Acertar
con los horarios de viaje, de aproximación y preparativos, y ajustarlos, nunca
fue mi fuerte, seguramente porque no le presto atención al tiempo… es más
importante disfrutar y no depender tanto del reloj.
Decidimos
salir de casa a las 7 de la mañana, para llegar con tiempo a Nigüelas, y
comenzar a caminar no demasiado tarde, a ver si teníamos la oportunidad de
arribar al refugio con luz. Si lo planeamos, no nos sale mejor. A las 20:55 pusimos
los pies en el vivac de Caballo, sólo 3 minutos antes del ocaso.
Se
puede subir hasta los cortijos de Echevarría en coche, pero para los que
tenemos un turismo, es una empresa arriesgada, así que decidimos aparcarlo en
las proximidades del pueblo, total, aquí hemos venido a caminar…
El
día, soleado, aunque cubriendo de nubes las zonas altas de mi querida Sierra
Nevada, era agradable para caminar y disfrutar de las vertiginosas paredes de
la zona de solana: El Pingacho, Tajo Bernal, Peñón de Granada, van dando
variedad y alegría a esta tentativa de acercarnos al “tresmil” más occidental
de Andalucía.
Habiendo
comenzado el caminar a eso de las once (horario andaluz), nos tuvimos que
detener pronto para dar al cuerpo alguna alegría gastronómica; hay que acopiar
energía para el resto del día.
Al
pasar frente a los mencionados cortijos, las vistas del Trevenque son
inmejorables, y aunque ya llevamos ascendidos unos mil metros de desnivel,
todavía nos quedan otros tantos para acabar nuestra dura jornada.
Al llegar
al mirador, desde donde se aprecia toda la Loma del Caballo, y el barranco del
río Torrente, con todos sus aportes, tomamos el camino que asciende a nuestra
izquierda, por la cuerda de la Loma de los Tres Mojones.
Sobre
los 2500 metros ya pisamos nieve continua, así que en un resguardo rocoso nos
paramos a comer, nuevamente, y aprovechamos para ponernos las botas y polainas.
La nieve, a estas horas, tenía una textura cómoda para avanzar.
El
viento, más fuerte en esta zona, nos obliga a vestirnos con algo más que la
sencilla camiseta que traíamos hasta ahora. La mochila se vuelve más liviana al
sacar de dentro algo de ropa, unas
botas que pueden pesar casi 3 kilos, y haber
consumido bastante agua y comida. Estamos muy cansados y entrando en un terreno
hostil, pues la visibilidad se ha reducido bastante y apenas se distingue el
suelo del cielo… llega a provocar algo de vértigo esta sensación, además, no
conocemos la zona, pues otras veces hemos subido a Caballo desde Hoya de la Mora. La carga ya se nos hace tediosa. Una ascensión, de verdad, dura donde las haya, y una meteorología que se vuelve desapacible por momentos.
Por fin llegamos al collado del cerro del Caballo, un poco a la izquierda, pero se abre la niebla
unos segundos y vislumbramos la que será nuestra dulce morada por esa noche. Corregimos el
rumbo y nos lanzamos con cuidado de rodear la laguna. Hubo unos instantes mágicos de luces entre nubes, claros, montañas, nieve y rocas… sólo tenemos unos minutos de luz, así que hay
que aprovecharlos para inmortalizar el momento.
Tras
cavar un poco para llenar una bolsa de nieve, nos dispusimos a barrer el
interior del refugio y preparar cena, agua y piltra.
Queremos
dar las gracias a Acción Sierra Nevada por la intervención tan formidable
llevada a cabo en este refugio. La habitabilidad del mismo se ha visto mejorada
bastante, disponiendo ahora de una doble puerta que cierra herméticamente, y
hasta tenemos una mesita y dos taburetes para cenar y desayunar mucho más
cómodo, a parte de muchas perchas para organizar el vestuario, y una formidable
ventana. Al llegar solo había un poco de agua en el suelo, pero gracias a las
dos estufas de 37 grados que allí hicieron noche, al amanecer, estaba el suelo
seco.
No
se puede estar en dos sitios a la vez (físicamente), pero la mente estaba con
Johnny Winter, que esa noche actuaba en la capital Hispalense, mientras el
cuerpo reposaba en el interior de un mullido saco de plumón, llegando a pasar
calor, pues en la habitación disfrutamos de 3º de temperatura.
La
madrugada fue terrible: el viento azotaba violentamente toda la sierra. Menos
mal que estábamos a cubierto… pero de ahí hay que salir en algún momento.
“Pioletancia
y Cramponismo”. Nos levantamos sobre las 7, pero hasta las 9 no nos pusimos en
marcha. Bien ataviados, con material invernal por todas partes: manoplas,
cortavientos, crampones, piolets… ha sido de las pocas veces que hemos usado
todo el material porteado en la mochila.
Subimos
hacia la cumbre del Cerro del Caballo, y en la hoya que rodea a la laguna, solo
se escuchaba la respiración agitada, y el crujir del manto níveo endurecido por
la amplitud térmica, violentado por las puntas de hierro acopladas a las botas.
