Celine Dion, en su álbum Plamondon, en su canción Oxygène dice: “Comme tous les matins, Le soleil se léve, entre les buildings, vers septs heures et demie, j´ouvre ma fenêtre, donnez-moi de l´oxygéne….”, [como todas las mañanas, el sol se eleva, entre las montañas, hacia las siete y media, abro mi ventana y necesito oxigeno…] después de la subida al Teide, donde los últimos metros te va faltando el oxigeno por la altura, decidimos llenar nuestros pulmones del aire fresco que te proporciona el bosque de Laurisilva.
El Parque Rural de Anaga es un Espacio Natural Protegido se sitúa en el extremo nororiental de la Isla. Su cordillera tiene una cota máxima de 1024 m de altitud, donde se originan escarpadas laderas y profundos barrancos que llegan hasta el mar configurando acantilados y pequeñas calas de arena negra volcánica, que a veces sólo se arriba a pie o en barco.
Se accede a él por la carretera de la Laguna, dirección San Andrés, y llegas al centro de visitantes de “Cruz del Carmen” en el monte de las Mercedes, donde te informan de los recorridos que puedes hacer por todo el parque, ya que disponen de multitud de senderos de diferentes niveles de dificultad.
Este parque es uno de los espacios naturales de mayor valor paisajísticos y ecológicos de que dispone Tenerife, tanto por su configuración geológica como por la extraordinaria biodiversidad natural que en ella se desarrolla.
Su situación y altitud le confiere unas características específicas, así, como la acción de los vientos alisios abastece a las partes altas un ambiente húmedo y lluvioso, en contraste con las zonas bajas que se distinguen por insolación y escasas lluvias, esto hace, que en el parque se desarrolle diferentes pisos botánicos con comunidades vegetales muy variadas.
Con todas estas características hace que se desarrolle La Laurisilva, un bosque que se extendía durante todo el período Terciario (20 millones de años), por toda la cuenca del Mediterráneo. Pero debido a los cambios climáticos estos bosques sólo han supervivido en pequeñas zonas como Canarias, Madeira, Azores y en un pequeño núcleo en nuestro PN de los Alcornocales (Algeciras).
Este prototipo de bosque es de tipo subtropical, y lo forman especies arbóreas de la familia de las lauráceas que componen el denominado Monteverde (necesitan para su desarrollo una temperatura media anuales y una pluviosidad determinada, así como, la humedad que le proporciona los vientos alisios).
Entre los árboles más característicos que encontramos en una Laurisilva están: el laurel (Laurus azorica), brezo (Erica arbórea), tejo (Erica scoparia), madroños (Arbustus canariensis), palo blanco, lianas, hiedras, macán, helechos, naranjos salvajes, hongos, musgos, líquenes…
Uno de los árboles que mejor están representados es el laurel, que es muy fácil reconocerlo por su hojas brillantes y se sitúan sobre todo en las zonas de vaguadas y laderas umbrías, casi siempre están acompañados de Monteverde que es un conjunto de árboles que tienen las hojas muy parecidas al laurel, con hojas anchas, lanceoladas, duras y perenne.
Otro árbol también muy característico es el Tilo, y lo encontramos en las zonas más altas donde las condiciones climáticas son más hostiles pero sus ramas son flexibles y vemos como se abrazan unas a otras dando un aspecto de entramado.
Y el árbol que aquí adquiere unas dimensiones extraordinarias a veces de más de 20m de altura son los brezos, pasando de ser un pequeño matorral en la península, aquí sin embargo se convierte en un excelente árbol de grandes portes, su corteza se va desprendiendo en tiras que justo con la caída de las hojas al suelo adquiere éste una gran frondosidad, y donde se va desarrollando otro pequeño bosque en miniatura formado por líquenes, helechos, musgos que le dan a todo el parque un aspecto de selva tropical.
Cuando terminas el recorrido por el parque, donde caminas por un ecosistema vegetal de una exuberancia inigualable y con un diversidad de especies vegetales caracterizados por árboles que adquieren unas dimensiones de hasta 40m de altura, te das cuenta que tus pulmones van cargados de oxigeno limpio y además has disfrutado de un bosque que se formó hace 20 millones de años. ¡¡ Ojalá las futuras generaciones puedan disfrutarlo ¡¡
Isabel, aqui si que estan los dinosaurios, aunque son del mundo vegetal...
ResponderEliminarSaludos...
Luys, aunque en la fotos no se aprecia muy bien la magnitud del lugar, pero la verdad es que cada paso que dabas parecía que estabas en otro lugar.. es precioso, solo espero que entre todos podamos cambiar este ritmo tan vertiginoso que estamos llevando en cambiar nuestro planeta... saluditos.
ResponderEliminarEspectacular.
ResponderEliminarSiempre te lo digo, me encanta.
Pero... veo muchos caminos y pocos caños.
Gracias Paz. Ya, a mi también, me fastia y no sabes cuanto, no poder salir por mis caños pero la dichosa epicondylitis no me quiere abandonar. Pero ya veras cuando se vaya.....
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