miércoles, 15 de septiembre de 2021

Ascensión al Tusse de Remuñe (3041m) y Pico Rabadá (3045m).

Después de haber ascendido unos picos de más de tres mil metros en la cordillera pirenaica en no muchos días, la expedición estaba totalmente dividida. Se mascaba la tragedia en forma de motín… era algo inminente. La solución a semejante conflicto pasaba por una urgente mesa de diálogo… por supuesto, plano en mano. Debíamos arreglar aquella tensa situación cuanto antes… pero eso es otra historia.

Recuerdo cuando joven, escuchar durante horas los discos de una banda de florida: Death; nombre que dio origen a un género dentro del Metal. Su líder, guitarrista y vocalista, Chuck Schuldiner, empezó con 15 años a desarrollar este tipo de melodías. Al principio, costó digerirlo… pero poco a poco se fue abriendo un hueco en nuestros corazones metálicos. Nuestros cerebros empezaban a sacudirse como auténticos Head Bangers al ritmo pesado, siniestro y profundo que marcaban estos genios. Chuck tuvo muy mala suerte en la vida… perdió un hermano siendo adolescente, y acabó muriendo de cáncer con sólo 34 años, por culpa, más que nada, del terrible, deficitario y oportunista sistema de sanidad estadounidense. Pero eso es otra historia. Ahora vamos a escuchar el cuarto corte de The Sound of Perseverance, titulado Story to Tell… no nos puede venir más al pelo.

¡Que madrugue otro! El mundo lo mueven los vagos, realmente, ya que el resto está ocupado trabajando. No hay nada más creativo que no hacer nada… el cerebro es un órgano que no descansa… no duerme… tu puedes estar tirado en la colchoneta, y tu musculatura esquelética y articulaciones estará descansando… pero tu maldito cerebro no descansará ni aunque estés profundamente dormido. Esa estupidez que nos venden de que hay que hacer algo, que hay que ser productivos… es una mierda... eso es lo que quieren… para que consumas. Y yo… caigo una y otra vez en el engaño, y no puedo parar de consumir… de gastar café, suelas, pantalones, calcetines… destrozar el material, o perderlo por el camino… cambiando neumáticos de coche… contaminando, en definitiva.

5:00 de una mañana posterior a una noche de lluvia… asomo la naricilla por la escotilla y veo estrellas… desayuno fuerte, como siempre, y a poco más de las 6:05 estaba caminando en silencio, oscuridad y soledad por el barranco de Remuñe… mi desconocido y ansiado barranco de Remuñe.

El objetivo estaba muy claro desde un principio… pues una de las mejores excusas que encontré a lo largo de mi involuntaria existencia, fue la de dirigirme a un lugar, simplemente atraído por su topónimo. Alberto Rabadá y Ernesto Navarro… todo "quisque" los conoce. 

El barranco va en ascenso desde el principio, por un bello bosque que descubriré a la vuelta… ahora está demasiado oscuro. Voy siguiendo marcas de pintura y algún que otro hito rocoso.

No eran las siete de la mañana y las agujas pétreas de la Cresta de Les Canaletes, se encienden del color del fuego. El desvío al ibonet de Remuñe lo dejo de largo, y continúo por el encajonado y tenebroso barranco, atraído como un imán por el Circo de Remuñe y la Forca de Remuñe, que tiene un poder de atracción fuera de lo normal. Todavía no me he cruzado con nadie de 2 patas… sólo unas salamandras que me recuerdan a la banda de rock Stryper.

Veo una familia de marmotas… el padre pasando del tema, y la madre dando la bronca a la pesada cría, que sólo quiere hurgarle en los hocicos. Típica imagen de una familia española.

Los arenales de Remuñe son impresionantes, y te hacen empequeñecer… intentan quitarte la moral y mandarte para abajo… pero se nota que no me conocen. Pozas, neveros, llambrías interminables… este terreno es más emocionante de lo que pensaba. Debía estar cercano al Portal de Remuñe, porque veo el Perdiguero y el ibón Blanco de Lliterola. Buen lugar para tomar café… el que me preparé a las 5 de la mañana. Hombre prevenido, vale por 3 o 4.

Veo a cuatro galos que vienen en rumbo opuesto… sin llegar a ser de colisión… les alzo una mano de lejos… me quito las botas un rato… hace fresco.

