Los
sueños, cuando dormimos, pueden provocarnos una sensación agradable o todo lo
contrario. A veces, el sonido ambiente puede modificar o condicionar el
resultado o transcurso de un sueño. Siempre que dormimos a la intemperie, nos
sumergimos en una variedad de sonidos, a los cuales, quizá no estemos muy
acostumbrados… por falta de cotidianeidad. De todas formas, es una experiencia
enriquecedora y aconsejable.
Tras
haber disfrutado de la música de The Black Keys en la radio del coche,
arribamos a Facinas junto a Enrique, dispuestos a subir al techo de la sierra
de Saladaviciosa, con la mala fortuna de que se nos hizo de noche por el camino
y nos vimos obligados a forzar un vivac… ¡Que mala suerte!. La noche fue extremadamente
silenciosa debido a la ausencia de viento… solo pudimos disfrutar de la “ladra”
del corzo en el trascurso del ocaso y el orto, el vuelo del buitre, la presencia
de algún murciélago, un espectacular mar de nubes al amanecer, un rico desayuno
montañero… y una agradable compañía.
Hay
que salir más… lo recomienda nuestro psiquiatra.
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