sábado, 26 de octubre de 2024

Cañón del Río Lobos, Soria.

Un enclave que no podíamos dejar escapar, pues la meteorología acompañaba, y estamos hospedados muy cerca. A menos de una hora de coche, despacio para disfrutar del entorno, entramos por la carretera que desde San Leonardo de Yagüe, nos conduce al Puente de los Siete Ojos. Aquí encontramos un área recreativa donde aparcar, y decidimos sobre la marcha, tomar el cauce del río hacia el norte.

Esta parte del cañón, suponemos que es la menos frecuentada, ya que no va hacia la ermita de San Bartolomé. El caso es que salían menos kilómetros de coche que si llegábamos hasta Ucero, y desde aquí, se puede elegir rumbo… estamos a la mitad, más o menos.

El paisaje es angosto, rodeado de grandes paredes de caliza donde viven buitres leonados y aviones rupestres, entre otras especies, por lo tanto, si se camina en silencio los podremos disfrutar de cerca, aunque en algún tramo del cañón, se llega a los 200m de encajamiento, y ellos de posan bien altos.

El Cañón del río Lobos, está declarado Parque Natural, y describe de forma sinuosa, un recorrido de unos 26 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los más espectaculares de España, según algunas publicaciones de las que no vamos a dar referencias, ya que estas especies de competiciones geológicas tampoco nos agradan demasiado. Para nosotros es un cañón espectacular, sin comparaciones.

A veces se camina, incluso se cruza, por el mismo cauce, que en la mayoría del recorrido es una gran gravera, por lo tanto, en época de lluvias, habrá que extremar las precauciones… obviamente, si llegas al Puente de los Siete Ojos, y hay torrente… no te metas en el cañón.

En esta zona crecen bastantes endrinos (Prunus spinosa)… y eso nos dio bastante juego… entre los que comimos y los que nos llevamos; no es necesario decir nada más. Estos cañones en otoño deben exponer al caminante un diverso colorido, pero ahora disfrutamos del verdor estival.

Vimos un ciervo y varios carboneros garrapinos, y la variedad de mariposas, también fue muy agradable. Además, colirrojos tizones y lavanderas blancas son aves fáciles de ver e identificar.

Hay una fuente de la cual poder repostar agua, y junto a ella, un banco. Como el recorrido es de ida y vuelta, si no vamos a hacer mucha distancia, casi no hace falta ni llevar mochila. El recorrido está jalonado con sus correspondientes mojones kilométricos… todo un detalle.

Recomendamos fehacientemente esta opción de caminata, que lejos de ser un reto o una paliza, nos reconfortará lo suficiente entre dos días de jornadas más exigentes, por ejemplo. Y como a parte de recomendar recorridos o paisajes, nos gusta recomendar paisajes sonoros, hoy nos centramos en la banda de death metal sueca Arch Enemy. Esta gente nos ofrece una música distinta, pues a la contundencia de la batería y línea de bajo, acompañan unas melodías de guitarras muy fáciles de digerir, aunque no te gusten demasiado esos estilos, que a mi, me encantan, por cierto. Además, la voz gutural de la cantante (canadiense), Alissa, no te va a dejar indiferente, desde luego. La muchacha, de 39 años, tiene una potencia vocal increíble, tanto en su voz natural, de mezzosoprano lírica, como en esa contundente voz típica del más puro Death Metal. Échales un tiento, si no los conoces ya. Estas cositas, y otras joyas, las conocemos de la mano de El Vuelo del Fénix, el programa del grazalemeño Juanma Sánchez Coronas… un programa (de los pocos) imprescindible, de Radio 3.

Y de vuelta, también aconsejamos subir al Castillo de San Leonardo de Yagüe, considerado BIC e inscrito en la Lista Roja de elementos patrimoniales en peligro. Es una construcción típica militar, de época renacentista y abaluartada. Este castillo está en la ruina más absoluta, abandonado y expoliado durante dos siglos, de hecho, parte de su sillería se reutilizó en algunas construcciones locales. Alguna pieza interesante que ha aparecido, están ahora expuestas en el Museo Numantino de Soria, el cual, por supuesto, también recomendamos.


No necesita presentación.

Comenzamos junto al cauce.





A la derecha se ve el ciervo.









Fortaleza abaluartada de San Leonardo de Yagüe.



sábado, 12 de octubre de 2024

Ascensión a los Picos de Urbión (2228m), donde nace el Duero.

Malum consilium est, quod mutari non potest. (Mal plan es aquel que no puede modificarse). Publio.

Texto extraído del título: Dale una vuelta a tu mundo, de Álvaro Neil (Biciclown). Porque si hay alguien de quien puedes fiarte, es de montañeros y de ciclistas.

Pues se da nuestra segunda ascensión a esta estupenda cumbre rodeada de lagunas glaciares y donde nace, como hemos dicho, uno de los ríos más importantes de la península ibérica.

Esta caminata fue una grata sorpresa… un brusco cambio de rumbo tras un intento de ir a Pirineos, y que las tormentas no nos dejaron fructificar. Por eso, aunque no teníamos plan B… nos lo inventamos por el camino, pasado ya Tarazona, camino de Neouville… nos dimos la vuelta buscando Soria, mientras escuchábamos en la radio los estragos de las tormentas de estos días… y viendo las previsiones que venían.

