jueves, 19 de marzo de 2015

De Ronda a Jimena en bici… y un hasta siempre a “Cifu”

Cuando el martes sonó la voz quebradiza de Marta Echevarría, tras haber oído la sintonía del programa A Todo Jazz… Boy, What A Night, de Lee Morgan, no nos lo podíamos creer. Se había ido para siempre una, o quizá, La Persona, que más sabía de Jazz en este mundo. Su manera de conducir los programas era especial, pues se trataba de un hombre con un conocimiento tan amplio sobre este estilo musical, que no necesitaba un guión. Se ha dicho mucho sobre él, y casi es imposible no ser reiterativo, pero ha conseguido que en este país, se ame el Jazz. Todo el mundo conoce a “Cifu”, como a él le gustaba que le llamasen sus amigos… sus amigos, que éramos nosotros, como nos recordaba en todos los programas. No sabemos que decir, sólo queremos recordarle y despedirnos como siempre se despedía este Maestro: Besos, Abrazos, Carantoñas y Achuchones múltiples para ti, Juan Claudio Cifuentes.


Y ya como que no quedan muchas ganas de pedalear, pues la bici pasa a un segundo o tercer plano… pero… vamos a ello.
No todo en la vida es caminar por la montaña, y de vez en cuando apetece hacer otro tipo de actividad, como ejemplo, unir estas dos poblaciones a base de darle a la biela, y por carretera asfaltada, aunque nuestras bicis estén diseñadas para ser utilizadas por caminos más abruptos.
Salir a pedalear desde la capital serrana, sabiendo que el tren de vuelta sale de Jimena, a 62 kms, a las 16:09… y con la cantidad de kilómetros con desnivel positivo que tuvimos que salvar al principio, sobre todo al principio… empezó a poner nervioso a la mitad del pelotón, y la otra mitad, acusó los nervios del resto del grupo. Además, el calor, sofocante a veces, hizo mella.
Gesta, lo que se dice gesta, no lo es, de ninguna de las maneras, pero ser la primera vez que te enfrentas a un puerto de montaña de 1000m de altitud, lidiando con el tráfico y con un descenso vertiginoso en algunos tramos, sobre todo en Gaucín… tiene su aquel.
El paso por Encinas Borrachas es emocionante, y recompensa por un instante el gran esfuerzo que ha costado ganarlo, y aquí se empieza a disfrutar del espectacular paisaje que supone recorrer todo el Genal.
Acabamos de unir dos zonas muy distintas, como son el paraíso calizo de Ronda y la campiña de Jimena, y la transición, a lomos de una bici, es una actividad más que recomendable.
El agua no es un problema, pues se pasan fuentes a pie de carretera, y por si fuera poco, los pueblos también disponen de ellas.
Merece la pena realizar este recorrido, que puede alargarse hasta Castellar, o Algeciras, pues para volver, disponemos de la oferta de Renfe, que nos dejará en un instante en el punto de inicio. Un medio de transporte muy apropiado para configurar nuestras travesías por el Guadiaro, ya sean a pie o en bicicleta.
Recordar que hay que sacar un billete para nuestra bici, aunque en este caso el coste es cero, pues el recorrido no supera los 100 kms. El vagón dispone de 3 anclajes para bicis, por lo tanto se recomienda sacar el billete con antelación, en cualquier estación (nosotros lo sacamos en San Fernando), para garantizarte tu plaza.

















