domingo, 22 de septiembre de 2024

Ascensión al Calvitero, Torreón de Cáceres y Canchal de la Ceja.

Béjar se ha convertido estos años en lugar de paso y pernocta, y por supuesto, de disfrute. A estas cumbres ascendimos en 2011, y 2012, invernal y estival… por lo tanto, ya iban por doce los años que hacía que no le dedicábamos tiempo a esta bellísima sierra, o a esta vertiente. Veníamos de Hoyos del Espino y el Circo Central de Gredos… y dijimos: venga (parafraseando a D. Camilo). Además, comprobamos por el camino, entre Barco de Ávila y el Puerto de la Hoya, cómo las rapaces, supuestamente algún milano o algún ave de mayor tamaño, se habían comido completamente, un zorro que encontramos en la línea del eje de carretera hacía sólo siete días, y que apartamos de la carretera, precisamente para provocar este hecho. Si el animal se queda en el asfalto (estaba fresco) lo aplastan otros vehículos, y si alguna rapaz baja a comer… podría ser atropellado también. En lo que va de año hemos apartado tres.

Pero volvamos a la ascensión:
Tan temprano era, que casi nos pasamos, en Candelario, el cruce que sube… estaba oscuro todavía… 
Así que, chaquetilla puesta, pues no eran las siete de la mañana, y ya íbamos dejando atrás el aparcamiento de la plataforma del Travieso. Con la ensoñación de la mañana, no recordaba aquello con certeza… y teniendo pensado subir por la directa al Calvitero… tiro milla hacia el final del aparcamiento, leo el cartel de Hoya Moros, y le meto al sendero… Isabel, detrás. Al rato… buen rato… le digo: Por aquí no es… pero seguimos, a ver a donde lleva esto… ya que el sendero es una pasada. Cuanto nos alegramos de habernos “equivocao”.
Hay fuentes, sombra, hitos… un paso por una canal preciosa, unas vistas tremendas… está menos roto, y llega un punto, como se va subiendo en diagonal, en vez de por la directa, que te vas acercando al Torreón de Cáceres… vimos los neveros al fondo… así que, le tiramos directos hacia la Cuerda del Calvitero, justo al alcanzar un enorme y bien currado hito, haciendo un giro a la siniestra; y vimos algunos hitos más salpicando la loma, pequeñitos. 
Alcanzamos pasado ya el Canchal de la Ceja, la Cuerda. Muy recomendable esta circular improvisada. Paramos a tomar café a más de las 10 de la mañana… hacía fresco, entodavía. 
El resto… ya es historia, sólo que nos acercamos al Talamanca, que nunca lo habíamos pisado, y tiene unas paredes tremendas y preciosas. Este día, nos cruzamos pocas personas… a la vuelta… por la mañana nadie… toda la Sierra de Béjar para nosotros… había nieve, el 11 de julio… a pesar del poco éxito que tiene la estación de esquí de La Covatilla… pero sólo era algún nevero residual, necesario para mantener las pozas, charcas, fuentes y arroyos, con flujo de agua. Las fotos dejan ver lo hermosa que está esta sierra, en una fecha en la cual nosotros ya no podemos pisar nuestra cercana Grazalema… por eso se nos antoja imprescindible visitar el Sistema Central llegado el estío.
Ya que mencionamos La Covatilla, hablemos de la lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni), pues siendo endémica del mencionado Sistema Central, se encuentra muy amenazada, y una de las causas, es la reducción de hábitat y las molestias continuas causadas por actividades como el esquí y el senderismo masificado. No estamos en contra, ni mucho menos, de que la gente vaya a la montaña… no tendríamos un blog de difusión si fuese así… Pero las masificaciones, en ningún caso son positivas. En muchos lugares ya cobran aparcamientos, ¿como modo de persuasión?… no sabemos si al final es persuasión y conservación, o una mera forma de sacar dinero. La conservación de las especies, no se soluciona al cobrar caja, si no que debe ir dirigida a través de la educación ambiental y la sensatez política, y ambas escasean.
El sendero de bajada directa desde Calvitero hasta la Plataforma, está bastante más erosionado que hace 12 años.
Lo triste de todo esto, es que ya estamos parafraseando a Robe: Por aquí pasaba un río. 

