miércoles, 25 de enero de 2012

SIERRA BLANQUILLA O PICO DEL VIENTO

La mañana amaneció fría y se intuía la presencia de lluvia pero nada nos desistió de poner rumbo a Ronda para subir a Sierra Blanquilla, también conocida como Pico del Viento, y que tantas veces la vemos desde el Peñón de los Enamorados en la más absoluta soledad en medio de lo que se configura como la Sierra de Ronda.
Tomamos dirección El Burgo y en el Puerto del Viento (1190ms) a la izquierda hay una pequeña explanada con carteles indicativos, donde podemos dejar el coche,  y seguir caminando por la carretera un kilómetro y medio hasta que pasado un ensanche de una entrada al cortijo del Nogal nos adentramos en un pequeño sendero a la derecha. 
Comenzamos la ascensión hasta que enlazamos con el camino histórico que unía la población de El Burgo con Ronda, nos dimos cuenta de que este camino estaba muy poco transitado y prácticamente se está perdiendo. Todos estos caminos, que conocemos como históricos, lo son porque en su día formaron la red de comunicación entre las poblaciones, por lo que 


deberíamos, entre todos, conservarlos y mantenerlos en vigor, así como, las administraciones se deberían de interesar un poco más, ya que con pequeños esfuerzos se puede mantener activos estas vías que en su día fueron importantes y supusieron un gran esfuerzo en su construcción pues si observamos estos caminos han sido elaborados piedra a piedra, paso a paso, peldaño a peldaño… En concreto este que vamos pisando era paso ineludible de las legiones romanas en el recorrido de Acinipo (Ronda la Vieja) hacia Malaka (Málaga). Por eso creemos que la mejor forma de mantener y conservar estos caminos es seguir transitándolos.
Proseguimos nuestra ascensión por dicho camino y poco a poco nos vamos adentrando en una zona karstificada hasta que llegamos al Puerto de los Empedrados, es una zona amplia y despejada de matorral donde se configura un canchal de rocas calizas y donde se encuentra en ruinas varias construcciones que en su día fueron un ventorrillo de paso y donde al parecer nació en 1873 el  último bandolero de Ronda, Juan José Mingolla Gallardo, conocido como Pasos Largos. Estas dos construcciones son las típicas que se realizaban en la época más bien para guardar el ganado, ya que  su distribución y disposición es de lo más simple, sin ningún tipo de mortero para unirlas y protegerlas del temporal, por lo que la vida en estos parajes tuvo que ser de lo más dura y miserable. Los padres de Pasos Largos se dedicaban a la herrería de los animales que pasaban por el camino.


Prácticamente por este  recorrido se desenvolvió la vida de este furtivo, su vida no fue de lo más grata, su gran pasión era la caza y el monte; actividad que en la época estaba prohibida  y la Guardia Civil le seguía los pasos…
Cuando estábamos observando la casa de los padres de Pasos Largos nos llamó la atención el ruido que nos llega a lo lejos y pensamos en un primer momento que eran motos por la carretera, pero conforme pasaba el tiempo el ruido estridente y constante permanecía, y vimos que no eran de motos sino del circuito de carreras de coche, Race Resort Ascari, que se encuentra  a tan solo 10 Kms de la población de Cuevas del Becerro y a unos 7Kms en línea recta de donde nosotros nos encontrábamos y en pleno Parque Natural de Sierra de las Nieves… ¡¡increíble¡¡ que una población y todas las de sus alrededores tengan que sufrir durante todo el día este infernal y estrepitoso ruido ensordecedor… Ismael Serrano lo plasma muy bien en su canción "Si se callase el ruido"

"Si se callase el ruido
oirías la lluvia caer
limpiando la ciudad de espectros,
te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se callase el ruido
quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas,
quizás entenderías
que nos queda la esperanza...

