jueves, 6 de mayo de 2021

Ascensión al Pico Ventana (1298m). Sierra de Juan Diego.

En un juicio, el acusado tiene derecho a no declarar en su contra, aun no diciendo “toda la verdad”, sin embargo, un testigo, está obligado a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad… o su verdad.

Pero teníamos muchas ganas de ascender el pico Ventana, que había llovido, nevado, incluso venteado bastante desde la última vez que gastamos suela por ese maravilloso torcal… y esta cumbre pertenece a un municipio malagueño… y no podemos salir de Cádiz sin una justificada encomienda… ¿Y qué hacemos? Bueno… si no hay testigos… tenemos derecho a no decir “La Verdad”.

Hay un llano, Del Tambor se llama, cerca del Puerto de los Alamillos, y justo donde riega el río Gaduares, o Campobuche, según prefieras una verdad u otra. Desde aquí se puede asaltar el Ventana sin mayores complicaciones burocráticas ni controles administrativos. El camino no es largo… quiero decir, que se puede zanjar el tema en una sola jornada… pero habría que caminar con premura para no apurar las horas vespertinas y caer en la posibilidad de infringir un toque de queda ya llegando a casa con el coche… todo se dicta por nuestro bien, así tampoco podemos disfrutar de un amanecer en altura, pues hay que conducir a las 5 de la mañana y puede ser peligroso.

Hay un pequeño llano, en un hoyo, que creemos se llama De la Matanza… aunque no hayamos referencia toponímica, en el cual vive, o mejor dicho: vivía una enorme encina… un chaparro de proporciones bíblicas, que aún dará algo de sombra este año con sus secas hojas y su tronco apoyado en la tierra… pero el que viene… Por esta zona se atraviesan fincas privadas, aunque existe camino demanial al uso, así que hay que pisar bien.

Hay un Fandango, de la Libertad, que supongo compondría El Agujetas, y que Dani Llamas ha retocado con un estilo muy atractivo para las nuevas generaciones, y que seguramente suscite algún comentario negativo por parte de los puristas, esos de antiguas generaciones, pero como todo en esta vida, hagas lo que hagas, siempre habrá alguien dispuesto a criticar por el simple hecho de que a él no le guste. Y más hoy en día con lo fácil que es criticar todo desde el sofá.

El 17 de abril, a la tarde hizo frío, y el viento en aquel fabuloso mirador del Ventana no impidió que hiciéramos una panorámica bien adornada de nubes, que esta cumbre no tenía. La subida final es laboriosa, pero sin mochilas fue mucho más llevadera… a la vuelta, recogimos el material y se nos empezó a hacer tarde… no tuvimos más remedio que buscar un apartadero donde poder comer algo, y entre una cosa y otra, cayó la oscura noche, siendo desaconsejado el desplazamiento, debido a lo complicado del terreno. Nadie en su sano juicio caminaría con nocturnidad por estos parajes.

Con las primeras luces, en aquel collado a más de 1000m de altitud y tras haber convivido con ciervos que deambulaban taciturnos al otro lado de la tela, y después de haber repuesto energía, ya sabemos que sin café, pan, aceite, huevos, frutos secos, chocolate y un poco de sal, uno no es persona; nos pusimos de nuevo en marcha. Realmente, en la montaña no sabe uno muy bien si incumple algo, pues no hay señalización de términos, de provincias, ni relojes de iglesias que te marquen el tiempo. La montaña es vida y nada más, y el gps sólo lo usamos para tontear con el geocaching.





















2 comentarios:

  1. Este lo tenemos pendiente, y no por falta de ganas, vamos a tener que visitarlo. Saludos

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    1. Carlos, gracias por colaborar.
      Esta subida, si se acomete desde Benaoján, es más corta y el camino es mejor. Si entras por el camino de Montejaque a Libar (Llanos) es más desdibujado y fácil de perder. Se sube, pero es más tedioso, la verdad. Nosotros entramos por el de Libar, porque no se podía ir a Málaga con el coche, por las restricciones. Es un poco más largo, también, pero son caminos muy cómodos hasta el llano de Libar.
      Un saludo.

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