miércoles, 3 de enero de 2024

La Torre de la Almenara por el camino del Negrón y el arroyo del Concejo, desde Gata.

Hablar de Gata es hacerlo sobre el granito y los grandes berrocales extremeños a los que estamos encantados de visitar. La Sierra de Gata se encuentra en el extremo noroccidental de la provincia de Cáceres, y lindando con Salamanca. Pertenece al Sistema Central y esta propuesta discurre por la hermosa Sierra de las Jañonas, de la cual dimos buena cuenta hace justo dos años, cuando ascendimos (un día de fuerte viento que rozaba lo insoportable) al pico más elevado de esta pequeña sierra. Pequeña, pero con mucho encanto y más biodiversidad.

Habíamos amanecido en Coria, ciudad muy recomendable de visitar, rodeada por el río Alagón al sur, y el canal de la margen derecha del río Alagón, al norte. El paseo fluvial que se observa desde la catedral de Coria, es bastante interesante de recorrer, y eso hicimos, pues ofrece una gran variedad de especies de aves a lo largo de toda la orilla del Alagón. Desde gaviotas reidoras o cormoranes grandes, hasta carboneros comunes o herrerillos, pasando por algunas ardeidas.

Pero volvamos a Gata, a la cual se llega en aproximadamente cuarenta minutos (algo más) desde Coria, por unas tranquilas carreteras en las que ya podremos ver en diciembre, milanos reales y grullas comunes.

Había rescatado, no del olvido, pero si que hacía tiempo que no escuchaba, a mis amados Flotsam and Jetsam, banda de thrash metal en la que militó Jason Newsted en sus, creo recordar, dos primeros discos. Tener cd´s originales te permite poder hacer un viaje escuchando tu música, y sin necesidad de tener que “aguantar” lo que te echan por la radio. Así que, refresquemos la discografía de los de Phoenix, Arizona, que seguro que con los años, paladeamos otros matices, como la potente y personal voz de Erik, entre otras cosas.

Una vez aparcados en Gata, y tras haber parado a quitar una zorra atropellada de mitad de la carretera, nos dirigimos a la oficina de turismo, donde José Pablo nos informó de algunos aspectos de la zona por la que pretendíamos caminar, a parte de hablar de geocaching, que no por menos, él es el responsable de los más de 100 geocachés que hay repartidos por esta sierra, con distintas y originales temáticas. Echad un vistazo al mapa, que vais a alucinar.

Tomamos el camino de la Almenara… que va ganando altura poco a poco, y en belleza a cada paso. El bosque está precioso, desnudo… se habla mucho de la otoñada… se le da mucho valor paisajístico a los colores del otoño, pero como un bosque de robles desnudos… no hay nada. De siempre nos ha encantado el paisaje de árboles desprovistos de su follaje, donde caminar por un manto de hojarasca se vuelve una sensación indescriptible y altamente aconsejable… además de necesaria para nuestra mente. El árbol, deja ver sus ramas, su tronco, se entrevé el paisaje por entre su alma y los pajarillos tienen menos trincheras donde ocultarse. Petirrojos, carboneros… herrerillos… que recuerdan, y de ahí su nombre, al sonido de la fragua… al herrero. ¡Cuánto tiene la naturaleza que mostrarnos antes de morirnos!

Íbamos dejándonos llevar, por entre muros de lindes, entre musgo y hojarasca, entre notas musicales… entre luces encendidas… entre claridad perdida… y vimos volar grandes rapaces, de inconfundible silueta; los buitres leonados ciclean en la parte más alta de Jañonas, mientras seguimos la senda granítica que nos acerca de manera pausada a nuestro objetivo. Rebuscamos algunos geocachés, y no todos aparecieron… esto nos entretuvo bastante. En la Torre había un rebaño, y el pastor, con cuatro perros… uno de ellos, joven, se quería venir con nosotros… imagino que le gustaron más nuestras caricias que su trabajo.

Qué pequeño es el mundo, aunque desde lo alto de esta atalaya parezca inmenso. Se veía el embalse de Borbollón, con su isla interior, y hay que comentar que tenía bastante agua. Ha llovido por estas comarcas cacereñas… mucho más que por nuestra seca tierra. Este embalse es un dormidero de grullas comunes en invierno, y esto no lo sabíamos… fue una grata sorpresa disfrutar del vuelo de bandos y bandos de grullas al atardecer, unos días más tarde. Pero, ¿por qué es tan pequeño el mundo?... pues tomando café en la Almenara, llegó un grupo de montañeros… y nuestro amigo José Luís con ellos. Y, ya no coincidimos con nadie más. Nos juntamos allí arriba unos cuantos gaditanos aquel sexto día del último mes de 2023.


