En
verano, hay tantos visitantes en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido,
que para llegar a la pradera tendremos que dejar el coche en uno de los
aparcamientos gratuitos construidos en Torla, y tomar el bus. Esta iniciativa
de contratar una línea de autobuses que acerquen a los visitantes al parque, la
propondríamos nosotros para llegar al Área Recreativa Quejigales, en Sierra de
las Nieves, y así preservar un poco más el entorno; pero volvamos a Ordesa.
La mochila
pesaba bastante, pues tuvimos que fraccionar la ascensión en dos días. Además,
para hacer senderismo, preferimos las zapatillas, pero para la montaña, mejor
botas… por lo tanto: más peso.
Una
vez en el parque, consultamos a uno de los vigilantes por la durísima Senda de
los Cazadores; nos indicó hasta donde tendríamos que subir y comprendimos
porque es tan temida. Eran sobre las 15:30 cuando empezamos a caminar cruzando
el rio Arazas, y al llegar al mirador de Calzilarruego (1949m), descansar un
rato, comer algo y observar el entorno, creo que mereció la pena sufrir la
fatigosa vereda y sudar litros de agua.
Recorrer
toda la Faja de Pelay por arriba es un placer que pocos se atreven a vivir,
pues la mayoría de los visitantes, caminan por abajo, sin embargo, por la senda
de los Cazadores cruzas con muy pocas personas, y las vistas de Tobacor, Pico
del Descargador, el Casco y la Brecha de Rolando, compensan el brutal esfuerzo.
Vimos algún sarrio, muy cerquita de nosotros, que por el valle es casi imposible
verlos con tanto gentío.
Esquivamos
las clavijas del Circo de Soaso, situadas junto a la Cola de Caballo pues tan
cargados no es aconsejable subir por ahí, es más, ese paso de las clavijas no
aporta la más mínima seguridad, ya que si resbalas al asirte al metal, la caída
puede resultar mortal, sin embargo mucha gente, quizá por desconocimiento,
piensa que es un reto ascender por ahí…
En
seis horas de caminata arribamos al concurrido refugio de Goriz, donde montamos
la pequeña tienda y pernoctamos para descansar unas horas, tras haber repuesto
carbohidratos y proteínas en el interior de nuestro acogedor vivac.
En
algún punto entre la pradera y el refugio, habíamos cruzado el meridiano de
Greenwich… que no es un dato relevante, pero no deja de ser una curiosidad más
al ya de por sí interesante recorrido.
A las 23:00 se veía perfectamente la Vía
Láctea, y lo ideal hubiese sido salir de la tienda después de medianoche, para
disfrutar del espectáculo, pero teníamos que descansar.
After
Midnight, precisamente, la escuchamos durante unos días pues el 27 de julio,
dos días antes de nuestra ascensión, perdía la vida el gran J.J. Cale a los 74
años de edad, así que no queríamos dejar pasar más tiempo sin dedicarle unas
líneas a uno de los músicos mas influyentes y versionado del panorama del blues, rock y americana.
Hasta siempre, Cale.
Antes
de las seis (horario Andaluz) estábamos encendiendo la cocina Primus para
calentar el desayuno: un gran cazo lleno de té y cereales son suficientes para
recargar energía, y antes de las siete comenzamos a caminar, más livianos ya
que dejamos bastante material en Goriz.
La
ascensión es bastante dura, pues presenta un desnivel total de dos mil metros. En
Pirineos las ascensiones no son baratas…
Una
vez atravesamos los grandes bloques de caliza desprendidos de Monte Perdido, al
llegar al Barranco de Goriz, que baja del Pequeño Lago Helado, lo cruzamos
buscando la Faja Roya y entramos en la soledad. La mayoría de montañeros
ascienden Monte Perdido, muy pocos el Cilindro, y solo nosotros subimos ese día
hacia Marboré.
