viernes, 27 de abril de 2018

La Chorrera Seca de la Higuerela.


-->
La Sierra de Grazalema puede ser tan agradecida como todo lo contrario. Las formaciones kársticas tienen ese gran inconveniente en lo que a cursos de agua se refiere… son como esponjas gigantes que hacen desaparecer el agua en muy poco tiempo de nuestra vista.
Llevábamos tiempo queriendo observar cómo se precipita el agua a la poza que tiene bajo su gran lapiaz, un pequeño pero atractivo salto de agua que encuentra a su paso el arroyo de la Higuerela… un curso de agua ocasional y de escasa longitud, que deja caer parte de las precipitaciones que caen entre Villaluenga y Cortes, hacia Ubrique.
Las lluvias habían sido abundantes, y tras unos cuatro días de descanso pluviométrico, lo intentamos. El camino de bajada, desde el Puerto de las Viñas, estaba hermoso… encharcado por todas partes, muy prometedor, y conforme íbamos llegando al curso de agua de nuestro propósito, menos húmeda se ponía la cosa.
Si por un momento pensamos en la cantidad de grupos musicales que han hecho honor, adaptaciones, o musicado algún libro, texto, poesía… romance… lo que sea; convertir una obra literaria en música, en definitiva… seguramente no tendríamos excusas suficientes para salir al monte y poder describirlas.
Un motivo para aprovechar esta caminata insulsa, es la obra magna de Aldous Huxley, Brave New Word, que por nuestras latitudes se tradujo como Un Mundo Feliz. Pues el grupo británico de Heavy Metal por excelencia (y no británico), Iron Maiden, publicó en el año 0 un álbum cuyo título era este: Brave New Word, y la canción que le da título, además de la portada, están inspiradas en esta obra literaria tan reconocida. En este disco, Bruce Dickinson y Adrian Smith, volvían a la alineación titular de la banda, quedando un conjunto con tres guitarristas excepcionales, y una voz que nos ha marcado a todos los amantes del género.
Bueno, volviendo a la ruta… la chorrera, nada… más seca que una mojama.

Un hermoso meandro campestre.

Frondoso y generoso camino de bajada.

La desdibujada vereda, se acentúa un poco más.

Antiguas casas de la sierra de Grazalema.

La pillamos.

El chasco, que no charco. Seguro que hacía 4 días corría bastante agua.

La caliza completamente pulida por el paso del agua.

Un gran lapiaz.

Grietas para perderse.

Es hermoso este laberinto, visible en el Maps.


Buen enclave para construir. 

La hora del té.

Pinar de vuelta al Puerto de las Viñas.

Un rincón tranquilo y a penas transitado.

domingo, 22 de abril de 2018

Nacimiento del Río Mundo




Hay espectáculos en la Naturaleza que son incomparables con cualquier tipo de manifestación humana.  Ver brotar agua desde el nacimiento del río Mundo, es probablemente el espectáculo más impresionante del Sur Peninsular. El Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, ofrece una diversidad biológica importantísima, por lo tanto, el tema de los accesos a ciertas zonas está muy restringido. Para nuestro gusto, está demasiado urbanizado, aportando un grado de seguridad, que luego no se corresponde ciertamente con la realidad, pues al día siguiente de nuestra visita, hubo un fallecido precisamente porque se apoyó en una de las barandas de madera que limitan el recorrido.
Es una zona muy masificada, pues ofrece una belleza exuberante, de hecho, es lo más visitado de todo el parque. Ya hacía alguna semana que se produjo el “Reventón”, pero todavía tuvimos la suerte de poder contemplar un gran caudal, que se precipita unos 80 metros, además era bastante temprano, y estuvimos allí completamente solos.
Esto ocurría un 29 de marzo, 4 días antes del que hubiese sido el 70 cumpleaños de Rory Gallagher, un irlandés imprescindible y del que hemos aprendido muchísimo en materia musical. Desde su paso por Taste, banda que él fundó, hasta su extensa carrera en solitario, su ingenio pasó por el tamiz del blues, del rock, del folk y del jazz. Sus instrumentos principales eran la guitarra y su enorme voz, aunque también dominaba la armónica, el banjo, el saxo…
Como esta pequeña caminata no nos ocupa mucho tiempo, nos vamos hacia el Puerto del Arenal y tomamos el GR-66 hacia la parte alta del nacimiento. Se trata de un paseo por la parte alta del Calar del Mundo, que ofrece unas posibilidades maravillosas. Seguimos ascendiendo hasta una cercana cima caliza, adornada con robles desnudos que no hacían más que llamarnos.
Un parque al que habrá que repetir visita, pero habiendo preparado algo, pues esta vez, lo decidimos mientras pedaleábamos por los páramos manchegos a lomos de aquella maldita bicicleta.
Nos queda claro que Albacete tiene un potencial increíble.

Los primeros metros que recorre el Mundo.

Se nota la generosidad de las últimas lluvias.

El sonido del nacimiento del río Mundo, es incomparable.

Al fondo la sierra de Alcaraz.


Se aprecia perfectamente la erosión causada por el agua.




Camino de la parte alta del nacimiento.

Desde el mirador se ve perfectamente la cantidad de coches.


Quedaba nieve en los Calares del Mundo.


Hacía bastante frío, y las luces eran excepcionales.

Continuamos hacia la parte alta.

Las vistas desde esta cima son estupendas.

Dejando rastro de nuestro paso.