martes, 6 de octubre de 2015

Puntal de Loma Pelada – Mulhacén y Mulhacén II

Aunque ya se haya ascendido una montaña, hollado una cumbre o descendido un puerto, a veces hacemos repeticiones, sólo por buscar la esencia de la vida, que no es otra cosa que disfrutar distintas emociones y sensaciones.
Nunca habíamos vivaqueado en la cumbre de Mulhacén, y aunque las nubes lenticulares no recomendaban la ascensión, como el Vasar de la Norte estaba cubierto de nieve, y por lo tanto peligroso; decidimos hacer algo nuevo y buscar un rinconcito donde encajar dos espaldas para intentar reconciliar un imposible sueño a 3475m de altitud.

Primeramente habíamos ascendido un Puntal de Loma Pelada que por momentos se cubría y se descubría… era como esa sensación de estar sentado en la mecedora, en casa de la abuela, mientras el visillo era bamboleado por el viento que entraba por aquella ventana y a veces se metía hacia el salón…

Comimos reposados en la pared lateral de un refugio de la Caldera, que por momentos se llenaba más… y no nos apetecía pasar una multitudinaria noche… estamos en la Montaña, por favor… Tras asomarnos a la vereda del Vasar, y comprobar que tenía bastante nieve como para hacerla con seguridad, y pensar en la posibilidad de algún desprendimiento rocoso provocado por el fuerte viento que reinaba en la montaña, tomamos la decisión “in situ” de hacer algo nuevo, pues subir a Mulhacén no debe convertirse en algo monótono y aburrido… hoyamos el techo peninsular, y nos acercamos a su pico hermano: Mulhacén II, donde el viento era incómodo y la sensación térmica bajísima. Retrocedimos hacia la masificada cumbre, y buscamos donde encajar dos espaldas, protegidos, en la medida de lo posible de aquel fortísimo viento.

Fue como un sueño… un sueño de acordes y melodías infinitas, como las que son capaces de transmitir los cinco miembros de Dream Theater, que siguen siendo uno de los grupos más técnicos y virtuosos del panorama mundial. Mike Mangini, desde luego, es un buen sucesor del carismático e impresionante Mike Portnoy, con las baquetas.

Sobre las cinco o antes, ese sueño se convirtió en húmedo, y es que se concentró una gran nube en la montaña, y como el viento era tan fuerte, toda esa humedad, captada por el nylon, al ser sacudida la tela violentamente, nos caía al interior humedeciendo todo el material… incluyendo los mullidos y cálidos sacos. Isabel permaneció nerviosa y preocupada, toda la noche… yo sin embargo, adopto la técnica del avestruz, y no quiero saber nada de lo que ocurre del techo para afuera… mañana será otro día.

Tras un luminoso amanecer, en menos de una hora desayunamos calentito, carbohidratados y supervitaminados, empacamos todos los enseres… el viento, al asomarnos al cambio de rasante que desciende por la Oeste, era tan brutal como nunca lo había vivido… casi nos tiraba al suelo, y a veces, por el efecto de la mochila, te giraba sin tu quererlo… en Las Posiciones y en la Carigüela, era algo similar.
Había fuerzas para llegar al coche, en la Hoya de la Mora; en 4h 15 min lo hicimos…  no cargamos ni agua durante el descenso, ya nos hidrataríamos en el bar.

 
Las primeras nieves en el Cerro de los Machos y nortes

Los Tajos de la Virgen


Cumbre de Puntal de Loma Pelada


Crestones de río Seco, Machos y Veleta alineados

Desprendimiento en la bajada a la Caldera

Laguna de la Caldera

Cumbre del Mulhacén II

Entre Mulhacén II y Mulhacén

Ocaso en el Mulhacén 

Laguna de la Mosca

Juego de Bolos desde el Mulhacén

El "hotelito" en la corraleta (antigua construcción)

Vista de Puntal de la Caldera desde el Mulhacén

El crepúsculo desde el Mulhacén





Las nubes cubren el Veleta





4 comentarios:

  1. Me ha gustado la crónica mucho y las fotos también. A veces a mi aunque no lo viví in situ como vosotros me reconforta, me agrada mucho este tipo de jornadas. Ya se empieza a ver Nieve y ya tengo mono de montaña, quiero un día muy próximo ir con mi hijo, solos los dos a subir a algún sitio, me apetece mucho. Saludos pareja, Enhorabuena.

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  2. Gracias Salva, te agradecemos tu colaboración. Ahora llega un tiempo muy bueno para llevar a Alex a dormir a alguna cumbre cercana, pero suficientemente alejada del mundanal ruido.
    En Sierra Nevada ya hace frío. Estuvimos a 3 grados, y con viento. El Gore no me lo quité en los 2 días, ni los guantes.
    Hay que organizar otra en breve.
    Un abrazo.

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  3. Frio, viento, humedad... y encima nos gusta. Son cosas que no se pueden explicar con palabras aunque tu siempre las usas con mucho acierto. Me gusta !!!
    Un abrazo, pareja.

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    1. Verdad tocayo, le dices a cualquiera lo que has hecho ahí arriba y te tacha de loco... pero es que es eso... con palabras es difícil transmitir esas emociones.
      Un abrazo, amigo, y me alegra que te guste.

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