De
vez en cuando hay que permitirse la licencia de probarse, plantearnos un pequeño
reto, pero que suponga una vuelta de tuerca más, para comprobar si realmente
estamos progresando o estancando nuestra capacidad física y mental.
Para
llevar a cabo esta empresa, la motivación es lo más importante, y cada cual la buscará
a su manera. Un ejemplo son las carreras populares. El ser humano necesita,
constantemente, mejorar su autoestima. Es la mejor manera de prevenir la
depresión… pero mucho cuidado con el ego, que nos puede jugar una mala pasada.
La
música también es una buena opción para buscar un estado de ánimo positivo, por
eso aquí siempre hacemos mención a ello, y como nos gusta el metal progresivo,
vamos a recomendar a los madrileños Toundra, que en su nuevo álbum (IV),
parece que parafrasean a Led Zeppelin, por el título… pero no es así. Se trata
de una contundente y melódica banda de rock que hará que amemos este estilo.
Establecí
un pequeño plan de entrenamiento para aumentar la carga kilométrica sin grandes
pretensiones, corriendo por mis dominios, ampliando el recorrido por sitios muy
conocidos pues normalmente los recorremos en bicicleta…
Sábado
18, suena el despertador a las seis, desayunamos copiosamente, como de
costumbre, nos vestimos y a las 8:30 o así, entrábamos por el carril que accede
a Quejigales, en Sierra de las Nieves. Paramos en al área recreativa que queda
antes de llegar al camping Conejeras, volvemos a tomar algo de fruta, galletas
y té, y me pongo mi pequeña mochila con algo de comer, un gps… y 100cc de agua…
suficientes para cubrir la distancia que me separa del área recreativa de
Quejigales. Isabel arranca el coche y se dirige hacia el mencionado
aparcamiento.
Empiezo
a correr a las 8:55 por este carril. Paso el cortijo La Nava y aquí empieza mi
reto… bueno, pues cuando no pueda más,
continúo andando… cruzo el Puerto del Hombre y no había parado de correr en
ningún momento… cuando vi el coche, aparcado en el desvío del Puerto de los
Pilones, la alegría fue tremenda, pues a 50 metros ya vislumbré la botella de
agua que Isabel había puesto estratégicamente junto a una rueda. Tomo la botella…
miro el gps (1 hora justa en 9,8 kms).
Arranco
con buena zancada para acometer la aproximación a la cañada de las Ánimas… y a la mitad, más o menos, alcanzo a Isabel…
¡que alegría verla!
Caminamos
juntos un rato, me da el móvil, me hace unas fotos… me piro… sigue tu ritmo que voy a correr todo lo que
pueda…
Al
salir del bosque de la cañada… paro para ponerme las gafas y aprovecho para una
foto… veo el Pozo de Nieve y sigo corriendo por la meseta, incluso grabo un
video con el móvil… llego en un instante al Pilar de Tolox, y comienzo la
subida al Torrecilla, caminando… es muy difícil para mi hacerlo corriendo.
Llego a la cumbre y miro el gps: 2h 16 minutos de movimiento y 11 minutos de
tiempo parado. Como algo, charlo con 3 corredores que me adelantaron con la
furgo justo al inicio, ¿ya estás tu aquí?, me dice uno de ellos.
En
cumbre unos 20 minutos o mas, hablando con una pareja serrana. Comienzo a
bajar, y llegan otros 2 corredores… llego al Pilar en un santiamén, y veo a
Isabel ¿ya estás tu aquí? (le hago la
misma pregunta de sorpresa que me formularon los compañeros de la cumbre)… Llevo aquí un rato, te he visto en la cima…
Lleno
mi vacía vejiga en la fuente mientras Isa arranca… la alcanzo al final de la
cuesta, y camino un rato junto a ella.
Hasta
el momento las sensaciones son muy buenas, el día perfecto, la sonrisa va en
aumento, y como las piernas responden bien, aparto la opción de bajar caminando
hasta el coche y disfrutar el día relajadamente… aunque no hubiese sido mala idea… bebo agua de
Isabel, para reservar la mía, como algo de su mochila, y pies para que os
quiero. Tras cruzar toda la meseta, entro por la Cañada del Cuerno, saliendo a
la mitad, en la senda de “milquinientos”, que apunta directa al carril de
Pilones… en el cruce con la pista de Quejigales, dejé los bastones junto al
coche para que los recogiera Isa, y continué corriendo pista abajo, y antes de
La Nava me adelantan los tres corredores de la cumbre… en su furgo. ¿todo bien?, ánimo ya te queda poco!!!
Los
últimos dos kilómetros se me hicieron algo largos y tediosos… ya sin agua desde
hacía un rato, con calor… caminando en
las subidas… cuando vi la barrera del Camping Conejeras… ¡Lo he conseguido!
Pasando el camping hay un carril a la derecha, con un pilón de agua fría…
apunto al pilón, me refresco, y a los dos minutos de estar allí, veo el coche
blanco aparecer por el carril… ¡Estoy aquí!!!!!
¡Que
alegría volver a ver a Isabel!
4h
18 min de movimiento con 1300m de desnivel positivo en 35 kms. No es ni mucho
menos una hazaña, solo una prueba de capacidad personal, por eso, al principio
hablaba de un pequeño reto. Los grandes retos no están a mi alcance, pero lo
importante es buscar algo que nos haga exigirnos un poco, para motivarnos en la
vida… y en el deporte, sin que esto llegue a ser una obsesión, y si se puede
compartir con tu familia… mucho mejor.
Si
has llegado leyendo hasta aquí, ya tienes más mérito que yo.