A veces me pregunto hasta dónde puede llegar la falta de escrúpulos de los políticos y técnicos que consienten este tipo de desgaste para la salud y bienestar de  las personas… Cómo se puede construir un circuito de velocidad que se anuncia a bombo y platillo en sus páginas web como el más largo de Europa de Formula 1 y el que más curvas posee y ¡cómo no¡ donde se permite la máxima velocidad… ¿Dónde está el derecho de todos los ciudadanos de un pueblo a vivir en tranquilidad?… ¿Por qué nos tienen que traer todas las basuras de Europa con el pretexto de crear puestos de trabajo y somos el país con más parados de Europa?  Pues sí,  "España es diferente", es tan diferente que ensalzamos todo lo que nos viene de fuera y no sabemos respetar y defender lo que es nuestro, como por ejemplo lo que está pasando estos días en nuestro país, sentar en el banquillo al único juez (Baltasar Garzón) que se ha atrevido a juzgar los crímenes de un dictador y poder conocer así más a fondo ésta parte de Nuestra Historia y devolver las víctimas a sus familiares… ¡¡pero¡¡   España es diferente…
Bueno, una vez dejada constancia de lo que considero un ultraje al descanso de las familias, un atropello a lo que es la conservación del medio natural y una injusticia con una persona que ha trabajado en la defensa de los Derechos Humanos, pasamos por la gran explanada y nos dirigimos a un precioso torcal y giramos a la izquierda buscando el camino que nos lleva al cortijo de Botina, para ello tenemos que pasar la primera alambrada que nos encontraremos en este recorrido.


El cortijo se encuentra en ruinas y al resguardo de un torcal; pero a diferencia del anterior se observa que la vida en él tuvo que ser bastante más placentera. En sus alrededores se conserva lo que fue un pozo de nieve y un acuífero que suministraba agua al cortijo.
A partir de aquí, al ir tomando altura, nos fuimos metiendo en la nube, y esta niebla no nos dejaba ver nada, por lo que tuvimos que echar mano de la brújula y el mapa, pues no veíamos Sierra Blanquilla. A pesar de que siempre llevamos el GPS nos gusta movernos y hacer uso de la brújula ya que su orientación y posición en el lugar es de lo más fiable, y algo importante,  nunca te deja “tirada” como puede ser el GPS por falta de energía ante un cambio brusco de temperatura. Tras conocer nuestra posición, en el cortijo,  seguimos rumbo suroeste, y fuimos ascendiendo la ladera de Sierra Blanquilla por donde el terreno nos permitía, hasta que llegamos a la cumbre y de nuevo nos encontramos con otra valla en el monte, tienes que pasar esta valla y seguir ascendiente por donde mejor puedas y te encuentras con el vértice geodésico,  aquí el tiempo nos dio una pequeña tregua y pudimos contemplar un momento las vistas.


Como he comentado antes, desde el Peñón de los Enamorados, podemos contemplar perfectamente en la lejanía el Pico del Viento con una fisionomía totalmente grisácea y desprovista de toda vegetación, este aspecto  es producto de que nos encontramos en el interno del Subbético  y su morfología lo configura un precioso torcal, donde sus estratos forman, por su cara sur, un pliegue sinclinal muy ligero donde sus flancos están poco inclinados.
Bajamos por la sur y pusimos rumbo al cortijo de Lifa hacía el suroeste, pasamos por el Cancho del Lobo. Hicimos la bajada por una pequeña vaguada y subimos a un pequeño torcal para resguardarnos del fuerte viento y frío que hacía y degustamos nuestros bocatas. Teníamos unas vistas inmejorables enfrente el cortijo de Lifa donde se encuentra una mina romana


y una torre de vigía encima de un risco y por supuesto todo el valle de Lifa donde posiblemente  sirvió de vía de comunicación en la época de los romanos entre las ciudades de Acinipo y Carteia (San Roque, Cádiz), y en la época de Trajano posiblemente serviría de enlace entre las poblaciones de Acinipo-Malaka-Carteia, por lo que estos caminos y valles serían transitados por todo tipo de personas y carromatos para transporte de personas y mercancías. También disfrutábamos de las vistas del Peñón de Ronda por su cara norte y del pinsapar de la cañada de los Hornillos.
Emprendemos la vuelta porque la tarde no se avecinaba muy buena, la vuelta la hicimos de nuevo por el Cancho del Lobo y bajamos al Puerto del Viento.