lunes, 16 de marzo de 2015

P. N de Monfragüe, Itinerario Rojo

Este recorrido comienza en Villarreal de San Carlos, pero nosotros lo acortamos, haciéndolo sólo desde la Fuente del Francés, ya que el puente del Cardenal, estaba bajo el agua y tendríamos que cruzar de todas formas por el nuevo puente.
Al tratarse de un itinerario circular, cada uno puede hacerlo en el sentido que vea más oportuno. Nosotros fuimos primero por la rivera del Tajo, hasta el Salto del Gitano, donde, debido a la celebración de la FIO, había un buen destacamento de fotógrafos y ornitólogos haciendo su particular cacería a las rapaces que nidifican en el cortado de trescientos metros que tenemos en la otra orilla. Es uno de los lugares más impresionantes del parque, y seguramente, el más emblemático. Sería un enorme placer surcar esas aguas en kayak, pero está totalmente prohibido.
Pudimos ver una Cigüeña Negra en el nido, así como aviones, buitres leonados… es un verdadero paraíso para los amantes de las aves. Recordar que no es necesario venir andando hasta el Salto del Gitano, pues la carretera va paralela al sendero… luego se puede hacer perfectamente en modalidad cicloturística o automovilística… pero aquí hemos venido a caminar (Pedro a Miguel).
Desde estos miradores es fácil (según época) contemplar alimoches, halcón peregrino, roquero solitario… y si seguimos caminando, acometemos la subida al Castillo del Parque Nacional  de Monfragüe, de origen árabe y del siglo XII. La amplitud visual desde esta atalaya es indescriptible… hay que ir.
Ese día había cientos de personas por el castillo, de marcha unos, y observando aves otros. La feria es internacional, y merece la pena, pero si se prefiere intimidad, cualquier fin de semana que no sea el último de febrero, estarás mucho más tranquilo.
Podríamos nombrar a Los Punsetes, y su canción Alférez Provisional, y dedicársela a todo aquel que arroja basura al monte, pues cualquier cosa que hagas, no va a ser peor que eso:

 "No sería peor, que lo que acabas de hacer, 
  No sería peor que decirme lo que acabas de hacer.." (estribillo).

Una vez disfrutado, en la medida de lo posible, del enclave del castillo, pusimos rumbo a la Fuente del Francés, por el camino de la umbría, bastante frondoso, acogedor y atractivo. El topónimo de esta fuente se debe a un joven galo, que falleció ahogado en las aguas de este río, que presume ser el más largo de la Península, en su intento por salvar un ave que se encontraba en problemas. Ahí vemos hasta donde puede llegar el espíritu conservacionista de algunas personas.
Para repostar una vez acabada la excursión, recomendamos visitar Torrejón El Rubio, donde todo el pueblo se ha volcado en la puesta en valor de un Patrimonio muy rico en pinturas rupestres y del cual se sienten muy orgullosos. Es un gran referente en materia de preservación y puesta en conocimiento de nuestra herencia prehistórica… y de esa manera seguimos disfrutando de la cultura Extremeña, que también podemos empaparnos de ella en poblaciones como Plasencia, Zafra o Almendralejo.














martes, 10 de marzo de 2015

Ascensión al Caíllo (1395m) por Benaocaz

Si no nos equivocamos, la sierra del Caíllo presume de tener el Vértice Geodésico más alto de la provincia, y el más decorado. Desde 2005 se vienen sucediendo distintas coloraciones en este poste de hormigón.
Lo que no resulta tan atractivo, es ver la cantidad de basura que había a su alrededor, y que nos obligó a colaborar un poco con la limpieza del lugar, pues vaya tela…
Una vez avituallados en la cumbre, decidimos buscar los Navazos, primero el Alto, y después el Hondo claro está, coincidiendo con algunas personas que subían a disfrutar de la cumbre y con los cuales estuvimos intercambiando algunos pareceres. Era además fecha de la famosa UTSB, y pudimos ver la cantidad de balizas que había dispuesto la organización, para evitar confusiones, sobre todo en la noche. Tiene que ser emocionante recorrer 150 kms por toda la sierra… de una tacada.
Así mismo, cinco valientes, a la misma hora que nosotros partíamos de Benaocaz, tomaban su particular salida en Tarifa, para recorrer gran parte del GR7 y ascender al Torreón (1654m)… de otra tacada… y en autosuficiencia. ¡Que grandes!
Nosotros no podemos ni imaginarnos el recorrer centena y media de kilómetros por montaña en modo non-stop, que se dice, o lo que viene siendo en castellano: Sin Parar, de un tirón… a tope… ¿habrá palabras en el Quijote para usar anglicismos? Y eso que nos encanta la música en inglés, pero no por el lenguaje en sí, si no por el estilo. A fin de cuentas el/la cantante sólo es un instrumento más… el que aporta la melodía. Esa melodía increíble que nos regala, por ejemplo, la grandísima Etta James en I´d Rather Go Blind, en aquella majestuosa interpretación de 2001, junto a The Roots Band. Y ahora ¿qué?
Pues que una vez en el Navazo Hondo, tomamos una trocha a la izquierda, que nos dejaría en la Cuesta Fardela, a través de la cual subimos a Navazuelos Fríos, para bajar por el Circo de Dornajo y buscar la pitanza bajo un hermoso Quejigo.
Aquí tomamos la vereda que baja a Benaocaz, por Casa Fardela. Un itinerario breve, pero muy hermoso y con unas panorámicas excepcionales de nuestra sierra.
Por cierto, nos dio vergüenza ajena ver a un chaval británico, que está estudiando en Jerez, que tenga que venir desde England a recoger briks de zumo a un camino gaditano. De verdad, esto no tiene nombre. Un poquito de.. por favor, oiga.













