Aunque pueda resultar un título un tanto confuso, la realidad es otra
totalmente distinta.
El comienzo de esta caminata lo llevamos a cabo desde el Puerto del Boyar,
y antes de llegar, Pilar Arzak nos sorprendía con la escucha del último trabajo
de Luke Winslow King, con toques de blues psicodélico y algo de soul. Ha
cambiado su estilo, como corresponde a un gran músico… quizá su separación de
Esther, cantante del anterior trabajo, haya influenciado este cambio.
Blue Mesa (las colinas de Arizona) es la canción que da título al disco, y
creo que nadie debería pasarla por alto… la colaboración de Roberto Luti a la
guitarra le da un toque de slide muy apropiado… ya conocíamos a Roberto de un
video que se grabó con varios músicos interpretando canciones de Bob Marley.
Tras escuchar el disco completo, comenzamos a caminar a las 8:20 ascendiendo
al Puerto de las Presillas. Pasamos por las casas de Dornajo y Fardela, y antes
de las 11 de la mañana estábamos en Benaocaz, donde dimos buena cuenta de unas
tostadas con manteca “colorá”.
Desde aquí ascendimos a lo más alto de la Sierra del Caíllo, que hacía un
rato jugaba al escondite con unas hermosas nubes de evolución que traían fresco
y humedad. El Caíllo luce unos colores envidiables, rojo, amarillo, violeta… en
estos momentos todas las peonias, lirios, lavandas, amapolas, etc, están a todo
color. Es un placer para la vista y el olfato pasear por estas montañas.
Bajamos hacia Navazo Alto, luego el Hondo, donde aprovechamos para comer y
ascendimos hasta el refugio del Reloj, enlazando con el Cancho de la Berejuela
y bajando hasta Grazalema, desde donde tomamos el camino de los Charcones para
recuperar el coche en el Puerto del Boyar.
Dos chavales habían estado haciendo su primera escalada a Peñón Grande, y
nos informaron de cómo habían encontrado los descuelgues y puntos de reunión.
Una hermosa propuesta que tras casi 25 kms y rozando los 1300m de ascenso,
recorre ampliamente toda la parte central de la Sierra de Grazalema.
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Puerto de las Presillas. |
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Casa del Dornajo. |
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Colores. |
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Filigranas on the rock. |
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Nuestro siguiente objetivo, pero antes vamos a comer algo. |
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La Sierra del Caíllo se "escüende". |
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Benaocaz de romería, nosotros desayunamos por segunda vez, y al tajo. |
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Por los tajos... |
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Cruzando angarillas... recordad dejarlas cerradas. |
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Colladinas. |
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Ovejas muertas. |
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Última nava y a por la cumbre... los alto cúmulos nos envuelven, sopla fuerte y hace frío. |
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En lo más Alto del Navazo. |
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Nubarrones espectaculares. |
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Se quiere hacer de noche... |
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¡Cuantos esfuerzos le dedico a este Vértice! |
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No olvides colaborar con la montaña. |
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Vaya suerte de nubes más hermosas. |
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Hacia el Navazo Hondo. |
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Momento para relajarse y recuperarse. |
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El refugio del Reloj. |
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Caprichosa la caliza, y arte que tuvo la persona que la puso en pie. |
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Y las peonias... |
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Dando forma y color. |
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¡Que bonito camino para la bici...! |
La verdad que el titulo se las trae.... como es eso de Caillo desde Benaocaz pasando por Grazalema. Pero al margen de esto tengo que deciros una cosa y preguntaros otra.
ResponderEliminarDeciros que hay par de fotos preciosas y una de ella no es la de la filigrana y la pregunta es ¿Cuantas veces habéis subido al Caillo? Ahi lo dejo, nos vemos.
Pues no sabría responder Salva. Es que se puede subir desde tantos lugares, que invita a ello. Aunque en esta ocasión la hemos hecho un poco larga, la verdad... pero es que estaba todo muy verde y fresco, y eso invitaba a seguir caminando.
EliminarGracias por comentar, compañero, y un saludo.