Una vez pasamos el Cancho del Lobo nos adentramos en un pequeño bosque de encinas donde el suelo va adquiriendo un color rojizo y en la bajada nos encontramos de golpe con un barranco que nos sorprendió por su gama de colores, donde sobresalía el rojizo con el amarillento y el 


grisáceo-negruzco debido a las estratos muy finos de las calizas y margocalizas; donde se forman mantos de corrimiento debido a la colisión entre el Cretásico y Jurásico.  Poco a apoco fuimos bajando por estas vaguada hasta que llegamos al Puerto del Viento.

lunes, 23 de enero de 2012

CERRO ALTO Y PEÑÓN DE LOS ENAMORADOS


21 días han pasado desde nuestra última visita a Sierra de las Nieves, pues la teníamos un poco olvidada y ha llegado la hora de retomarla por todas sus vertientes. Son muchísimos los recorridos que podemos hacer por este bello parque que está tardando en ser declarado Nacional.
Partimos del área recreativa Quejigales y comenzamos a ascender por el carril hasta el Puerto del mismo nombre, para adentrarnos en la solitaria senda y desdibujada, a veces, de la Cañada de las Ánimas, pues la del Cuerno, para nuestro gusto, y dado que conocemos bien la zona, está demasiado frecuentada. La cuesta de las Ánimas está cada vez más cerrada y difícil de transitar, pues los jóvenes brotes de pinsapo y los cadáveres de los que en poco tiempo han caído desplomados, están cerrando mucho el paso.  Antes de llegar a la salida de la cañada, sale una senda a nuestra izquierda, que hay que conocer bien, pues pasa desapercibida ya que está aún menos transitada que la primera, y entramos por ella para ir rodeando Cerro Alto hacia el norte, hasta donde muere la trocha, y ahora tenemos unas vistas excepcionales de los sinclinales del Cerro de los Arcos (1342m), los cortijos del Taramal y La majada vieja, y las copas de los pinsapos bajo los cuales hemos estado caminando hace sólo un momento.


 En esta zona ya no tenemos vereda, por lo tanto somos nosotros los que tenemos que decidir donde dar un giro brusco a la derecha y poner rumbo sur para buscar la solitaria cumbre de la montaña que nos atrae en esta ocasión. Una vez en la cota 1813 de nuestro primer objetivo tenemos la oportunidad de colaborar construyendo un enorme hito popular para marcar la cumbre de la segunda elevación del serrano parque de las Nieves, y sacar los prismáticos para contemplar el Pozo de Nieve, la antena de los Pilones, el Torrecilla, Alcazaba... y toda la meseta de Quejigales. 


Fue impresionante vislumbrar la cantidad de gente que había en el frecuentado Cerro de la Plazoleta, y es que con sus 1919m, atrae mucho a muchos, y un 7 de enero es buen día para estrenar material de montaña, por todos los que todavía creen en los reyes magos.
Según dos planos topográficos, no estamos en Cerro Alto, pero sí que lo estamos si nos sumergimos en la literatura de Rafa Flores y Andrés Rodríguez, autores de la guía excursionista de la Sierra de Las Nieves y con la que hemos aprendido tanto sobre esta zona.


Tras el breve descanso, ponemos rumbo nordeste para transitar por el cordal que nos une al siguiente objetivo, La Torrecilla, que no sabemos porque, hoy le llaman Peñón de los Enamorados, aunque geomorfológicamente está más que claro que este maravilloso peñón calizo, tiene la forma de una torre. 
Desde los 1777m de esta atalaya tenemos unas vistas impresionantes a diestro y siniestro, observando al NE el llano de la Gotera, con su solitario pinsapo, y nexo entre Enamorados y Peñilla; al ESE tenemos el cerro del Chaparral, al S el cerro de la Plazoleta, al SSW el cerro de la Alcazaba, y al NNW Sierra Blanquilla y el valle de Lifa, que se plantea desde aquí arriba como nuestra próxima visita al parque.  Grabamos este corto video desde aquí.



Intercambiamos unos pareceres con otros transeúntes y nos bajamos hasta el histórico Camino de la Sierra de las Nieves, por el cual llegamos a la sima de Enamorados, junto a la cual nos dispusimos a rendir homenaje al cuerpo y cambiar de sitio los víveres que llevábamos en las mochilas... por supuesto calentamos el clásico Té, que tanto reconforta en altura.