miércoles, 4 de marzo de 2015

Laguna del Trampal desde Central El Chorro

Si venimos desde Plasencia, subimos por la N-110 todo el valle del Jerte hasta el puerto de Tornavacas, y una vez en provincia de Ávila, pasamos Puerto Castilla y en el siguiente cruce tomamos el desvío a la izquierda, hasta Solana de Ávila.
A partir de aquí, a la izquierda, por una estrecha carretera, sinuosa y con un paisaje espectacular como pocos, dirección La Zarza, hasta una curva de derechas, en la cual nos salimos por la tangente por una carreterilla todavía más estrecha… tanto que solo cabe un coche en casi todo el tramo. Veremos una cancela que nos impide el paso, pero podemos abrirla para cruzarla, pues nada nos lo prohíbe. Llegamos al final de esa carretera, en la Central del Chorro, y ahí podremos aparcar el auto para emprender nuestro camino.
Los primeros metros, caminamos junto a un canal de agua, que viene de la central y se dirige a la garganta el Trampal, por donde nosotros vamos a subir.
Atravesaremos un pequeño y bucólico bosque de pino silvestre, y el camino empieza a inclinarse, caminando entre vegetación de matorral y rastrera, como los piornos.
Poco a poco nos vamos adentrando en un espectacular valle de origen glaciar, donde la roca que nos rodea, compuesta de cuarzo, feldespato y mica, se tiñe de un tono verde, debido a la cantidad de líquenes que proliferan.
Un paraíso verde, como el color de la esperanza… la que tenemos puesta en la medicina, esperando que sea capaz de curar al grandísimo Bruce Dickinson, cantante de Iron Maiden, que está luchando contra un cáncer de lengua. Esperemos que pronto vuelva a pilotar el Ed Force One… y que no pierda su gran voz.
El estado de la nieve estaba ralentizando la marcha por una zona ya de por sí lenta y complicada. Hay hitos por todas partes, marcando varios itinerarios, pero no se trata de un camino elaborado, y tendremos que ir muy atentos y ayudarnos de las manos en buena parte del recorrido. Las nubes bajas, la nieve, las rocas, y el deshielo, convertían la escena en un momento gratamente alpinístico y a la vez un poco inquietante.
Miramos el plano del gps y calculamos que tras aquel nevado collado estaría la laguna grande del Trampal, y así fue, solo que al llegar al muro que la represa, no se veía a diez metros.
Era la primera vez que andábamos por aquella zona, sin siquiera un waypoint de referencia en el aparato, y la visibilidad era muy reducida en algunos momentos, pero no dejaba de ser una gozada, además, la sensación de aislamiento al saber que no había absolutamente nadie, le daba aun más emoción. En un valle glaciar es muy difícil perderse, pues con no abandonar el barranco, la vuelta está garantizada.
Esperamos un rato, sentados, abrigados, a que un atisbo de luz nos mostrara la belleza de la Laguna del Trampal, y así ocurrió.
Es una zona preciosa para caminar, además, sin nieve, se puede hacer una hermosa circular alcanzando la cuerda del Calvitero y volviendo por la laguna del Duque.
Nos dimos la vuelta, deshaciendo los pasos dados y disfrutamos de una espléndida bajada. Al llegar al coche, nos cambiamos rápido, y pusimos rumbo a Almendralejo, a disfrutar otro día de nuestra querida Extremadura, tierra de conquistadores y de productos de calidad, como los mejores embutidos, quesos y vinos.