La Plataforma del Travieso


Embalse de Navamuño y Peña Negra (1635m)

Camino bastante húmedo y bien marcado. Vaguada del Hornillo.



Garganta Regajo Vicioso

Hito donde empezamos a girar hacia la Cuerda del Calvitero





Busacndo el Talamanca, ya se ve el Torreón.


Talamanca.

VG Torreón.







Canchal de la Ceja.

Lagunas del Trampal.

Calvitero.


Detrás: Canchal de la Ceja. Más atrás: Torreón.

1 comentario:

  1. Bueno, ya lo dice Marc Parrot en una de las frases de su canción Mis Botas, que "descubren la belleza de un camino equivocado"...

    Hola Fran e Isabel, ya hacia tiempo que no escribía nada a mi paso de vuestro blog, pero es que esta vez era obligatorio, ya que me han venido muy buenos recuerdos de la ruta que hicimos Eva, Laia y yo por esta Sierra de Béjar, en el cada vez más lejano 2016. Nosotros partimos, en una jornada muy calurosa, desde el mismo pueblo de Candelario y finalizamos jornada, tras cruzar como pudimos, un caudaloso Cuerpo de Hombre, en el fantástico Circo de Hoya Moros, donde realizamos uno de los vivacs más bonitos que recuerdo en mi trayectoria montañera. El día siguiente lo primero que hicimos fue subir al Canchal de la Ceja, para después, tras pasar junto a la espectacular Portilla de las Agujas, continuar hasta el Torreón, pero nos encontramos con mucha nieve y no llevábamos ningún tipo de material invernal, además, no sabíamos si el Paso del Diablo (qué por cierto no he visto reflejado en tu reportaje, por lo que me hace pensar que tal vez sea evitable) lo hubiésemos podido pasar con Laia. Así que continuamos con el cordal pero en dirección al Calvitero, con la idea, una vez allí, continuar hasta la estación invernal y bajar desde allí a Candelario. Pero en la cima nos encontramos con Chanan, un chico de Béjar que iba acompañado por un precioso y gigantesco Alaskan Malamute y un simpático Westie, conocedor de la sierra, que nos recomendó que no lo hiciésemos, pues paisajísticamante no íbamos a encontrar mucha cosa, y que el calor nos haría mella, por lo que nos ofreció a bajar con él hasta el Travieso y una vez allí bajarnos los tres humanos y los tres cánidos en su 4x4 hasta Candelario. Aceptamos su oferta con buen gusto. Fueron dos bonitos días de monte en una sierra muy lejana de nuestra casa...

    Os escribo estas líneas recién aterrizado de Pirineos (volvemos con el mastodóntico Balaitús en la mochila). A parte de subir cimas y hacer rutas, en estos nueve días hemos visto muchas aves, no sabemos identificar tantas como vosotros, pero si que nos ha alegrado ver que parece que la población de quebrantahuesos y alimoches se va recuperando, y hemos flipado al ver sumergirse y bucear, por las gélidas aguas de los altos lagos pirenaicos, al mirlo acuático... Te lo comento por lo que apuntas de la conservación, pues nos ha sorprendido ver, y en buen número, en un lugar tan masificado como es en la actualidad toda la zona del Anayet, bastantes tritones, y lo que fue más sorprendente, varios ejemplares del diminuto Desmán Pirenaico, animal que no habíamos tenido la fortuna de ver en todos estos años de escapadas al Pirineo. Fue muy emocionante...

    Bueno, y he visto que también has dejado un comentario en mi entrada del Pico del Lobo, mañana la leo con detenimiento y te contesto, ahora de momento, os doy un fuerte abrazo a los dos.

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