Agrimensura
es el arte y técnica de medir la superficie de los terrenos y levantar los
planos correspondientes. Es todo un compendio de ingeniería, trigonometría,
topografía, geometría, geomorfología, arquitectura, historia…
Levantar
un plano y definir la toponimia, no es cuestión de llegar y besar el santo… son
necesarios muchos estudios y consultas para ver el resultado plasmado en un
plano de nueve euros, o en la mayoría de los casos, en la pantalla de nuestro
moderno gps, previa descarga “gratuita” por internet. Nada es gratis: lo que tu
te descargas por la cara, le ha costado la pasta y el trabajo a otros.
Toponimia
es la disciplina que consiste en el estudio etimológico de los nombres de
lugares o accidentes geográficos. El origen suele estar en algún aspecto físico
o material del lugar al que se refieren. Sierra Bermeja, por el color
bermellón; Sierra Cabrilla, por deformación de “Sierra que Brilla”, al
destellar ésta minutos antes del ocaso; Cima de la Maroma, por ceceo de Sima de
la Maroma, por la que bajaban a por el hielo los neveros… Torrecilla, por que
su fisionomía nos recuerda a una torre: por lo tanto, el Torrecilla, es el
Peñón de los Enamorados, pues visto desde El Burgo, es lo más alto de la
sierra. Cuando el agrimensor bajó, de medir las cotas y determinó que el más
alto era el Cerro de la Plazoleta, preguntó a los oriundos por el nombre de el
más alto, y estos dijeron: Torrecilla, refiriéndose a aquella “torre” que ellos
veían desde la plaza del pueblo, y el pobre agrimensor, cansado tras una larga
jornada de trabajo, apuntó el nombre en el cerro equivocado… y hasta hoy…
Después
de habernos levantado a las cinco y media para desayunar y practicar el
“carretera y manta”, arribamos a Yunquera, donde nos encontraríamos con
Salvador, Alberto, Alfonso y Daniel, a las nueve de la mañana, para acometer
una travesía que se iría solucionando sobre la marcha, con salida y llegada
desde el mirador del Puerto del Caucón (Luís Ceballos).
No
podemos hablar de “suerte” cuando se hoya la cumbre que ansiamos o nos
planteamos. En la montaña, todo es cuestión de entrenar, sacrificar, elegir,
equiparse y trabajar.
Atravesamos
el pinsapar de Yunquera, hasta llegar, con una pequeña duda, al mirador que se
sitúa bajo los Tajos de la Caína, y bajo ellos, ir sorteando barrancos hasta
llegar al de la Cañada
de las Carnicerías, por un desdibujado sendero que
pondrá nuestras habilidades a tope, buscando hitos, haciendo travesía en
llambría, bajando “a muerte” en modo “buscarse la vida”… una jornada
alpinística en todos los sentidos.
Subimos
el agotador puerto de los Valientes, hasta el desvío rumbo al Peñón de
Enamorados, y tras embarrancarnos por haber perdido la traza del camino,
llegamos a lo que se bautizó como el “Falso Pinsapo de la Gotera”, y nos
plantamos a comer cerca de el, a socaire del fuerte viento de poniente que
sopló el 29 de marzo.
Tras
quemar un poco de butano en altura, y reponer energía, pusimos rumbo a Cerro
Alto, para interceptar el Camino de la Sierra de las Nieves y por esta senda,
poner los pies en el Peñón de los Enamorados, de 1777m, y que era, para
algunos, la primera vez que lo ascendían. La primera vez siempre es emocionante.
Allí,
nos encontramos una pareja de Puente Mayorga, con los que estuvimos conversando
mientras nos “aberronchábamos” al rocaje para no salir volando, literalmente.
Cruzamos
los Ventisqueros, y bajamos directamente al aparcamiento del Caucón, donde,
alcanzada la zona boscosa, pudimos disfrutar un poco más, resguardados del
incómodo viento, entre árboles. Y esto me recuerda al grupo Porcupine Tree, por
lo del árbol, elemento esencial para la música, pues la madera apropiada para
construir guitarras y equipos de sonido sale de
algunos de los bosques de los
cuales podemos disfrutar. ¡Que generoso es un árbol!, que tras proporcionar
sombra, frutos, savia, protección al suelo, humus… llega el día en que nos proporciona
música, cuando un artista, lo ha convertido en instrumento mediante el cual,
otro artista, saca el sonido ordenado con el que nos deleitamos cuando
escuchamos, por ejemplo, a los ingleses antes mencionados. Como dijo Silvio: La
música es el silencio bien cortado.
Excelente relato. Ese día aprendimos muchos de la zona y personalmente observé Sierra de Las Nieves como nunca lo había hecho antes. Es un paraje grandioso. Hasta pronto.
ResponderEliminarComo pudistes observar S. de las Nieves tiene mil caminos, todos se entrecruzan, es fácil perderse, pero merece la pena, perderse un poco entre los pinsapos centenarios...Me alegro que la disfrutases..
EliminarSaludos.
Jeje, vosotros no sois senderistas, sois fotógrafos...que fotos mas guapas, tanto como la ruta.
ResponderEliminarGracias Salvador, a mí, me encanta la primera, no por que la hiciese yo, sino por la captación del momento que estábais extasiados contemplando el paisaje...jaja
EliminarBueno, somos un poco de todo..se hace lo que se puede.
¡¡A seguir disfrutando¡¡
Estupenda ruta la que realizamos,en excelente compañía y como dice Daniel, aprendiendo otros detalles de la Sierra de las Nieves.Muchas gracias Isabel y Fran y ya teneis otro seguidor de vuestro blog.Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti, Alfonso, por habernos acompañado. Ya les comenté a Salva y Daniel que se nos hizo muy grata tu compañía. Como dice Peter Frampton: Show me the way... y yo te lo mostraré encantado.
EliminarUn día estáis a nivel de agua y otro trepáis hasta la cota superior a 1.700 m. Unos pedazo aventureros. Eso sí, tenéis suerte de esa geografía, ¿sabíais que la provincia de A Coruña es la de cota más baja en España? (había por la wiki un listado de las cumbres más altas por provincia que en su día chusmé), ni a 1.000 m llega, para hacer montaña me tengo que desplazar bastante :(
ResponderEliminarHola Iván, por el contrario, tienes una costa envidiable... De todas formas, no se precisa elevarse demasiado para encontrar enclaves con encanto, y Galicia tiene muchos rincones agradables de caminar... y difíciles de acceder, por lo escarpado del terreno.
EliminarTambién te digo que Cádiz es una provincia en la que se encuentran dos mares, con mucho litoral navegable, embalses óptimos para el kayak, y una gran extensión de zonas montañosas para poder caminar, y gracias a que tenemos la serranía de Málaga, aquí cerca, las posibilidades aumentan bastante.
Gracias por seguirnos...