El Quercus faginea durante el invierno está esquelético y fantasmagórico, pues ha perdido todo su follaje, aunque lo interesante de nuestra actividad es contemplar la naturaleza en todas las estaciones, y a pesar de estar en la época más fría, tuvimos un día que de no ser por el viento, hasta hubiésemos pasado calor. 
La montaña pide agua con urgencia, los arroyos están secos, no hay frutos silvestres, el color general es el marrón, cuando debería estar todo blanco o, cuanto menos, verde.
Continuamos la marcha hacia el pozo de nieve que está cercano a Cerro alto, y tomamos la vereda NW buscando el pinsapar de Las Ánimas, y antes de meternos en él, giramos a la izquierda, por la vereda del 1500, que es un precioso y solitario camino, que une Las Ánimas con el carril de Pilones pasando por la Cañada del Cuerno y la Cañada de Enmedio. 


Recomiendo enormemente transitar por este bello lugar, pues se trata de otra alternativa que también precisa del pisoteo humano para que no llegue a perderse en un futuro, y es que no se le da oportunidad a esta vía, pues subiendo por la cañada del Cuerno (sentido contrario al nuestro), pasa desapercibida, ya que han cerrado el paso acumulando ramas y piedras, para que no se vea...


Reivindicamos nuevamente los caminos históricos, igual que reivindicamos la buena música... y que sería de la música sin la radio, ¿verdad?, por eso, hoy no vamos a hablar de una canción, si no de todo un programa de radio que podemos escuchar de lunes a viernes, de 3 a 4 de la tarde en radio 3, por supuesto, y que este mes cumple 25 años: "Cuando los Elefantes Sueñan con la Música", con las palabras y las canciones de Carlos Galilea, al cual le damos las felicitaciones y las gracias por su trabajo, pero nosotros vamos a volver al camino, pues ya sólo nos queda llegar a la convergencia de nuestra senda con la vereda del pinsapar del Cuerno y unir este cruce con la aglomerada área recreativa de Quejigales, para recuperar el coche y dar por finalizada nuestra excursión.

martes, 17 de enero de 2012

LOS OBISPOS y REVOLCADORES (2015 ms)


Para realizar la ascensión al techo de Murcia, la mejor opción, es hacerlo desde La Puebla de Don Fadrique (Granada), como hemos comentado en nuestra anterior entrada (Las Cabras). Para ello realizamos el mismo recorrido, pasamos por la población de Almaciles, dirección Entredicho, donde giramos a la izquierda y vemos un cartel indicativo del Macizo de Revolcadores, y nos llama la atención porque hay muy pocos sitios donde tienen señalizado sus macizos con su altitud.
Llegamos a la aldea de Cañada de la Cruz y una vez salimos del pueblo hacía el oeste nos encontramos con dos caminos rurales asfaltados, cogemos el de la derecha, ya que el de la izquierda nos llevará a Las Cabras (techo de Albacete); después de unos 7kms de carretera llegamos a Puerto Alto, el camino continúa de tierra hasta Puerto Hondo, y en este pequeño collado, donde se termina el camino rural asfaltado hay una pequeña explanada para dejar el coche.
Cuando llegamos a este punto tenemos dos opciones: retrocedemos un poco caminando por el asfalto desde donde dejamos el coche, y nos encontramos con un sendero a la izquierda indicado con hitos donde comenzamos la ascensión, o bien en el mismo rellano hay una senda bien elaborada que también nos lleva a la cumbre, y hay un punto donde los dos caminos convergen. Nosotros optamos subir por la primera opción descrita y la bajada la hicimos por la segunda.


El camino señalizado con hitos dirección este, transcurre por un bosque de pino laricio o salgareño que están infectados de La Procesionaria, este nombre le viene de las orugas Thaumetopoea pityocampa Schiff, que se desplazan en grupos de forma alineadas, es decir, como si fuesen en procesión. Llamaba la atención la cantidad de bolsones de seda que construyen las orugas para resguardarse del frío del invierno, en primavera (aunque ya hemos visto cantidad de procesiones, pues hace calor) descienden en fila al suelo y se crisalidan dentro de un capullo donde saldrá de nuevo la mariposa que pondrá sus huevos en las acículas de los pinos y comenzará de nuevo el ciclo.
Conforme vamos subiendo por la pista llegamos a un punto donde giramos a la derecha y la pista se convierte en senda y los hitos nos van marcando el camino correcto, conforme ascendemos por la ladera destruimos algunos bolsones de Procesionaria, para liberar a los pinos de una muerte segura. Según ascendemos por una pendiente moderada, pero constante, que nos va dejando el terreno aterrazado, vamos contemplando el barranco que tenemos a nuestra derecha y su loma repoblada de pinares. Una vez salesdel pinar te encuentras en la cuerda Sierra Seca, con la cumbre del Pico de los Obispos a la izquierda según llegamos, con 2015 ms de altitud.