Sigo hitos… muchos hitos… pongo hitos… el granito es blanquecino y oxidado… cruzo vetas de mármol que son la envidia de cualquier Michelangelo al uso… veo pequeñas florecillas agazapadas en grietas, gritando en silencio aferrándose a la vida… buscando luz… en unos meses estarán totalmente tapadas de nieve… la maldita y benigna nieve.

¡Señores! Esto se está acabando… grito… pero nadie contesta. Hay que andarse con mucho tiento, pues llegamos a zona de arista y las posibilidades de precipitarse son altas… más caminando totalmente solo, sin posibilidad de ayuda. Realmente ni siquiera estoy seguro de cual es el Tusse de Remuñe… pero saco el plano y lo veo claro. La cumbre para mi solo… y todo el entorno, para mi solo. Saco el prismático Canon, oteo en la lejanía 4 montañeros aristeando a poco de alcanzar la cima del Perdiguero, y veo dos siluetas desaparecer por detrás del Maupas. La vertiente de nuestros vecinos del Norte se cubre de nubes… un inmenso mar, pero bien abajo… no hay ni posibilidad de que me alcance.

La arista hasta alcanzar el vecino pico Rabadá, es bien afilada, pero parece segura. Tanto en una cumbre como en la otra, encuentro una lata, bien vetusta, con información de la cumbre, plastificada, y un libro de registros destrozado por la humedad. Retiro todo lo que está inservible, para eliminar basura. 

Engordamos el hito del Rabadá, en memoria, y vamos deshaciendo pasos con cuidado. En estas cumbres podrías estar horas contemplando el silencio… ese silencio tan brillante, y esas luces tan potentes… esos colores tan fuertes, y ese fresco tan emocionante. Las vistas del Perdiguero son extremadamente recomendables… estas cimas son un tesoro por descubrir… tienen muy pocas visitas, y merecen muchísimo la caricia de quien sabe apreciarlas. Les Crabioules, pico Royo y tuca de Lliterola también ofrecen una cromática difícil de olvidar. ¿Cuál será el próximo? Porque tiene que haber un prójimo.


Lo peor de todo es madrugar... a quien madruga, nadie le ayuda.


Empieza a arder el día. 

Al fondo, brilla el Pico de Alba.

Stryper?


Menudas luces ofrece Remuñe.

Hacia el barranco.

Siguiendo marcas rojas, atraído por la Forca de Remuñe.

El más alto y encajonado ibonet de Remuñe, antes de Els Arenals,

En el centro, nuestro objetivo.


Grandes llambrías.

La Forca de Remuñe ya ofrece otra cara... será el sol.

Pequeños ibonets graníticos. Buenos para darse un baño.

No lo olvides...

Ibón Blanco de Lliterola, Perdiguero...

Crabioules.

Veta & bota.

La Francia.

Maupas en el centro. Rabadá y Navarro delante.

Desde el Tusse de Remuñe.


Tusse de Remuñe.

Arista Rabadá-Navarro-Maupas

¡Pico Rabadá! Los años que he soñado con este momento...



El Pico de Remuñe.

A por agua. No hemos comprado ni una sola botella en 3 semanas.





4 comentarios:

  1. Francamente buena tu forma de escribir. Felicidades por ello y por la salida.

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    1. Pues quedo enormemente agradecido por tus palabras. En principio, un blog personal se realiza con la intención de tener un registro histórico (me agrada leer entradas antiguas, porque recuerdas anécdotas que el tiempo borra... o guarda demasiado hondo), y también por compartir lugares, ascensiones, recorridos... aunque hay muchas personas en contra de eso, achacando a los blogs y a wikiloc el hecho de que las montañas están masificadas y descuidadas... yo pienso que no... pienso que se debe compartir, para precisamente eso... dar a conocer rincones bellos y únicos... sería demasiado egoísta guardárselos para uno... además, se ama lo que se conoce... por eso pienso que es bueno que las personas conozcan estos lugares. Y si a estas dos razones, añadimos, que a alguien le puede gustar y lo agradece con un comentario... ya está más que pagado.
      Muchas gracias por colaborar.

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  2. Buena ruta Fran, cada año echo mas de menos este tipo de rutas. Una cosa, como llevas el tema de agua actualmente, recuerdo que una vez me diste una pastilla potabilizadora...
    Saludos.

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    1. Hola Salva, gracias por colaborar, antes que nada.
      Mira, este día, y otros en Pirineos, no hemos echado nada al agua, ya que en zonas altas sale bastante pura, pero si, seguimos usando o bien pastillas, o bien dos o tres gotas de lejía. La verdad es que nunca hemos tenido problemas con este proceder.
      Saludos, compañero.

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