Nos encontramos en cumbre al forero Santiago, el único ser humano que vimos en toda la bajada, pero en segundos, desapareció con sus tablas. En la cima empezó a nevar violenta y desagradablemente. No se veía nada. Buscamos las mochilas en el collado y salimos de allí a toda pastilla.
Perdíamos
el rumbo a cada instante, pues era muy difícil encontrar una referencia, y el
frío era muy intenso. El viento nos intentaba tirar, y hasta que llegamos a la
pista, resultó muy difícil la bajada. Comimos en la misma piedra que el día
anterior, soportando más viento y frío, y sobre los 2000m de altura, empezó a
nevar de nuevo, copiosamente, permaneciendo la precipitación hasta que
alcanzamos Nigüelas.
La
ruta es bastante dura realizarla en estilo puro, son algo más de 2000m de
desnivel positivo, pero creemos que merece la pena dar a cuerpo y mente, la satisfacción
de haber hecho algo de esa magnitud. De todas formas, valdría la pena caminar
aunque solo fuese por el placer de la parada.
Datos Técnicos:
Localización:
Parque Nacional de Sierra Nevada
Población:
Nigüelas (Granada)
Altitud
Máxima: 3.011 m
Distancia
recorrida: 37 kms
Desnivel:
2060 m
Tipo
de Trazado: Ida y vuelta
Clima:
Alta montaña
Solo os digo, Enhorabuena.
ResponderEliminarMenudo pateo y bien cargaditos, eh?
ResponderEliminarMe parece lo mejor, subir a las montañas desde los pueblos, aunque a veces se hace duro de coj****.
Me uno a Salvador. Enhorabuena !!!
Tocayo, que tu también te pegas unas kilometradas espectaculares...
EliminarLa verdad es que tampoco es nada del otro mundo. 2000 metros lo salva cualquier persona minimamente preparada, es más, la dureza reside en la mente. Es tu cerebro el que pone las limitaciones... y tu lo sabes, ¿verdad?
He subido la ruta al wiki, y la he catalogado de moderada, pues realmente no tiene dificultad... solo es cuestión de adelantar un pie, y después otro... además, no debemos acostumbrar al pie a pisar el mismo terreno.
PD todavía me duele un pelín una uña del pie... de la bajada.
Un abrazo, y quizá estemos por Granada la semana que viene... le tengo ganas a los Lavaderos.
Pues yo aún no los conozco, aunque estaba pensando tirar el jueves o el viernes al corredor de 7 lagunas y arista NE del Mulhacén... sólo, como de costumbre ;-)
EliminarFran, mi hijo dice que Enhorabuena y Felicidades, que eso es un "Rutaco"...
ResponderEliminarMi hijo Fran, el de Salva no el de Ana, en Fin lo dice Alejandro...Por cierto tengo ganas de una de estas, pero ya iremos hablando poco a poco. Aprovecho para deciros de nuevo que es espectacular la ruta, las vistas , las fotos, y que hecho de menos echar una noche en la montaña. Saludos.
EliminarSalvatore, estuvo difícil la bajada, por el viento y el frío... se congelaron los tubos del sistema de hidratación antes de salir del refugio.
EliminarBajé a la laguna, por la tarde-noche, a buscar agua, con la pala, y me metí en una grieta hasta medio muslo... me di un buen susto pues el agua no estaría muy lejos... pero no hubo manera da pillarla... tuvimos que calentar un bolsón de nieve para hidratarnos y poder cenar.
Me encanta la noche nevadense... hay que hacer por lo menos dos al año, me lo dice mi psiquiatra...
Un abrazo.
holaaa
ResponderEliminarvaya, menuda "escapadita" ;-)
eso si, con esos armarios empotrados a la espalda ha de ser duro de verdad...
muy guapas las fotos
Hola Jordi, los "armarios" enlentecen mucho la marcha, y cargan demasiado la musculatura. Además, el desnivel es muy alto... mira, que hacemos deporte a diario: correr, MTB, kayak, montaña, osea, que la musculatura está entrenada... pues bien, 4 días después aún teníamos unas agujetas tremendas en los gemelos. Por 2 motivos: el peso, y caminar con bota rígida y crampones, que es algo más puntual en nosotros y ese ángulo de trabajo está menos conseguido. Pero bien. Gracias por tu nota.
EliminarEsto si que es salir a la montaña... y lo demás son tonterías. Me encanta. Enhorabuena y hasta muy pronto.
ResponderEliminarGracias Dani, la verdad que fue una ruta muy completa en todos los sentidos, ya que, tuvimos que caminar por la nieve, sendero y pista, nos nevó, y el viento fue muy fuerte... pero mereció la pena hacerla, lo pasamos muy bien. Gracias por pasar por aquí, a ver si nos vemos pronto.
EliminarMenuda ruta...
ResponderEliminarSí Xema, aunque la de ayer no estuvo nada mal, aunque en distintos medios,la naturaleza siempre te sorprende y te regala rincones con mucho encanto. Eso es lo bueno de practicar deportes al aire libre nunca te decepcionan...gracias por visitarnos.
EliminarYo quiero ir el viernes 17, desde el Posteruelo, que por ahí dicen que el carril está mejor para un turismo.
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