jueves, 9 de mayo de 2024

Sierra de las Nieves (La Peñilla) y Sierra de Grazalema (El Torreón).

Despedimos abril con la entrada de un potente frente frío que auguraba momentos inolvidables en la montaña… de hecho, estuvo nevando por el Sistema Central, Sierra Nevada… y las temperaturas se desplomaron, literalmente.

Era, además, el mundial de motociclismo en el Circuito de Jerez… y para ir a las sierras… hay que pasar por la puerta… menudo atasco se forma… pero no había prisa ninguna… la idea era la de caminar hasta donde alcanzase la luz. Hace décadas que no me interesan las motos en absoluto… creo que forma parte de mi evolución.

Toda la zona del área recreativa de Quejigales está a tope de floración. Tiramos milla por aquellos pinsapares, que se lucían de verde intenso y olores potentes, hasta alcanzar la Meseta de Quejigales en total y absoluta soledad. Sólo vimos arriba a una pareja que nos preguntó en el aparcamiento por el camino de subida al Torrecilla. Y ovejas… vimos muchas ovejas… y pájaros… escuchamos muchísimos pájaros… algún día desarrollaremos la habilidad de reconocerlos por su canto… seguro… de hecho, ya reconocemos algunos.

La tarde cayó, y bajó el termómetro. Arribamos a la Peñilla, y los juegos de luces y nubes eran tan brillantes, que vimos con absoluta certeza unas collalbas grises, collalbas rubias, acentores alpinos, chovas piquirrojas, cernícalo vulgar, buitre leonado… y seguramente alguna más, imposible de identificar. Llovió un poco… ¡menuda sensación más placentera! Las grises nubes, la soledad, el suave y gélido viento… las gigantescas cortinas de lluvia que se oteaban a lo lejos, hacia Málaga… el delicado sonido de las collalbas… el chillido de las Phyrrocorax… estaba la montaña como jamás la habríamos soñado.

Y cayó la noche… a 1700 metros de altitud… menos mal que íbamos preparados… por la mañana, 0,8 grados es lo que marcaba el reloj dentro de la tienda; el techo estaba congelado. La collalba rubia seguía nuestros movimientos matinales… visible sin prismático, parecía una bolita blanca y amarilla, vigilante.

Por no llevar el Primus Easy, de latiguillo, tuvimos que abrigar con las manos el cartucho de gas, para que evaporase bien y poder calentar un café. El Coleman Outlander micro no es lo suyo para temperaturas tan bajas… pero se pudo desayunar con paciencia… o quizá es que estemos acostumbrados a los infernillos de latiguillo y precalentador, y si usas el pequeñito y básico, se queda corto. Nos gusta tomar aceite virgen extra por la mañana, y eso hoy día no es inconveniente, y no hablamos de monodosis de usar y tirar… hay que ser sostenibles.

La caminata de bajada, fue de lo más placentero que hemos hecho en los últimos meses. No nos cruzamos a nadie. En el área recreativa había dos coches.

Pasamos por Ronda, entramos a comprar algo de comida, y nos fuimos para Grazalema, directamente… bajando el Boyar, aparcamos en el comienzo del camino de ascensión al Torreón… que estaba repleto de coches… y a las 13:30 estábamos subiendo al pico más alto de la provincia más meridional de la península ibérica.

A las 15:25 estábamos en la cumbre, y de nuevo se desplomó la temperatura… jersey, impermeable… todo… comimos arriba del todo con unas vistas increíbles… y tras comprobar que ya no hay libro de firmas, ni geocaché… hice otra panorámica para la página de Horizontes Ibéricos, que ha quedado bestial.

Así que, amanecemos y desayunamos en un Parque Nacional, y comemos en un Parque Natural… de Sierra de las Nieves, en un salto, a Sierra de Grazalema… ha sido una manera de intentar emular a nuestro amigo Dani, de San Fernando… sólo que él subió al Torrecilla y al Torreón en el mismo día… eso si que tiene mérito.

De vuelta a casa, el CD de Robben Ford en directo, volvió a dar algunas vueltas; pero una banda que me atrevo a recomendar, actual, es Miedo al Monstruo. Hacen una música interesante, pues son gente con una buena trayectoria musical… es un rap potente, de guitarras y base rítmica contundente con bajo y batería… nada de cajas de ritmo. De momento tienen dos canciones: La Jaula y Oh No… a cual mejor. Dale un tiento… el cantante, Julio Cordero (Julius Lamb en redes) es un tío muy interesante de escuchar, no solo cantando, si no dialogando… estuve 3 horas con un podcast de una entrevista que le hicieron en Radio El Palmar… y he escuchado dos veces la entrevista. Hay cosas, que merecen la pena repetir…  además, Julio es de San Fernando… es vecino, y hay que apoyar su música.






Dos vetustos amigos.








La caseta de vigilancia del Puerto de los Pilones.

La cumbre más elevada de la provincia que habitamos.

La mejor provincia de España a nivel ornitológico.

La sensación victoriosa es indescriptible.

No subestimes nunca la verticalidad del Torreón.

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