No sé de dónde le viene este topónimo de Los Obispos pero te recuerda a “La canción de Pedro” del emblemático grupo de rock de la década de los noventa, Mägos De Oz, un grupo de heavy rock donde la introducción del violín le permiten fusionar el rock duro con la música celta y nos dice..

“Largas canas en su barba
y su poco pelo sin peinar
sus zapatos son los dedos
cansados y aburridos de andar.
Compañero del frío jamás recibió
ayuda de ninguna institución
aún recuerda sus tiempos de
Obispo rebelde y su expulsión
¡En mi fe mando yo¡

Bueno, dejemos a los obispos practicar su fe, y al lado de su vértice geodésico el Ayuntamiento de Moratalla ha instalado un buzón de cumbre, con recogida de firmas con un alegórico buzón con su escudo y un sistema de fichas con los datos del montañero y sus impresiones sobre esta montaña. Felicitamos a este Ayuntamiento por este tipo de iniciativas y preocupación por mejorar los caminos que facilitan el ascenso.
Una vez arriba nos encontramos en una planicie de caliza reducto de un paleokars, donde podemos visionar el otro vértice de Los Revolcadores (1999ms) situado más al este y llegamos a él tras bajar un pequeño y deteriorado lapiaz.


Desde la cumbre tenemos unas vistas espectaculares de las sierras de Segura, Sierra Nevada, sierra María, y ¡¡cómo no¡¡ de La Sagra, pasando por la planicie desértica del noroeste de Granada y Almería y desde donde podemos contemplar también la cuerda de la Gitana, en este punto confluyen las provincias de Granada, Albacete y Murcia y donde las sierras Subbéticas van llegando a su fin.


viernes, 13 de enero de 2012

PICO DE LAS CABRAS Y LA ATALAYA (2084ms)


Dormir en La Puebla de Don Fadrique puede ser la solución ideal para afrontar temprano la subida al techo de Albacete. Este tranquilo pueblo, que en fechas navideñas, disfruta de sus festejos de “Cascaborras e Inocentes”, se encuentra situado en el altiplano Granadino, a más de 1100 metros de altitud, por lo tanto, a las 8 de la mañana es muy probable que tengamos cifras negativas en nuestro termómetro, pero esto no debe ser un impedimento para nuestra intención.
Salimos de la Puebla con dirección a Almaciles, precioso pueblo situado en la ladera NE de un cerro calizo, enclave que le proporciona unas vistas espléndidas y el galardón de ser Puerta de Andalucía entrando desde Murcia. Pasamos junto al pueblo y continuamos hasta Entredicho, donde giramos a la izquierda con dirección a Cañada de la Cruz, en el cruce hay dos carteles que señalan el Macizo de Revolcadores; estamos en la región de Murcia, y atravesamos el pueblo para tomar el primer desvío a la izquierda nada más salir de Cañada por el oeste, por un camino rural asfaltado, en buen estado, y por el que circularemos 12 kms, hasta llegar a un poblado llamado Cortijos de la Carrasca. Hemos dejado atrás el macizo de Revolcadores, y la Cuerda de la Gitana, linde entre Murcia y Albacete.


Al llegar a Cortijos de la Carrasca entramos por la primera calle a nuestra derecha, que sube hasta un ensanche en el cual podremos dejar el vehículo junto a una fuente-abrevadero, y comenzamos a caminar dejando el pilón a nuestra izquierda y nos dirigimos hacia un chozo, que dejaremos a nuestra derecha, buscando los hitos que nos invitan a adentrarnos en el barranco, y observando ahora a nuestra izquierda un abrigo para el rebaño cerrado con medio muro de piedras. A partir de aquí el terreno es bastante escarpado, pero vamos a disfrutar de una ascensión jalonada de hitos populares a los cuales fuimos ayudando a restaurar y mantener durante nuestra fría caminata. Nos vamos adentrando por el inclinado barranco de la Carrasca rodeados de coscoja, encinas, tomillo, y dando paso cada vez más a un precioso bosque de Pino Laricio (Pinus nigra salzmannii), también llamado salgareño, y que nos va a acompañar durante casi toda nuestra escalada. Este pino sobrevive a altitudes que van desde 800 a 2000 metros, y tiene una piña de unos 4 a 6 cms de longitud. Ni que decir tiene que su piñón no es aprovechable, como el de nuestro querido piñonero.