Coria. Puerta de San Francisco. Luz natural, sin flash ni trípode. Sony Alpha7.

Río Alagón, al paso por Coria.

Gata.

Gata. Marcas de GR. Sony Alpha7. f2.8

Comienzo de ruta a la Almenara.











Torre de la Almenara.


Embalse de Borbollón desde la torre.










2 comentarios:

  1. Hola Fran.

    Con la Amanita Muscaria de la última foto también os podéis pegar unos buenos viajes, sin necesidad de utilizar vehículo de tracción ninguno jejeje.
    Oye, qué bonitos esos dos pueblos, Gata y Coria. Y qué decir de ese mágico bosquecillo por el que discurre la subida a esa torre, que se ve bastante bien conservada. Y es verdad, está muy en boga lo de visitar los bosques en otoño (y más desde que se han inventado esa milonga de los baños de bosque), pero poco se habla de lo gratificante que es también caminar por un bosque desnudo, oyendo el crepitar de las hojas a cada pisada. En unas semanas saldrá un bosque de estos en mi blog...

    Y la Sony Alpha, qué buenas fotos hace, esa no la teníais cuando estuvimos en Penyagolosa, ¿verdad?. Me ha gustado especialmente la foto de la charca redonda, con el arbolejo reflejado en ella.

    Yo nunca he sido de poner la radio cuando conduzco, y menos ahora, que la mayoría de emisoras están contaminadas de regetón y politiqueo. Siempre he sido de llevar CD's, muchos CD's, pero reconozco que de un tiempo a esta parte, tanto en la furgo como en casa, la música que consumo, que no es poca, es toda vía Spotify. La verdad es que estoy descubriendo cosas muy interesantes en esta plataforma, y redescubriendo otra música que hacía mil que no escuchaba. Música infinita al alcance de la mano, aunque no tiene el encanto de, mientras escuchabas el CD, tener su libreto en la mano, y ver la portada, las letras, las fotos, los detalles, los agradecimientos... Ahora mismo estoy muy enganchado a Gilipojazz, supongo que ya conocerás a este trío, un 87,29% instrumental, madrileño. Además de ser unos virtuosos del bajo, guitarra y batería, tienen un sentido del humor altísimo, cosa que queda demostrada en sus vídeos.

    Un abrazo.

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    1. Bueno, amigo, aunque ya hablamos Por Arriba y Por Abajo, siempre queda bien responder por el canal correspondiente.
      Ya que se habla de Coria, hoy hace una niebla densa en Cádiz, similar a la que nos recibió en esa amurallada ciudad extremeña. Tenía un encanto excepcional por la mañana.
      Los baños de bosque... cierto... y términos raros como "Bosque de Cobre"... ¿Entonces cuando llega el verano como se llama ese bosque de cobre? Cambiar topónimos nunca me gustó... se empieza, y no se acaba... y como hoy día cualquiera puede poner una chincheta en Google... pues ya ves.
      La Canon nueva tiene muy buena pinta, y se ve ligera para la montaña. La de Isabel, sin embargo, es un poco engorrosa. El peso hay que vigilarlo... mira, a nosotros nos gusta llevar el prismático... desde siempre hemos llevado uno muy pequeñito para los dos, y lo compartíamos en la cumbre para ver el paisaje y algún buitre volando... pero últimamente, como nos hemos aficionado al pajareo... hemos empezado a llevar cada uno el suyo... y los que tenemos ahora son más grandes y pesan... y además te entretienes demasiado cuando ves moverse un pajarillo... así que otra vez hemos vuelto a llevar uno pequeñito, o no llevar ninguno, como el otro día en el Mulhacén: Sin prismático. Ya habrá tiempo de ver pájaros... si aquí en San Fernando hay miles... ayer mismo, 27 garcetas grandes (Ardea alba), que es exactamente igual que la garza real, pero blanca entera. No es habitual ver tantas juntas.
      Y ya te dije... Gilipojazz son tela de buenos. Unos cachondos mentales muy virtuosos.
      Un saludo grande, amigo...

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