En la provincia extremeña de Cáceres, cerca de Almoharín, reino del Higo
Seco, fruto excelente que nos aporta los nutrientes esenciales para disfrutar
de una tarde de pedaleo, y cruzando a la vertiente Norte de la Sierra de San
Cristóbal, donde el radar de Cancho Blanco, podemos pasear por la población de
Zarza de Montánchez, y si tomamos el camino de Trujillo, entre dehesas típicas
extremeñas y una flora excepcional, nos podremos empapar del sabor y la
presencia de una encina, La Terrona, que respira y ofrece belleza al mundo
desde hace más de 800 años.
Por supuesto, está catalogada como árbol singular, y es la insignia del
pueblo… y uno de los símbolos vivientes de Extremadura. Contemplar este
ejemplar de Quercus Ilex, era una de
nuestras asignaturas pendientes, y el tándem nos ha ayudado a acercarnos a ella
con sigilo… desde Almoharín.
Otra de las opciones para disfrutar de esta encina, además de pedaleando,
es la de acercarte a ella escuchando a los sevillanos El Imperio del Perro,
dando rienda suelta al tema Cierra La Boca, de su último trabajo, en el que
colabora Alberto, de Niños Mutantes… y es que como mejor se contempla esta
encina majestuosa, es con la boca cerrada.
Saludaros lo primero...Tengo un par de preguntas, habeis estado antes aqui o yo lo sueño... y la otra es habéis estado recientemente? Pues hace muy poco pase cerca de ahi. Saludos, nos vemos.
ResponderEliminarHola Salva, ¿que tal?
EliminarA la primera pregunta, pues decir que no, que nunca habíamos estado en Almoharín, ni visitado la Encina Terrona. Cuando se viaja por la A-5, volviendo de Madrid hacia Mérida, se pasa por una rotonda que tiene un poste con un tomate gigante. Esa es la salida a Almoharín... queda a 8 minutos. Y detrás de la sierra en la que se ve la bola del radar, está La Terrona.
La segunda pregunta es afirmativa. Salimos el lunes 10 por la mañana, y ya comimos en Almoharín. Por la tarde fuimos pedaleando hacia la Encina. Son sólo 28 kms, ida y vuelta, pero hubo que subir un puerto de trazado muy recto... a la vuelta, el binomio alcanzó los 66 km/h.
Bueno, también hemos seguido tus pasos... y hemos subido al Rocigalgo. Es precioso, por cierto.
Nada más... sólo comentar, que cada vez que visitamos Extremadura, nos saltamos la dieta vegetariana... y es que por mucha conciencia que se tenga, pasar por esta maravillosa región y no hincarle el diente al cerdo... si que sería un pecado. El cerdo extremeño tiene más fuerza que la propia religión... incluso.
Un abrazo, chaval... y habrá que vernos.
Pues decirte que me alegro por vuestro viaje. De Rocigalgo buen recuerdo tengo, ese sendero paralelo al Río , ese paso de cadenas por roca, el salto de agua que parece que estas en Los Alcornocales, algún zorro que vimos y los Robles en la parte alta, hacen que todo el paseo sea muy ameno. Una pena ese hito roto, caído en la parte alta esos medios escombros caído que afean bastante.
EliminarDe lo del árbol este singular, pues habrá sido en otro sitio donde lo vi, igual fue en televisión, pero no creo... pensé que lo habia leido aqui en vuestro blog.
Y de Extremadura que decir, yo no pienso tanto en su gastronomía, como en lo que aun me queda por ver, tengo pendiente Monfrague, este arbolito tambien, el Berrocal de Malpartida (pase por su puerta en este ultimo viaje), algún dolmen, alguna pintura, algo de Tartessos y alguna que otra cosilla más.
En fin menos mal que esta cerquita.
Pues nada más, saludaros de nuevo y seguiremos pendiente de vuestras entradas... Hasta pronto.