Los lapiaces, dignos de las últimas estribaciones de la subbética, son cada vez más desarrollados y llegando a formarse pequeños torcales en la zona más alta del macizo, y si por sus pequeños collados o más bien portillones, nos asomamos a la vertiente septentrional podremos disfrutar de auténticas formaciones de riscos y laderas muy escarpadas, en los cuales se observan algunos pinos escalando en la más absoluta verticalidad y donde todo este conglomerado de rocas forma parte de la sierra de Tahibilla.
Nada habría podido suceder si alguien no lo hubiese imaginado: Reihold Messner.
El día amaneció muy nublado, con viento de levante que en las cotas altas hacía desplazarse a las nubes con la velocidad suficiente para que la humedad se adhiriese a las acículas del laricio y los enebros, formándose hielo en las mencionadas hojas como consecuencia de los 5ºC bajo cero que hizo a las 8:30 de la mañana.


Como suele pasar con la tecnología, el GPS no arrancaba, así que, subimos con poca visibilidad del entorno, pero no es un lugar en el cual te puedas perder, pues el barranco para bajar es evidente. El espectáculo fue grandioso cuando el día abrió y disfrutamos del contraste de los arboles congelados con un cielo azul intenso. Por la ancha arista cimera fuimos alcanzando el “Picón Chico”, en el que encontramos un hito de piedras que agrandamos, y donde grabamos un corto vídeo panorámico.


 Estamos situados en un altiplano de 2000 metros de altitud, desde el cual vemos las cumbres más altas de Albacete. De aquí caminamos hacia el pico de la Atalaya, de 2083m, y techo provincial, lugar que aprovechamos


para avituallarnos con frutos secos, a resguardo del viento, y nos pusimos en marcha de nuevo, por el


altiplano, para alcanzar el vértice geodésico del pico de Las Cabras (2080m), cuya vertiente norte nos impresionó por tratarse de riscos, cortados a pico, de difícil acceso.


El no conocer la sierra, nos hizo tomar la decisión de regresar por el camino de subida, degustando nuestro manjar post navideño en la soleada bajada, a la sombra de unos salgareños, pero luego vimos que se puede hacer una circular muy interesante si de Las Cabras se dirige uno al cerro oeste, y baja por la cuerda buscando la carretera de Nerpio... sólo hubiésemos tenido que caminar un kilómetro por la carretera, que no es más que un carril asfaltado por el cual apenas circulan vehículos.

Come Back Baby”, como nos canta la grandiosa Etta James en su álbum Matriarch of the Blues, es  la canción que se m


e vino a la cabeza mientras tecleaba todo esto, pues aunque el destino de las Cabras esté un poco alejado de nuestra localidad de residencia, creemos que merecerá otra visita por nuestra parte, para completar esa circular que trazamos sobre el papel.

miércoles, 11 de enero de 2012

SIERRA MARGARITA 1172m


“Una canción no rompe alambradas

Pero une a gente e incita a gritar

Una canción no resuelve el hambre

Pero alimenta a veces más que el pan…”

