autóctono, es un árbol que durante el cuaternario se refugió en la zona norte de la península como consecuencia del clima frío de la época glaciar que reinaba en Europa, extendiéndose a zonas más meridionales.
 Vamos caminando poco a poco hasta llegar al Puerto de Juan Agustín y de aquí fuimos bajando a río Seco, afluente del Genal. Ya solo nos queda un pequeño ascenso por el barranco cubierto de pinar hasta el pueblo de Igualeja, al que llegamos satisfechos y


cansados tras haber recorrido 37kms en dos jornadas, y 2200m + de desnivel acumulado.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Picón de Jérez (3088m)


Tocar la guitarra eléctrica con un arco de violín, ya lo hacía el gran Jimmy Page, pero si escuchamos a los islandeses Sigur Ros (Rosa de Victoria), podremos disfrutar de la melodía que transmite el falsete de su cantante Jón Pór Birgisson, a la vez de la fuerza que introduce con su guitarra cuando es friccionada por las cerdas del arco, con el que toca su instrumento. En la canción Olsen Olsen, nos transporta a espacios sonoros similares a los espacios ambientales en los cuales tuvimos la ocasión de caminar el día al que referimos esta entrada del blog.
El Picón de Jérez es de los tresmiles más planos en su cumbre, y muy próximo a otros picos que te permiten engordar tu excursión, y merendarte de una tacada 3 o 4 ascensiones en una, llegando al Puntal de Juntillas (3140m), Puntal de los Cuartos y Cerro Pelao (3182m) en una sola jornada. El sábado 29, con nieve, nubes compactas a partir de 2800m, cero grados centígrados a 3000 m (12 del mediodía) y vientos que podían superar los 70km/h, nos tuvimos que conformar con tocar la cima del Picón y volver por nuestra huella al Circo de Alhorí, pues olvidamos el gps y no sabíamos hacia donde estábamos caminando por aquella venteada cuerda. 


Con una visibilidad tan reducida y esas condiciones meteorológicas no se puede jugar al escondite, ya que, se puede pasar muy mal. A las 11 de la noche, estaba todo despejado y disfrutamos de la visión de la Vía Láctea desde el refugio de Postero Alto, situado a 1900m de altitud y guardado por Pedro.


De todas formas se disfrutó de la alta montaña nevadense, contemplando Capra Pyrenaica, y escuchando el grito de alguna Chova, que a causa de la niebla, no pudimos ver, pero que merodeaba por las inmediaciones del nacimiento del río Alhorí, poniendo banda sonora al lugar, por el cual pasamos y contemplamos mientras nos reponíamos del esfuerzo tomando unos frutos secos y un té calentito, gentileza de Pedro. 


Desde el Circo de Alhorí a la arista del Picón, tomamos la vereda inclinada que a través de un corredor muy descompuesto nos acerca casi a la cumbre. 


Esta ascensión no es sencilla, pues aunque no presenta dificultad técnica, se tiene que salvar un desnivel de 1200 m, aunque eso sí, no tendremos problema con el líquido elemento pues cae abundante por el río, y de hecho, bebimos de su cauce, pues somos partidarios de no llevar peso extra, además de absorber los minerales del elemento  más apreciado de la naturaleza: el agua.


La bajada la efectuamos tranquilamente por el mismo lugar, y al volver a pasar por el nacimiento del río, la visibilidad era aún más reducida. Buscamos un cobijo en unas rocas para degustar nuestras viandas, reponer fuerzas y así continuar la singladura hasta alcanzar de nuevo el Ventisquero del Carbón, a través del colladín que  separa este del barranco de Alhorí. Aquí nos encontramos con 2 montañeros del grupo deportivo Rumbo Sur, de Almería, que se disponían a alcanzar la base del Circo y pasar la noche vivaqueando sobre la fría nieve. 


Nosotros continuamos la bajada por el ancho cortafuegos hasta llegar de nuevo a Postero Alto y cenar calentitos junto a los madrileños Mariano y Gracia con los cuales compartimos charlas de montaña.


Ya sólo me queda comentar que hace más de un año, en abril de 2010, murió un montañero que se precipitó al vacío al resbalar en el hielo mientras caminaba por la parte alta del Circo, próximo al Puntal de Juntillas. Y a los 3 días fui con Nano a subir el corredor central del Circo de Alhorí, y ciertamente, supone una actividad de mucho riesgo ascender por esos angostos y a la vez inclinados corredores cubiertos de nieve dura y a veces hielo. Por eso hay que tener mucha precaución en estas montañas…¿Merece la pena jugarse la vida en eso?

Ficha Técnica
Localización:  P.N.de Sierra Nevada
Población: Jeres del Marquesado (Granada)
Distancia: 19 Kms
Desnivel: 1200m
Dificultad: Alta