Hubo una primera vez en Urbión en julio de 2013, y llovió y tronó como nunca… pero esta vez fue otra cosa… un disfrute para los sentidos… una geología que se dejó acariciar sin prisas, y una avifauna más comprendida y fácil de identificar. Y todo esto, un lunes 9 de septiembre, pues el domingo hubo un campeonato del mundo de ultra trail… y preferimos no participar y recrearnos en Numantia y el arqueológico de Soria… entre otras delicatessen arquitectónicas de la capital. Vaya ciudad bonita, dicho sea de paso… y cuanta poesía se respira en sus calles y callejas.

Pues no serían ni las ocho de la mañana, y ya estábamos contemplando una lavandera cascadeña en las orillas de la preciosa Laguna Negra, a la cual ya dedicó sus pensamientos Antonio Machado. Continuamos.

La preciosa canal por la cual se asciende y se sale de este agujero de origen glaciar, está fresca y se sube muy cómodo, hasta llegar al altiplano por el cual continuamos, contemplando carboneros garrapinos y una laguna llamada Larga, de origen glaciar, y desde donde se derrama el río Revinuesa. Recordamos que este enclave que disfrutamos se cataloga bajo el nombre de Parque Natural de la Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión.

Las vistas se describen solas. Seguimos escuchando pajarillos, como el tizón de cola roja, entre otros. Continuamos, y vemos volar un par de buitres leonados (Gyps fulvus)… y un quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)… ea… pues ya nos podemos ir a dormir… pero antes, continuemos.

Aviones comunes en las paredes por las que el camino pasa rozando, dejando una amplitud visual bastante buena a nuestra diestra… y al fondo, ya se atisba el objetivo de la mañana, con esa enorme piedra de silueta paquidérmica, y que una década atrás nos sirviera de recurso para capear aquella efímera tormenta que todavía retumba en nuestras cabezas. Las tierras rojizas de estas laderas dan un aspecto muy interesante a la caminata. Vemos muy poco personal… pero no creas… aquí sube bastante gente.

Tomamos café y fruta fresca bajo la panza de ese elefante pétreo de millones de años, y repusimos el extraviado geocaché de Urbión. Nos acercamos a la cumbre y parloteamos con unos vascos muy salaos. Menudas vistas tienen estos picos.

Tras recoger de la cruz un par de exvotos que me pueden ser de utilidad, fuimos vaguada abajo a buscar el nacimiento de un río que dicen que desemboca en Oporto, y donde un fin de año de hace 6, vimos un concierto de Pedro Abrunhosa & Comité Caviar, que todavía recordamos con gratitud. Te vimos aportar al mar, y de nuevo te vemos nacer… robándote un poco de tu ser, que nos traemos en nuestros cuerpos. Qué sería de nosotros sin el Duero… y sin agua.

La montaña estaba bastante fresca, y es que unos días atrás había llovido algo, de hecho, vimos el Duero bastante marrón al paso por algunas poblaciones, como San Esteban de Gormaz.

El nacimiento del Duero es un lugar de obligada visita para cualquier habitante de la península ibérica, y al que Gerardo Diego le dedicó alguna de sus letras. Desde aquí subimos de nuevo por una ladera, sin camino, con rumbo SE, para alcanzar la cuerda que separa la vertiente del Duero y la del Revinuesa, y desde la cual se observa en planta la preciosa Laguna Larga. Alcanzada la cúspide de esta loma, paramos a comer, contemplando el mundo que nos rodea. Un mundo lleno de odio y de ira… de ambición por encima de la humanidad. Un mundo negro. Un mundo en el cual no cabe la dulzura ni la poesía. Un mundo nefasto de pocas esperanzas de supervivencia. Un mundo rodeado de lagunas glaciares… de aves… de música… de retos deportivos… de caminatas y de aire puro. Un mundo en el que debería caber todo… menos la maldad.

Desde lo alto de este mundo enrarecido, y con los estómagos llenos de salud, apuntamos nuestros pasos hacia la Laguna Helada, que forma el tercer vértice del triángulo de lagunas que hemos recorrido hoy.

Bajando, vimos collalbas grises, de todos los colores, persiguiéndonos y posando para nuestros agradecidos ojos. Desde el collado de esta pequeña sierra, llamada del Mojón Alto, ya se aprecia casi todo el recorrido que nos espera hasta Laguna Negra, y por donde seguimos caminando y observando alguna lagartija que se asoleaba aprovechando el día.

Laguna Negra.

La lavandera cascadeña, está por ahí.

Echando una foto desde el filo.

Esta foto.

Laguna Negra desde arriba.

Acantilados perfectos.


Por aquí se vieron carboneros garrapinos.


Y por aquí, un quebrantahuesos.

Y aquí vimos hitos.

Y la laguna Larga.


Los Picos de Urbión, arriba.

Un camino precioso.

Un valle glaciar de manual.

Tramo final de ascensión.

La piedra perfecta.

Donde nos refugiamos hace 11 años de la tormenta.


Y por fin la ansiada cumbre. Demostración de fuerza.

Laguna glaciar de Urbión.

El mundo desde Urbión.

Paso medidor del límite de engorde. Si no pasas: dieta.

Señalando algo... o simple postureo, que queda guapo.

La otra cumbre... por aquello de "picos" de Urbión.

Tras ver el nacimiento, iremos a la cumbre del fondo. A conquistarla.

¡Qué pasada! Qué sitio más guapo.

Poesía de Gerardo Diego.

¿Notarían en Oporto que robé un poco de agua?


A por otra cumbre. Cuerda del Mojón Alto.


Conquistada por un momento... el momento de yantar. 

Hay que dar tributo al queso de oveja y el embutido extremeño.


La collalba gris.

Lagartija roquera (Podarcis muralis)

Laguna helada.