Próximos a la rivera del Tinto y en término de Zalamea la Real, los habitantes de la pequeña población de El Pozuelo, gozan el privilegio de convivir en plena naturaleza, rodeados de buitres leonados, milanos reales, rabilargos, y un sinfín de especies importantes que aportan riqueza y biodiversidad a esta comarca.
Además de los valores medioambientales, en este rincón onubense se disfruta de un legado histórico bastante recomendable de conocer.
Se puede hacer una caminata circular, que comenzaremos por una pista terraplenada que nos lleva entre jaras hacia una mina abandonada llamada El Chinflón. Sabremos que hemos llegado cuando alcancemos un collado con una casa a la derecha y una trocha a la izquierda que asciende por la loma. Desde la mina hay unas amplias panorámicas, que nos brindaron la oportunidad de otear el vuelo de 12 milanos reales.
Desde aquí arriba podemos ver el emplazamiento de los primeros cuatro dólmenes que vamos a visitar, pues los tenemos justo debajo.
El paisaje no puede ser más mediterráneo, y como tal, en estas fechas podemos aprovecharnos de sus ricos frutos, y así comer gratis y no contribuir tanto al tedioso capitalismo. Hay que comer de todo… esa es la base de una buena dieta que lleva el mismo nombre que el paisaje que nos rodea.
Dice Robe: “los recuerdos se fueron del tiempo que pasó, no recuerdo aquel cielo, ni tampoco su olor… que no, que no, que no, que no…” pero al soñar… puede aparecer algún recuerdo leve que nos haga refrescar memoria y poco a poco hilvanemos lo vivido. Hay que vivir y luego recordar lo vivido, pues si no, se pierde. El blog, en desuso últimamente, es buena herramienta para evitar que el maldito Alzheimer empiece a llenar de agujeros este queso al que a veces le ponemos un casco para evitar que se despeine. Nos gastamos dinero en peluquerías para mantener una estética, cuando en realidad lo importante está dentro. Pon tu melena al viento y mete la cabeza dentro de estos dólmenes, es realmente interesante.
Podríamos seguir citando a Robe, y llenaríamos no este blog, si no todos los blogs de este maldito mundo. “Si ella baila, yo encuentro una canción”, y tras visitar estos cuatro dólmenes que se alzan codo con codo en un paisaje evocador, volvemos a “pistear” entre “calistros” descubriendo setas alucinógenas y escuchando al petirrojo europeo por todas partes… sin lograr verlo.
Llevaba el gps en la mano, pues cada dolmen tiene un geocaché… nos pusimos las botas… la caminata mereció la pena sólo por el ego de ver como aumenta el número de encontrados en esa diabólica página mediante la cual utilizamos satélites de miles de millones para encontrar un “tupper” de plástico escondido en la naturaleza. Así es el ser humano…
A la vuelta, tras tanto ortostato y búsqueda, no tuvimos la suerte que a la ida, de ver cientos de rabilargos… un ave realmente preciosa que no se ve por nuestro lugar de residencia, y hay que salir a buscarla fuera. Si tu objetivo son los dólmenes, la prehistoria, las aves… caminar… ya sabes: El Pozuelo.
|
Mina el Chinflón.
|
|
Los primeros dólmenes de la mañana. |
|
Bastante bien conservados, como se puede observar. |
|
Pero en realidad, como todo en este país, se pone en valor y luego se abandona. |
|
Las estructuras se componen de ortostatos de poco grosor. |
|
Algunos de los dólmenes son de doble cámara. |
|
Falta un poco de señalización y los paneles informativos están deteriorados. |
|
La ciudadanía no colabora mucho y algunos incluso hacen sus necesidades dentro del conjunto.
|
|
Aun así, merece la pena visitarlos, sobre todo por la cantidad que hay. |
|
Isabel tomando notas y apuntando avistamientos en observation. |
|
Noche de setas... |
|
...con una cantidad menor, hubiese sido mucho mejor. |
|
Uno de los pocos paneles que se conservan en buen estado. |
|
Y la iglesia de El Pozuelo. |
¡¡¡ Uuuy !!! tengo ganas de visitar este enclave, vamos a tener que ir haciendo un hueco, muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarCarlos, muchas gracias pues.
EliminarOs va a encantar esta zona, en un solo día se ven nueve dólmenes y un poblado neolítico, a parte de la mina. Mira bien, que hay mucha información, y se puede hacer una estupenda caminata. Nosotros la hicimos circular, y nos dejamos un par de dólmenes por visitar.
La verdad es que deberían cuidar un poco más el complejo, y señalizarlo mejor, ya que se hizo el trabajo... deberían mantenerlo. Pero ya se sabe como funciona esto... se cogen las subvenciones, y luego si te vi no me acuerdo.
Un saludo.
Fran, yo no sé si será cosa de esos carísimos satélites que nos están espiando o qué, pero te juro que mientras leía este relato tuyo el Spotify me ha puesto una de Robe... prefiero pensar que se trata de una sincronicidad, aunque no sean científicas jeje.
ResponderEliminar"El mundo ya no nos interesa nada" reza la canción en cuestión, y la verdad es que hay gente a la que le interesan bien poco cosas tan interesantes como este espectacular conjunto dolménico. A unos les interesa tan poco que no tienen reparos en hacer el despreciable acto de dejar desperdicios allí, y a otros no les importa, lo cual todavía es más despreciable, dejar que lugares como este caigan en el abandono una vez han dejado de ser rentables...
Mira, el Spotify me pone ahora a los Modermain, banda de Ramone, dibujante de portadas de Extremoduro (mítica Pedrá), Marea etc. Te recomiendo que les dediques una escucha...
Salud!!
Se trata de una sincronicidad, sin lugar a dudas.
Eliminar¡Que tal, Dani? Lo real es realmente triste, también... a veces. Entrar en uno de los dólmenes, una estructura megalítica que ha aguantado el paso de los siglos con todas sus inclemencias y algunas molestias más, y que venga alguien y no tenga otra idea mejor que mear o cagar dentro y dejar las toallitas... deja mucho que desear como persona. Se podría quedar en su casa, mejor.
Y las puestas en valor de estos yacimientos, como ocurre en algunos ayuntamientos, luego son dejadas a su suerte y ni siquiera va alguien a desbrozar un poco... y no digamos a reponer cartelería. Es una pena. Se tira demasiado dinero y recursos, y con muy poco, podría estar todo perfectamente visitable.
Le he puesto la oreja a Modermain, que no los conocía, y están muy bien. Gracias, chaval.