La
faja Roya es espectacular. El color óxido de las rocas de esta zona, en
contraste con la grisácea caliza proporciona un ambiente mineral muy agradable
de recorrer. Hay que dejar constancia de nuestro paso por las montañas, por eso
construimos hitos combinando los colores de ambas rocas. Cada ascensión que
hemos hecho en Pirineos, corresponde a distinto mundo mineral.
Bordeamos
Peña Roya por el sur, y vamos cruzando basares de caliza y neveros hasta llegar
al Cuello de Marboré. Tras ponernos los crampones, empieza el terreno a escarparse,
y la inclinación es tanta que hay que extremar las precauciones, pues las
puntas apenas dejan huella.
El
último repecho es agotador, coronamos tan solo unos minutos antes de medio día,
y desde la cima a 3250 metros de altura escuchamos las campanadas de la iglesia
de Gavarnie; fue realmente emocionante. Esta cima es espectacular, y una de las
mas vertiginosas que hemos tenido la oportunidad de ascender. El pueblo de
Gavarnie está 2000 metros por debajo y se ve perfectamente. Las vistas de El
Casco, el Taillón, La Torre, Los Picos de la Cascada, Cilindro, Monte Perdido,
todos ellos por encima de los tres mil metros, y contemplar la frontera
imaginaria que separa España y Francia, de hecho estábamos en ella, al mismo tiempo oteando la Brecha de Rolando,
los 400 metros de salto de agua de las cascadas de Gavarnie… la imagen es
sencillamente sublime. Esa zona del Monumento Natural de los Glaciares
Pirenaicos… hay que vivirla.
Hacía
un poco de frío, el día estaba bastante limpio, comimos algo, bebimos y
emprendimos la segunda parte de la ascensión a Marboré: El descenso.
Recogimos
el material que dejamos en Goriz (2200m), nos cambiamos de calzado, y 13 horas
y media después de haber comenzado a caminar, arribamos a la parada de autobús
de la pradera de Ordesa.
Senda de los Cazadores |
Faja de Cotatuero |
Mirador de Calzilarruego |
Brecha de Rolando y Descargador a la derecha |
Circo de Soaso al fondo y las nubes cubren Cilindro y Monte Perdido |
Cola de Caballo |
Cilindro a la izquierda y por detrás asoma la cumbre del Perdido |
Cumbre de Marboré a 3250m |
Circo de Gavarnie desde Marboré |
En la nieve se aprecia la sombra de la Brecha de Rolando |
Collado del pequeño Lago Helado visto des de la Faja Roya |
El valle de Ordesa en agosto de 2002 mientras bajaba de Monte Perdido |
Valle de Ordesa |
Cague en Diez. Fran, Isa, no había visto esto. Casi acabo de aterrizar por aquí y ojeando los Blogs, me ponéis este peazo de ruton. Es la perfección, pensé que después de lo visto días atrás, ya no os podríais superar. No tengo palabras...
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Salva. El parque de Monte perdido es espectacular, y la solitaria y lejana cumbre de Marboré, es un balcón incomparable.
ResponderEliminarCostó bastante esfuerzo encaramarnos allí arriba. No te puedes imaginar lo cansados que llegamos de vuelta a Goriz, y cuando metimos en la mochila todo el material que habíamos dejado "por allí", los cuádriceps gritaban literalmente... ¡vaya pateo tu!
Allí no hay problema con el agua... vas cargando por el camino, sin problemas. Hemos tenido una suerte increíble con vivir una primavera a final de julio.
Habrá mas. Un abrazo, y ya veré tu escapada a Revolcadores.
Revisado Fran, preciosas las fotos, el lugar es que es...
ResponderEliminarYo solo espero no tardar otros 11 años en aterrizar por allí.
ResponderEliminarGracias Salva.
Madre mía que fotos tan espectaculares! enhorabuena a los dos!!!
ResponderEliminarGracias a ti por comentarlo.
EliminarEs que estamos hablando de un paraiso mineral, botánico, faunístico, paisajístico... lo que pasa es que las distancias y desniveles a cubrir requieren mucho esfuerzo... pero compensa... no veas si compensa.