Hemos tomado prestada la letra de “Pasa el Tiempo”, de Celtas Cortos, pues encaja muy bien a nuestra crítica correspondiente al hecho que nos ocupa, pues queremos derramar más tinta, si cabe, a la reivindicación de la libertad de paso por caminos públicos.
Existe un viejo camino histórico, que une las poblaciones de Zahara de la Sierra y Benamahoma (Cádiz), por donde han transitado las personas, antes de que existiera la carretera que ahora las une cruzando los puertos del Boyar y las Palomas. Pero hace unos años, compraron una gran finca que linda al sur con el súper protegido pinsapar de Grazalema, y el propietario, extranjero, cerró a cal y canto ese viejo camino por cruzar la que ahora es su tierra. Y por supuesto usurpando el camino que une Benamahoma con el Navazo y que pasa por los parajes del Parque Natural de Sierra de Grazalema.
El 27 de marzo de 2004 fue la última vez que crucé por allí, con motivo de la celebración de la que fue la X Travesía de resistencia Andaluza Sierra de Grazalema. A partir de ahí se celebraron muchos actos de protesta por parte de colectivos ciudadanos, ecologistas, senderistas... y tras un juicio, se tuvo que abrir lo que se considera una servidumbre de paso, pero al parecer, al día siguiente lo vuelve a cerrar... de hecho en la última protesta e intento de hacer uso de un paso demanial, la guardería de la finca se plantó al otro lado del portal de entrada e impidió el libre paso, por un camino (me reitero) público, de un gran número de personas, es más, aparecieron varios efectivos de la benemérita y se posicionaron del lado del terrateniente, advirtiendo de que serían denunciados si intentaban pasar los senderistas. A veces me pregunto ¿tanto poder da el dinero que hasta la seguridad del estado se pone de su parte? Cuándo estos señores van a dejar de desfalcar el suelo público de los caminos históricos?  Cuándo la Consejería de Medio Ambiente de Cádiz va a proteger su suelo público…
Nosotros sentíamos la necesidad de subir esa cumbre que por una cosa o por otra teníamos olvidada, y para ello tuvimos que ir a Benamahoma, y justo donde comienza el camino del río Majaceite, cruza un puente, y si lo tomamos, empezamos una fuerte subida hasta alcanzar el último carril y tomar el de la derecha. Pronto llegaremos a una cancela en la que se nos prohíbe el paso y además se nos advierte de la presencia de ganado bravo; pasamos, y nosotros creíamos que era un modo más de persuasión, por lo que seguimos subiendo carril arriba, con bastantes curvas y pendiente. Al rato llegamos a una gran puerta con el nombre de la finca: La Reserva de Benamahoma; su nombre original era “Breña del agua y Navazo”, sin embargo su nombre ha sido cambiado por otro mas ostentoso y contradictorio.


Pasamos dicha puerta y continuamos caminando con las vistas de la norte del Torreón y el mágico pinsapar. Poco a poco vamos avistando La Cornicabra y el cerro del Pilar, así como disfrutando de la presencia de aves y venados. Llegados a un puerto muy coqueto, escuchamos ruido y vimos un vehículo aparcado en el carril, probablemente estaban dando de comer al ganado, así que, con sigilo nos metimos a la izquierda, fuera del aburrido carril, y nos adentramos en lo que parecía una cañada, entre encinas, maholetos, zarzas... y por un estrecho paso de ganado, avanzamos hasta otro colladín, desde el cual ya vislumbramos frente a nosotros nuestro objetivo.
Cruzamos una llambría de caliza, el Puerto Alhucema 996ms, y nos dirigimos hacia la base de Sierra Margarita, tapizada de aulagas y pinchudas coscojas, por lo cual se hace necesario el uso de polainas, si no queremos acabar arañados.


La subida es muy alpina, por un terreno bastante escarpado, y una vez alcanzada la arista cimera, el paso es delicado y muy aéreo.


 Sierra Margarita tiene la desgracia de estar emplazada en las entrañas de esta finca privada, por lo tanto, se siente sola al no ser visitada por seres humanos dispuestos a acompañarla con sus pasos. Desde su cumbre las vistas son espectáculares, donde el Cortijo de los Albarranes se rodea de grandes sierras.


Desde aquí reivindicamos el paso por ese camino, que es público, y es más, aconsejamos a los lectores que se aventuren, pues con sigilo y respeto, nosotros no tuvimos problemas. Como dice el título de la canción, Pasa el Tiempo, y tenemos la necesidad de aprovecharlo.


La vuelta la hicimos por el mismo sitio, y pudimos esquivar la guardería de la finca, pero antes de alcanzar la última portilla, nos dimos de frente con un toro bravo, joven, que salió disparado a esconderse entre zarzas que lo bloquearon, pudiendo pasar nosotros y alejarnos antes de que se volviera a embestirnos.

Ficha Técnica

Localización: Parque Natural Sierra de Grazalema
Población: Benamahoma(Cádiz)
Altitud: 1172 ms
Distancia: 16,69 Km
Desnivel: 1100 ms
Dificultad: Alta
Trazado: Lineal

viernes, 6 de enero de 2012

SIMANCÓN Y RELOJ






Hemos celebrado el comienzo del año acudiendo a Grazalema (Cádiz), para caminar por la sierra del Endrinal y subir al Reloj y Simancón.

lunes, 2 de enero de 2012

CAMBULLÓN DE VÉLEZ - RÍO VERDE


Siete son muchos meses sin acudir a lo que posiblemente sea mi parque natural favorito: Sierra de las Nieves. Dejamos el vehículo en el cruce de carriles Conejeras-Quejigales-Tolox, y bajamos caminando hasta el Llano de la Laguna, donde parte un camino que nos conduce cercano a la linde de la finca de La Nava, y en dirección al Monumento Natural “Pinsapo de la Escalereta”.  Llegamos a él, tras girar a nuestra izquierda, justo en un pequeño llano en el que crece un bosquete de enormes pinos, y donde nace una de las dos cabeceras de Río Verde. 
 Vamos a pasar junto al Pinsapo de la Escalereta, ejemplar de unos 500 años de edad, según unos, y de unos 350 según otros, aunque en algún libro aparece como de unos 200 años, de proporciones enormes, cuyo tronco tiene 5,10 m de circunferencia y 1,6 de diámetro, la verdad es que es todo un señor mayor, aunque el pinsapo no es tan longevo como un tejo o cedro. Aquí  el camino empieza con un suave ascenso, y después de investigar un poco la posible subida al Cerro Alcojona (1420m), tomamos una vereda histórica que baja vertiginosamente por la cuesta de las Lajas, una zona venteada, cubierta de tomillo, romero, esparto, lavanda, matagallo etc.., pisando roca caliza, y disfrutando de las impresionantes montañas que nos rodean, avistando al este el Torrecilla y el Cerro de la Alcazaba, y al sur el Cerro Abanto, que nos separa de la Fuenfría. 


 En la zona en la que nos encontramos, se produjo un incendio en 1991, que calcinó unas 8000 hectáreas de pino y matorral de alto valor protector para el inclinadísimo suelo del que tratamos, y que a punto estuvo de acabar con la vida del Pinsapar de la Nava.
Este sendero nos va a descender hasta una altura de 690 metros, en un lugar de alto valor geológico, pues se trata de la zona de convergencia de suelo calizo al norte y peridotita al sur, uniéndose en una vaguada por la que discurre el arroyo de los Quejigos. Este arroyo, no tiene demasiada longitud, toda su vida transcurre entre Abanto y Alcojona, yendo a morir al cauce de Río Verde, en una zona rica en sustrato.


 Cruzamos la angarilla que nos separa del río verde y por el cual nos introducimos, aprovechando su sequía, practicando un ascenso de cañones en dirección norte y adentrándonos en el espectacular Cambullón de Vélez hasta donde nos permite la naturaleza, y pronto bajamos a la nava que hay junto al arroyo para avituallarnos de lo lindo en la proximidad de lo que era una era de siega y unas chozas donde vivían gentes serranas hasta no hace demasiado tiempo. Tuvo que ser dura la vida por estos lares, y pensar que el único camino que les unía con Ronda, fue a través del “cuestón” que acabábamos de bajar. 


La sombría ladera norte de cerro Abanto estaba poblada de pequeños pinsapos que fueron destruidos en aquel mencionado incendio, así que, imaginando ese bosque y soportando a veces rachas de un viento frío como pocos, terminamos nuestro yantar y comenzamos a subir la cuesta de las Lajas... may day, may day, como nos canta el magnífico Joe Bonamassa en su canción Sloe Gin, la cual iba recordando a la vez que buscaba con mi vista la mencionada endrina, para eso, para hacer un pacharán casero como el que hicimos con la recolección del pasado año y del cual ya hemos dado buena cuenta en este otoño; hay que aprovechar los recursos naturales que de esa manera nos empapamos más de nuestra querida afición.


 Como Miguel e Isabel se habían quedado atrás, aproveché el brillante sol y la distancia que nos separaba para poner en práctica el heliógrafo, herramienta muy útil si nos accidentamos en montaña y queremos advertir de nuestra posición a los equipos de rescate una vez que los tenemos a nuestra vista, teniendo el sol visible entre nosotros y el receptor de nuestras señales. También debemos llevarlo cuando navegamos en el mar.


Un rato antes de llegar a la zona de Las Escaleretas, mirando al Este, en el carril que baja a Tolox, vemos la majadilla de Paco Aguera, al que visitaremos algún día para charlar con él sobre estas montañas y empaparnos de su cultura para aumentar la nuestra.